—¿Estás bien? —preguntó Draco al notar que Rosina no se movía. Podía sentir la estrechez del c^ño de Rosina, y le sorprendió ya que esperaba que Rosina fuera un poco más suelta, dado que había tenido varios compañeros sexuales.
—Sí, estoy bien —declaró Rosina y le dio a Draco una sonrisa tranquilizadora para que no estuviera demasiado preocupado por ella.
—Dime si te hago sentir incómoda —susurró Draco y besó toda la cara de Rosina, lo que la hizo reír.
Rosina asintió y notó que Draco todavía no se movía; él estaba mirando su cara. Al mismo tiempo, su cuerpo se iba ajustando poco a poco a su tamaño, y comenzó a sentir un placer inmenso por su unión.
Draco sonrió con picardía y besó los labios de Rosina antes de empezar a moverse despacio, asegurándose de que su eje saliera por completo antes de embestirla lentamente otra vez.
La sensación se iba construyendo lentamente dentro de ellos, y Rosina sintió la necesidad de incrementar la velocidad de Dracos.
Apoie seus autores e tradutores favoritos em webnovel.com