—No escuches sus tonterías, ahora cuelgo —Mmm, adiós —Adiós.
Lin Nuannuan colgó el teléfono.
Mirando su apariencia somnolienta, Zeng Zhen dijo:
—Si estás cansada, duerme, te despertaré cuando lleguemos.
Lin Nuannuan en efecto se sentía adormilada.
Pero aún quería aguantar hasta llegar a casa para dormir.
El alcohol sí afecta el sistema nervioso, después de todo.
Mantuvo los ojos abiertos, pero aun así no pudo resistir caer dormida.
Zeng Zhen solo observó cómo Lin Nuannuan se quedaba dormida rápidamente a su lado.
Verla a su lado le hacía sentir calor por dentro.
Extendió la mano y dejó que Lin Nuannuan se recostara en su hombro.
Lin Nuannuan no resistió.
Sintió a alguien cerca, pero estaba demasiado dormida para despertarse, se acercó hacia el hombro de Zeng Zhen, encontró una posición cómoda y se quedó dormida de nuevo.
Zeng Zhen sentía un cosquilleo que no podía rascar.
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