```
Felissa estaba sentada frente al espejo e Idola intentaba arreglarle su desordenado cabello. Apenas estaba comenzando su día, sin embargo, ya estaba cansada y quería dormir otra vez.
*Toc toc*
Un golpe en la puerta captó la atención de Felissa. —Adelante —dijo.
Vicenzo entró y se inclinó. —Buenos días, Señorita Felissa. Tengo una noticia que entregar —afirmó con firmeza.
—¿Cuál es? —Felissa preguntó sin mirar hacia atrás a Vicenzo. No tenía la fuerza para imponerse a un hombre que no la quería.
—Alfa y Luna Nucci de la manada Medianoche llegaron al Palacio más temprano, Señorita Felissa. Actualmente están en la oficina de la Reina Rosina y la esperan —explicó Vicenzo, y pudo ver cómo el rostro de Felissa se volvía pálido.
—Gracias, Señor Vicenzo —respondió Felissa y un sudor frío se formó en su frente. No esperaba que sus padres hicieran el esfuerzo de llegar a la manada Corona de Sable.
Apoie seus autores e tradutores favoritos em webnovel.com