Todo lo que tengo que hacer es apretar el gatillo

"¡Demonios! ¿Qué acaba de pasar? —Drake, que ha estado siguiendo a Kathleen con el Jeep, estaba desconcertado.

—¿Dejarás de hacer preguntas y los alcanzarás? Es obvio que nos han descubierto, pero a esta velocidad incluso un caracol te dejará atrás.

—Drake pisó a fondo el acelerador—. El velocímetro subió más de 80 millas por hora y se encontraron en una persecución de alta velocidad.

Mientras tanto, Marcus, el conductor de Kathleen, vio un cruce adelante y al mismo tiempo vislumbró una calle a la derecha justo antes del cruce. Desvió hacia la estrecha calle, casi volcando el coche en el proceso. Maniobró el coche, casi atropellando a algunos peatones que cruzaban la calle.

—¡Cuidado! —chilló Cheryl y cubrió su cara con sus manos.

Marcus pisó fuerte los frenos un segundo después dejando una larga marca de deslizamiento detrás de él.

Se detuvo unas cuantas cuadras más adelante y desde su espejo, vio que no se había amontonado ninguna multitud y tampoco había nadie tirado en la carretera.

—¡Uff! Eso estuvo cerca —soltó un soplo de aire que no se dio cuenta que estaba conteniendo.

Cheryl miró a través de sus dedos cuando ya no podía sentir el coche en movimiento. —Gracias a Dios —suspiró aliviada—, cuando vio que nadie había sido golpeado.

El motor aún estaba en marcha cuando Kathleen bajó ágilmente del coche.

—Baja y pasa al otro lado —Cambio de asiento con Marcus y tomó el volante para conducir después de abrocharse el cinturón de seguridad—. No podemos quedarnos aquí mucho tiempo. Sigamos la carretera hacia abajo, aunque no sé a dónde lleva. —Empezaron de nuevo.

Drake llegó a la T- intersección y se confundió. No sabía en qué dirección desapareció el coche.

—Vi el coche desviarse de la calle antes de esta intersección. Estoy seguro de que se dirigen por la carretera a la derecha —analizó Araña—. Ahora toma la derecha, los evitaremos por delante. Sólo tenemos que esperar a que aparezcan —Indicó.

—¿Estás seguro?

—¿Qué quieres decir, estoy seguro? —Ladró, su enojo aumentaba gradualmente—. Mira —extendió su mano izquierda y dio unos cuantos golpes en el dorso—. Conozco esta ruta como la palma de mi mano.

—¿Por qué incluso te estoy explicando algo, date prisa y haz lo que te digo —ordenó finalmente perdiendo la paciencia.

—Seguro, jefe —Drake no se atrevió a discutir más y condujo a un lugar gris para esperar el coche de Kathleen.

Pocos minutos después, apareció el Bentley de Kathleen en la carretera principal.

—Ahí están ellos. Apresúrate y ve tras ellos

—Jefe, el conductor ha cambiado —Drake frunció el ceño con desconcierto—. La que está conduciendo ahora es la señora de la foto.

—Eso hace nuestro trabajo aún más fácil entonces —Araña rió entre dientes, sintió que nada podría haber sido mejor—. Con esto no necesitan trabajar duro.

Se agachó y sacó un arma de debajo de su asiento. —Todo lo que tengo que hacer es apretar el gatillo cuando estemos junto a su puerta.

—Ahora rápido, conduce el coche muy cerca de su lado.

Marcus miró al espejo lateral y se dio cuenta de que todavía no se había acabado todo.

—Señora, el Jeep negro.

—Sí, lo vi, están justo detrás de nosotros.

El Jeep negro chirriaba detrás de su coche y los ojos de Kathleen se dispararon al retrovisor. Vio que le apuntaban con un arma. —¡Santo cielo! Tiene un arma, ¡agáchate! ¡Abajo! —gritó a Marcus y a Cheryl.

Araña apretó el gatillo y sonó un disparo justo cuando Kathleen giró a la izquierda, adelantando un Chevrolet rojo. Esquivó la bala por una fracción de segundo pero el Chevrolet no tuvo tanta suerte ya que la bala impactó en su rueda provocando un pinchazo.

El Jeep negro les pasó volando a una velocidad de vértigo, desapareció por una carretera a su izquierda, irrumpió en la carretera principal y bloqueó el coche de Kathleen por delante.

—Deben de conocer muy bien esta ruta, pero al diablo si saben lo que les sucedió después de lo que hice con ellos —un gesto travieso adornaba la cara de Kathleen.

Desde el espejo lateral, hizo un cálculo aproximado de la distancia entre ella y la furgoneta que venía detrás de ella y decidió ir a por ello.

Marcus estaba sentado junto a Kathleen, y por lo tanto tenía una visión clara de lo que estaba delante, comenzó a sudar frío, viendo que una colisión era inevitable. —Ma…ma… Señora —su mano temblorosa se elevó gradualmente para señalar el Jeep que les bloqueaba.

Sin embargo, Kathleen hizo algo que nadie se hubiera imaginado. Disminuyó la velocidad como si quisiera detenerse pero a una pulgada de un choque frontal, giró bruscamente el volante y hizo un giro parabólico.

Las llantas chillaron de agonía, humo y caucho quemado se extendieron por la carretera mientras el coche giraba, enfrentándose a los vehículos que venían por detrás. Para entonces Cheryl ya había desmayado del susto.

Esquivó por poco una furgoneta, zigzagueó entre otros vehículos y escapó por poco de un camión. Vio una apertura hacia el otro carril y se desvió a ese carril fusionándose con el tráfico.

Drake, que seguía de cerca a Kathleen, no vio el camión a tiempo. Cuando lo vio, ya era demasiado tarde.

Viró, gritando mientras el vehículo se descontrolaba, y finalmente chocó contra el gran camión que transportaba ladrillos.

Un ruido fuerte y discordante resonó en todo el lugar.

El parabrisas trasero explotó, los fragmentos volaron en todas direcciones como balas.

La policía de tráfico llegó al lugar del accidente. Tan pronto como ocurrió el accidente, se llamó a los paramédicos y llegó la ambulancia. Drake y Araña fueron rápidamente enviados al hospital.

Desde su espejo lateral, Kathleen vio la explosión y sacudió la cabeza, murmurando entre dientes —Inútiles.

—¿Has dicho algo, señora? —Marcus finalmente se sacudió la tristeza y preguntó.

—No.

Condujo tranquila hasta la villa de Wyatt. Después de apagar el encendido, miró a Cheryl que aún estaba desmayada en la parte trasera."