Rosina juntó sus labios para dejar de reír, pero no pudo. Estalló en carcajadas y casi se cae al suelo al no poder contenerse.
—Ah, qué carta —Rosina se secó las lágrimas de los ojos y se compuso—. Me estaban sospechando, junto con la 13.ª manada. Bueno, no se equivocan —agregó.
Rosina dobló la carta y la volvió a meter en el sobre. Caminó hacia la casa de la manada y vio a los guerreros y otros caballeros actuando como buenos miembros de la manada.
Cuando la vieron, su teatro defensivo se rompió. Suspiraron aliviados de ya no tener que trabajar en eso.
Rosina les hizo un gesto de que el plan había fallado, formando una 'X' con los brazos. Prosiguió hacia la casa de la manada, donde Draco la esperaba en la entrada.
Draco miró a Rosina con su peluca puesta. Sonrió ya que se veía hermosa con ella.
—¿Nadie vino? —preguntó Draco mientras se acercaba a Rosina en el camino.
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