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Capitulo-4 Un error de Cálculo

Después de darme cuenta de que he cometido un error dejando a solas a mi madre y hermana, tuve un miedo inquietante que pasó desde mi cabeza hasta la punta de mis pies, como si me trataran de decir algo, que no las abandonara. Pero estaba decidido, quería protegerlas entregando mi cuerpo, para que ellas siguieran el camino de la vida, siguiendo adelante aunque me toque tener que luchar contra bestias desconocidas.

Un momento después llegué donde estaban los caballeros. Todos estaban alterados tratando de pensar una excusa para que no los llevaran a la guerra. De repente, se escuchó un estruendo cerca de donde había dejado escondida a mi madre y hermana. Rápidamente, uno de los caballeros se dirigió al lugar del impacto. Empecé a correr lo más rápido que pude en esa dirección. A lo lejos, alcancé a visualizar a mi madre que estaba diciendo algo, pero no lo entendía. El caballero había sacado su espada. Esta era de un color plata brillante, parecía una luna en su renacer. Tenía un aspecto medio macabro, lo más probable es que fuera algún artefacto o reliquia del Bosque Mágico.

En un instante, él apuntó su espada a mi madre, que se encontraba un poco histérica. En ese momento lo entendí, ella me estaba dando la oportunidad de escapar con Emy. No lo podía creer, lo más probable es que ella quería reencontrarse con mi padre. Me dolió el pecho, no sabía cuál era la decisión correcta. Mi madre, quien quería que escapáramos, se estaba entregando. No me gustaba esa idea. De repente, siento una pequeña piedra encima de mi cabeza. Era Emy, estaba un poco lejos y me estaba llamando, se le veía un poco desesperada. En mi mente me dije:

—No hay otra opción, perdóname por abandonarte, mamá.

Miré por última vez a mi madre y vi que estaba sonriendo. Tal parece que logró su objetivo. Entonces di un paso hacia mi hermana, ella me estaba esperando. Pero esto no se quedaría así, nos reencontraremos madre, padre...

Después del sacrificio que hizo nuestra mamá, Emy ha estado llorando todo el día. La entiendo; si yo no hubiera decidido guardar todas mis emociones y meterlas en el fondo de mi corazón, estaría peor que ella. Justo ahora no puedo darme el lujo de hacer eso. Tengo que proteger a mi hermanita y rescatar a mis padres, para poder reencontrarnos y vivir felices de nuevo.

Mientras tanto, tenemos que empezar a buscar dónde quedarnos esta noche. Estamos en un lugar que sabíamos que existía pero nunca nos habíamos adentrado en él. Este lugar se podría describir como un lugar con un aire pesado, lleno de montañas. Creo que es la cordillera que separa los reinos. Es un poco escalofriante, ya que no sabemos en qué momento nos encontraremos con una bestia y no podemos luchar.

Caminamos un buen rato con cautela. Emy, al parecer, se sentía un poco mejor, pero no ha dicho ni una palabra desde que empezó el viaje. Por mi parte, he estado analizando los posibles lugares para quedarnos esta noche, siguiendo los consejos de supervivencia que me dio mi padre. He evaluado dos lugares: uno de ellos es un árbol bastante alto con sus ramas anchas, es la primera vez que veo uno de estos; el segundo lugar es una pequeña cueva llena de murciélagos. Después de esos dos lugares, los otros que he visto no me convencen, son demasiado peligrosos para que dos niños sin un adulto pasen la noche.