Lo que sucedió en la playa hizo que Scarlett no pudiera disfrutar de su cena — perdió el apetito y se sintió incómoda sentada en la misma mesa con Xander Riley. Este hombre solo puede darle una cara fría, y ella lo odia.
La cara rígida de Xander hizo que Scarlett se sintiera reacia a hablar, aunque había tanto que quería preguntarle. Trató de ignorarlo, soportando la incomodidad en la habitación mientras intentaba tragar su insípida cena. Con mucho esfuerzo, finalmente terminó su cena.
Justo antes de que pensara que estaba libre y quería regresar a su dormitorio, Xander Riley le pide que lo acompañe en la sala de estar.
Scarlett se detuvo en seco y se volvió a mirarlo. Sus hermosos ojos marrones parecían querer protestar, pero nuevamente no salieron palabras de sus labios. Lo miró en silencio, reacia, pero entonces sus pies la traicionaron. Caminó hacia él.
Después de sentarse frente a él, preguntó: —¿Qué pasa?
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