CAPÍTULO 42- La boda.

Humanos contra demonios.

CAPÍTULO 42

Estoy haciendo flexiones y Destino está sobre mi espalda. Las hago rápidamente.

Gracias a mi magia, esto es muy fácil.

—Con el hechizo "Muslar asio" soy muy fuerte, este entrenamiento es sencillo.

—Sí... Demasiado sencillo.

Truena los dedos y mi fuerza desaparece.

Caigo al suelo y me quejo de dolor.

¿Q-qué?

—¿E-eh? ¿Por qué perdí mi fuerza?

—No tiene sentido entrenar si vas a usar magia.

Destino voltea a ver a Dios.

—Este chico aún tiene demasiado poder mágico. El Dios supremo te va a regañar.

—Aún no me dice nada, si me llama la atención, entonces les quitaré más poder mágico.

—Podría eliminarte y reemplazarte.

—Lo sé, pero...

Destino lo observa con una mirada seria.

... ¿Qué está sensación? El ambiente de puso serio.

•

•

Dios captó el mensaje, pero Daniel no comprende nada de lo que pasa.

—Ya veo, sabes mi futuro... Entendí el mensaje, Destino.- Pensó Dios.

•

•

... ¿Por qué no hablan?

Dios se acerca a mí.

—Lo siento, Daniel, tendré que quitarte poder mágico.

¡¿Otra vez?!

—¡No, por favor!

—Sé que con el poder mágico que tengas aún, podrás vencer a los demonios.

¡No, no podré! ¡Por favor, no aumentes la dificultad de mi vida!

Truena los dedos.

—Listo... Ahora tu nivel mágico es de tres.

¿Hay niveles? Bueno, lo tenía que suponer. En los animes sobre magia, el poder mágico siempre se mide por niveles y tipos.

—¿Tres?

—Yo mido el poder mágico por niveles. Al principio te di poder mágico de nivel diez, cuando te quité algo de tu poder mágico, disminuyó a nivel seis.

—¿Nivel tres qué tanto poder mágico es?

—Tú podías volar por horas, ahora ya no. Volarás por unos 10 minutos máximo... Y tu velocidad será menor... Tu velocidad corriendo, será tu velocidad volando. Y tu fuerza usando el hechizo "Muslar asio" solamente será el doble de tu fuerza normal... Igual que tus reflejos... Y tu resistencia.

Mierda, mierda, mierda, mierda... ¡Perdí demasiado poder!

—¡Me quitó demasiado! ¡No es justo!

—Lo siento.

Ahora seré muy lento volando... ¡Perderé mucho tiempo viajando! ¡Quería conocer todo el mundo 1!

—¡Perderé tiempo si viajo en carruaje! ¡No me hagas esto!

—No te preocupes. Aparte, Izuke... Bueno, Ángel, te enseñó el hechizo "Viaje".

¿Dios conoce a ese chico?

—¿Te refieres al chico de antes? ¿Quién era ese?

—Es el cuarto humano con un alma como la tuya.

—¿El cuarto? Él es de otro mundo, ¿qué hacía en el mundo 1?

—Está recolectando poder mágico especial.

¿Por eso me pidió algo de mi magia? ¿Tengo magia especial?

—¿Especial?

—El poder mágico que te di es especial, pues te permite usar los hechizos a la perfección.

Ese chico me da mucha curiosidad... Me interesa.

—¿Por qué los recolecta?

—Lo siento, pero es un asunto que no puedo contarte.

—E-está bien... Pero el hechizo "Viaje" gasta mucha energía mágica.

—Sí... Lamentablemente gastará toda tu energía mágica, así que debes usarlo solo en casos de emergencia, así que no uses el hechizo para hacer viajes tan seguido. Ese mundo es un lugar peligroso, en cualquier momento podrían atacarte.

Sí... Hay animales raros, criminales que usan magia, entre otros seres mágicos... Siempre tengo que estar alerta.

—Sí... Entiendo.

—Ahora debo esperar a que las demás se den cuenta de que perdieron poder mágico.

—¿Por qué no les avisas ya?

—Quiero saber si son capaces de darse cuenta de los cambios que sufren. Quiero saber si pueden sentir la sensación de que algo no está bien... No como alguien que tardó horas en darse cuenta.

Sí, entendí la indirecta.

—Lo siento, realmente no me di cuenta.

—Está bien, no te preocupes, sigamos entrenando.

Destino se levanta de mí y me toma el brazo derecho.

Me levanta del suelo... Me levanta demasiado, mis pies no tocan el suelo.

Me sacude un poco y me suelta.

—Haré que sientas el cuerpo pesado.

Mi cuerpo empieza a pesar demasiado y mis piernas empiezan a temblar.

—Ahora quiero que camines lo más rápido posible.

—S-sí.

Empiezo a caminar rápidamente. Estoy caminando mientras tiemblo.

—¿A-así?

Destino sonríe satisfecho.

—Vas bien.

Destino voltea a ver a Dios.

—Este chico tiene potencial.

Dios sonríe.

—Sí, lo sé.

•

•

Una hora después.

Caigo al suelo agitado. Estoy muy cansado... He hecho ejercicio por una hora... Realmente fue agotador.

—F-fue agotante.

Dios truena los dedos y mi cansancio desaparece... Ya no estoy cansado.

—¿Eh? ¿Qué pasó?

—No hay tiempo para descansar, levántate.

—¡¿Podías quitarme el cansancio?! ¡¿Por qué no lo hiciste antes?!

—No tiene sentido que entrenes sin que sufras cansancio. Debes dar el 100% sin importar lo cansado que estés. Como es tu primer entrenamiento conmigo, te ayudé por esta vez, pero será la última vez que te quite el cansancio.

Me levanto del suelo... Supongo que tiene razón... No tiene sentido entrenar si no sufro un poco... Sin dolor no hay mejora.

—Sí, está bien.

—Ahora...

Me lanza un golpe en la cara con su puño derecho, pero su puño atravesó mi cara como si mi cara fuera vapor... Atravesó mi cara como si su puño no fuera real... Como si hubiera sido una ilusión.

—¡¿Eh?!

—No te preocupes.

Retira su puño.

—Es una manera de evitar golpearte. Quiero que esquives mis golpes lo más rápido que puedas.

—Sí... Está bien.

—¡Vamos!

Empieza a lanzarme golpes e intento esquivarlos.

Esquivo algunos, pero otros atraviesan mi cara... Es realmente complicado... La mayoría no puedo esquivarlos... Debo ser más rápido.

—¡Tú puedes, hazlo!

•

•

Una hora después.

Estoy acostado sobre el suelo. Estoy cubierto de sudor y agitado... Estoy demasiado cansado... No puedo levantarme... Pero creo que lo hice bien.

—Estoy muy cansado.

—Lo hiciste bien, Daniel.... El entrenamiento de hoy fue sencillo porque es la primera vez que entrenamos. La próxima vez que entrenemos, los ejercicios serán más duros y no seré blando contigo, la próxima vez sí te golpearé.

—E-está bien... Suena bien.

—Nos vemos en 30 días. Recuerda entrenar, Daniel.

—Sí, entrenaré todo el tiempo posible.

—Adiós.

Truena los dedos y desaparezco de ahí.

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—Lo hizo bastante bien.- Dijo Destino.

—Pero aún le falta mucho por aprender.

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Mundo 1.

Aparezco acostado en el aire, en mi habitación y caigo al suelo... Maldita sea, ¿no pudo dejarme en el suelo?

—Lo hizo a propósito, maldita sea.

—¿Daniel?

Volteo y veo a Daniela parada frente a la puerta de la habitación.

—¿Qué haces despierta?

—Te estaba esperando. Tardaste mucho con Rem, así que me preocupé un poco.

Me sonrojo... Mierda, me descubrió.

—¿T-te diste cuenta que salí con Rem?

—Sí... Los escuché hablar... ¿Realmente lo hiciste con ella?

Me levanto y bajo la cabeza... Le tengo que explicar lo que pasa... No quiero que piense mal de mí.

—Escúchame primero antes de juzgarme.

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Una larga explicación después.

Daniela y yo estamos sentados sobre la cama... Le expliqué la situación.

—Así qué, en resumidas cuentas, sin mi corazón puro, estoy destinado a ser un pervertido... Creo que por eso no rechacé a Rem... Pero no quiero ser un pervertido... No quiero.

—Pocas personas han logrado evadir su destino... Pero eso no significa que no puedas. Creo que, si lo intentas, podrás evadir tu destino y no ser un pervertido.

Supongo que puedo lograrlo... Daniela es muy buena, no me juzgó... Realmente puedo confiar en ella.

—Me siento mal... No me gustan las personas que acosan a las mujeres... Y me convertiré en uno de ellos... Creo que debo salirme del equipo... No creo que sea buena idea estar rodeado de mujeres.

—¿Crees que aceptarán que te vayas?

—Ellas apenas me conocen, así que no les afectará.

—Eres el chico que las revivió, eres un héroe para ellas... Creo que se sentirán mal si te sales del equipo.

Sí, soy un héroe para ellas, pero también provoqué sus muertes... Realmente es complicado... No sé si soy el bueno o el malo.

—Lo sé... Pero debo hacerlo... Sinceramente, no quiero, ellas me agradan... Y, siendo sincero, me divierto estando con ellas, pero... no quiero decepcionarlas con mi verdadera personalidad... No quiero.

Daniela me acaricia la cabeza y me sonríe... Ella es realmente buena y linda... Me agrada mucho.

—Estoy segura de que podrás, solo debes luchar por cambiar tu destino.

Escuchar eso me hace sentir muy bien... Me siento feliz.

—Sí... Lo intentaré... Gracias, Daniela.

Bostezo y me acuesto sobre la cama... Recordé que estoy cansado.

—Necesito descansar... Buenas noches, Daniela... Y si llego a tocarte mientras duermo, no dudes en golpearme, por favor.

Daniela se ríe y me sonríe... Eso no fue una broma... Lo digo en serio.

—Sí, no te preocupes, descansa.

—Igualmente... Por cierto... ¿Me harías un gran favor?

—Claro.

—Supongo que conoces a Meibis y a Rocco. Son los semihumanos que conociste en el pueblo donde te invoqué.

—Sí... Creo que sé quiénes son.

—¿Puedes ir por ellos...? Creo que tengo la magia suficiente para abrir el portal, pero después me quedaré sin magia... ¿Puedes traerlos volando? Quiero que estén en la boda.

—Claro.

Me levanto y extiendo mi mano derecha.

—Viaje.

Un portal aparece.

—Gracias, Daniela.

—No te preocupes, no es nada.

Daniela entra al portal y se cierra.

—Realmente agradezco tu ayuda.- Digo sonriendo.

Me acuesto y me duermo inmediatamente.

•

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(9:43 de la mañana.)

Dos chicas entran a la habitación. Las dos chicas son semihumanas con cabeza de mono. Daniela está acostada en mi cama, a mi lado.

—¡Amo Daniel!

—¡Debe prepararse para la boda!

Abro los ojos y me levanto... Qué flojera... Aún quiero dormir.

—¿La boda...? Es cierto.

Olvidé que me casaré.

—¡Nosotras le ayudaremos, acompáñenos!

Muevo a Daniela, intentando despertarla.

—Oye, creo que debo irme, despierta.

Daniela abre los ojos poco a poco.

Daniela se levanta y bosteza.

Qué adorable se vio.

—Avísales a los demás que se preparen, la boda comenzará... La boda... Casarme con unas desconocidas es algo que nunca me imaginé que haría... Pero supongo que es lo correcto.

Las chicas me toman de los brazos.

—¡Vamos, camina!

—¡Debemos peinarte y vestirte!

No me gusta vestir elegantemente... Pero bueno.

—Sí... Está bien.

Salimos de la habitación.

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Daniela tiene una expresión triste. Ella sabe que Daniel ha estado sufriendo mucho últimamente, y ahora se casará sin sentir amor.

—Daniel claramente no quiere casarse... Pobre.

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Tres horas después.

Esmeralda y Charlotte están paradas frente a mí usando un hermoso vestido negro. Ambas tienen el mismo vestido. Estamos en un gran salón, en donde hay decenas de invitados sentados, observándonos. Mis compañeras están usando hermosos vestidos y Rem me observa con una mirada triste. Yo estoy usando un traje rosa con un moño negro.

El Rey está al lado de nosotros.

Las bodas de este mundo son casi iguales. En este mundo simplemente el padre o madre de la novia y novio debe darle el permiso a la novia y el novio de ser esposa y esposo, y ya, con eso se casan oficialmente... Qué raros... Mi abuela ya me dio permiso, solo falta el permiso del Rey.

Creí que las bodas de la realeza serían más grandes, pero no, son más sencillas. El Dios de los semihumanos inventó este tipo de bodas, es por eso que todos se casan de esta manera.

... Ah, el Rey sigue hablando, ya se alargó.

Escucho al Rey decirnos unas palabras que, sinceramente, no me importan... Tampoco lo escuché muy bien.

Me aburrió.

Ah, es cierto, recibí invitaciones de compromiso de princesas de otros países, pero obviamente las rechacé. ¡Solo me casaré con estas princesas porque odio la discriminación! Quiero que los humanos y semihumanos dejen atrás el odio.

—Es un placer para mí, darles permiso a mis hijas para casarse con Daniel, el héroe de nuestro mundo.

Todos aplauden y las princesas se acercan a mí... Están muy sonrientes.

... Quiero acariciar sus orejas. Qué adorables.

—Oficialmente...- Dijo Esmeralda.

—Eres nuestro esposo.- Dijo Charlotte.

—Ahora debes...

—Besarnos.

Me sonrojo y trago saliva... Mierda... Supongo que debo hacerlo.

Debo respetar las tradiciones de este mundo.

Supongo que no tengo otra opción.

Me acerco a ellas y Esmeralda rápidamente toma mi cabeza y me da un gran beso en la boca.

—¡Yo lo quería besar primero!- Dijo Charlotte enojada.

Charlotte empuja a su hermana y me toma la cabeza. Me da un gran beso y Esmeralda la empuja.

—¡No me empujes!

—¡Te odio!

Empiezan a pelear y suspiro.

Realmente no quería casarme.

Levanto la mirada... Ah... Solo espero que mi vida no siga empeorando.