Aunque esos astutos y desagradables simios Betami-ghost lucharon con un método efectivo que frecuentemente podía dejar a las criaturas expertas en ruinas; en lo que respecta a ese estilo de lucha, se basaba en un aspecto crucial: ¡era esencial que atacaran con sigilo e impredecibilidad! Sin embargo, su ocultación había sido frustrada y fue descubierta antes por los sistemas de control de incendios. En cambio, torrentes de fuego enloquecido los saludaron. De los emboscadores, se convirtieron en emboscados.
Después de eso, sufrieron la lanza del Hermano Negro en forma de un abrupto relámpago de cadena. De allí en adelante, las bajas se acumularon. Cuando Reef se las arregló para atacar y soltó un "Rugido Cardíaco Desgarrador", aparte del líder Bloodbringer Larynx, todos los demás fueron aparentemente asesinados.
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