CAPÍTULO 207- Norke.

Humanos contra demonios.

CAPÍTULO 207

Respetar a las personas. El respeto es algo muy importante.

Mi abuela me enseñó desde pequeño a respetar a las personas.

Yo siempre respeto a las personas, pero siempre y cuando, merezcan respeto.

La primera vez que conocí a un Rey en este mundo, no me arrodillé frente a él. ¿Por qué? Bueno, la respuesta es sencilla: No merecía mi respeto.

Los maridos de las mujeres que vivían en el pueblo pobre, cerca del castillo, no ganaban mucho. Ellos trabajaban en el castillo. El Rey claramente era rico, podía darles un poco más de dinero.

Es por eso que no me arrodillé y dije: "Me da flojera."

No me daba flojera, no quería arrodillarme ante alguien que no merece ser respetado. Dije que me daba flojera para que el Rey no me viera tan mal. Si hubiera dicho: "No quiero arrodillarme ante alguien que no merece mi respeto" me hubiera matado.

Soy bueno, pero solo soy bueno con las personas que lo merecen. Así es mi naturaleza... Así es mi corazón.

¿Por qué estoy diciendo todo esto? Bueno, nuestra comida se acabó y necesitaba comprar más, así que Lina y yo fuimos a una ciudad para comprar más.

En esa ciudad existe algo llamado: "Norke".

¿Qué es eso? "Norke" es el nombre de un hombre muy rico, que tiene decenas de negocios. Tiene florerías, restaurantes, mercados, posadas, burdeles, e incluso, tiene un gremio de comerciantes y un gremio de aventureros. Todos sus negocios se llaman "Norke".

Podría decirse que toda la ciudad le pertenece.

Norke es alguien grosero. Se enoja fácilmente… Odio a las personas así. Lina me dijo todo lo que sabía sobre él cuando se lo pregunté... Y él está aquí.

Observo como Norke está caminando tranquilamente. A su lado hay dos hombres, con collares de metal en sus cuellos. Están caminando como perros. Una escena bastante asquerosa de ver.

Norke es un hombre atractivo, tiene el cabello negro, ojos rojos, su piel parece muy suave y blanca, usa un traje negro y un bastón rojo.

Parece alguien elegante.

—Que día tan lindo.- Dijo Norke. Tiene un gran sonrisa en su rostro.

Tsk. Me prometí no perder el tiempo ayudando a los demás. No tengo tiempo. Ignoraré eso y terminaré con lo que estoy haciendo. Debo seguir entrenando.

Lina y yo estamos comprando verduras tranquilamente… Hasta que escuché un grito.

—¡¡Maldito vago!! ¡¡Qué asco!!

Me prometí no hacer nada e irme, pero la bondad en mí no me permite ignorar eso.

Volteo a ver a Norke. Un pobre anciano está en el suelo, claramente es ciego, tiene vendas en sus ojos y usa un bastón.

—L-lo siento, señor. Soy ciego. Discúlpeme por chocar con usted.

Tomó al anciano del cuello y lo levanta del suelo.

Los pobres pies del anciano intentan tocar el suelo, pero no alcanzan.

—¡Este traje cuesta más que tu vida, y ahora está sucio!

—L-lo siento…

Comienza a apretar con fuerza el débil cuello del anciano.

Está disfrutando eso… Norke lo disfruta… Maldito.

No quería meterme en problemas, pero no puedo seguir viendo eso.

—Magia de agua: Esfera de agua.

Una esfera de agua impacta sobre la cara de Norke. No le hizo nada, pero ahora está más enojado.

—¿Quién…?

Suelta al anciano y cierra su puño con furia.

—¡¡¿Quién hizo eso?!!

Me acerco a él, mientras tengo una mirada furiosa. Odio eso. Odio a los que se aprovechan de los débiles. Ese anciano es ciego, no fue su culpa.

—Yo fui.

Cadenas aparecen al lado de él y lo toman de los brazos y piernas.

—¡¿Qué es esto?!

—Te llevaré a prisión. Intentaste asesinar a un anciano.

Lina se acerca a mí.

—No estará mucho tiempo en prisión, Daniel. Él es Norke, uno de los hombres más ricos de Ejico.

—Sí, lo sé. Supongo que tiene contactos…

Rei aparece frente a mí y lo tomo con mi mano derecha.

—Supongo que… No… Espera…

Me acerco a Norke y me paro frente a él.

—Supongo que me conoces, ¿no?

—Daniel, el supuesto héroe. Los héroes no asesinan, ¿lo sabías?

—Yo sí lo hago.

Pongo la punta de mi espada en su cuello.

—Escucha, Norke, quiero pedirte un favor. Si haces lo que te digo, vivirás. ¿Entendiste?

Él sigue furioso, pero dudo que se niegue.

—Sí, entendí.- Dijo mientras aprieta sus dientes.

—Necesito conseguir ciertas rocas. Se encuentran en Ejico, pero no sé en qué ubicación exactamente. Son de color rojo y brillan mágicamente. Se dice que se encuentran al lado de una gran roca con forma de espada. Necesito que tú me ayudes a encontrarlas. Tienes el dinero suficiente para pagarle a cientos de personas para que busquen esa roca y excaven para encontrar las otras. ¿Me ayudarás o prefieres morir?

—¿Solo eso? Está bien, lo haré.

Eso fue más fácil de lo que pensé. Gracias, me ahorrarás mucho tiempo.

—Sí… Gracias… Un hombre muy rico caminando sin protección… ¿No tienes miedo de que intenten matarte?

—Sé cuidarme solo, chico. No necesito protección.

—Sí… Siento un gran poder mágico en ti… Está bien.

Un poco de tierra sale del suelo y flota al lado de mí.

Activo mi modo rosa y la tierra se transforma en un teléfono.

—Bien, te diré lo que harás.

•

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(Una hora después.)

Lina y yo entramos al comedor del barco, con enormes cajas en nuestras manos.

—Bien…

Dejamos las cajas y me trueno los dedos.

—Terminamos.

—Lina… Norke es bueno… Su alma es buena… ¿Por qué se comporta así?

Su alma era de una persona buena... Ese hombre es alguien raro.

—El dinero cambia a las personas.

—Tal vez… Es raro… Quería matarlo, pero al mismo tiempo, no quería… Yo siempre siento que debo ayudar a las personas, pero… Esto es raro… Sentía que debía ayudarlo… Quería ayudarlo, pero no sé por qué.

—Tu corazón es raro. Tal vez esté descompuesto.

—No lo sé… Bueno, tenemos que regresar a entrenar.

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Lejos de ahí, en la mansión de Norke.

Él está sentado en una mesa… Comiendo solo... Un gran comedor, pero solo una persona comiendo.

Parece algo triste.

No disfruta su comida, a pesar de que está comiendo comida muy deliciosa.

—Ah...

Con un gran suspiró cerró los ojos.

A pesar de sentirse solo, alguien se preocupa por él.

Una sirvienta lo observa desde lejos y baja la mirada.

—Amo…

La única persona que se preocupa por él, su sirvienta personal.

Ella tomó aire y se acercó a él.

—Amo, hablar le ayudará a... superarla. Por favor, hable conmigo, no necesita guardarse todo ese dolor.

Él abrió los ojos y la miró.

—Sí... Gracias. Te lo agradecería mucho, Nizzy... ¿Por cuánto tiempo nos hemos conocido? ¿20 años? Desde que ella... murió, no hemos hablado normalmente como lo hacemos. Por favor, siéntate conmigo a comer... Y deja de llamarme amo. Llámame Norke.

Ella sonrió y se sentó con él en la mesa.

—Sí, Norke.

—Sabes, hoy conocí a ese famoso chico llamado Daniel. Con solo verlo, pude darme cuenta del gran poder de su alma... Mi maestra estaría encantada con él si siguiera viva. Y era muy guapo. Hasta una solterona que no quiere enamorarse como tú se enamoraría inmediatamente de él.

—Sí. He escuchado rumores sobre él. Pero enamorarse de alguien solo por su apariencia es algo demasiado ridículo, nunca me enamoraría de alguien por eso.

—Sí... Supongo que sí. Ah... No sé qué hacer...

Sus lágrimas comenzaron a salir.

—No sé qué hacer sin ella.

—Norke...

La sirvienta se levantó y abrazó a Norke.

—Maestra... Realmente la extraño.

—Debes seguir adelante, Norke... Debemos seguir adelante.

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(Mundo 50.)

Dreimo se despierta en una cama, en una linda habitación.

—¿Cuánto tiempo dormí…?

Siente que alguien está a su lado.

Voltea y se da cuenta de que la Elfa está a su lado.

—Vaya, vaya…

Mueve un poco a la Elfa.

—Oye… Despierta.

La Elfa abre los ojos poco a poco y bosteza.

—Buenos días…

Ambos se sientan en la cama.

—¿Ya te sientes bien?- Dijo la Elfa. Tiene una dulce sonrisa en su rostro.

—Sí, creo que sí… Gracias por la ayuda. Me retiro.

Dreimo se levanta de la cama y se da cuenta de que está en ropa interior.

—¿Y mi ropa?

—Estaba rota y apestaba, así que la tiré. Te compré un poco de ropa, está en el baño.

—Muchas gracias… ¿Hay un pueblo cerca?

—Sí, solo debes caminar al norte por una hora.

—Gracias.

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(Minutos después.)

Dreimo sale de la casa de la Elfa, vistiendo una camisa blanca y un pantalón blanco.

La Elfa salió para despedirlo.

—Muchas gracias por todo. Y disculpa que no pueda contarte sobre mi situación, es algo personal. Pero te aseguro que no soy ningún criminal ni alguien malvado. Soy bueno. De nuevo, muchas gracias por todo.

—No te preocupes, puedo sentir bondad en ti. Los Elfos somos sensibles con los sentimientos. No eres malo. Vuelve cuando quieras.

Dreimo voltea a verla.

—Gracias por su ayuda... Adiós.

Se aleja caminando y cierra los ojos.

—Entrenar… Y matar a la princesa… Plan sencillo, pero funcionará.- Pensó Dreimo.

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(Mundo 1.)

Diego, Sato y Cristhela están sentados en una mesa, con la Reina y las dos princesas.

—Ya veo… Si tú lo dices, significa que es verdad… Vamos a preparar a nuestro ejército.- Dijo la Reina.

—Sí… Bueno, creo que es todo… Debemos irnos.

Diego y los demás se levantan de la mesa.

—Debemos entrenar… Nos retiramos.

Salen del comedor y Sinka suspira.

—No se parece en nada a Daniel.

•

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(Pov- Diego.)

—¡Ahhhhhh! ¡Todo está saliendo bien!

Con energía y felicidad, comencé a correr alrededor de Sato y Cristhela.

—¡Pensé que sería más difícil! ¡Nos ahorramos mucho tiempo y discusión!

—Todavía nos falta encontrar a Daniel.- Dijo Sato.

Ah... Sí... El protagonista... Ah, ¿por qué él no nos busca a nosotros?

—Sí, sí. Buscar a Daniel. ¡Pero primero entrenaremos! No podemos descuidar nuestro entrenamiento.

Daniel es importante, pero no podemos depender de él. Debemos cuidarnos solos. No seremos un estorbo. ¡A entrenar!

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(Pov- Daniel.)

(Días después.)

(160 días para la llegada de Solfrar.)

(52 días para la llegada de los demonios.)

—Estoy aburrido.- Dijo Sandro.

Bosteza y voltea a verme.

Estamos sentados juntos en una mesa, comiendo junto con las demás.

Estos días han sido intensos. Entrenamos como desquiciados y no tenemos mucho tiempo libre. Bueno, aunque tuvimos tiempo para conocernos mejor entre nosotros. Debemos conocernos para tener confianza entre nosotros y ser un mejor equipo.

—¿No quieres hacer una misión…? O….

Se acerca a mi oído y susurra.

—Ir a un burdel.

—No… Pero si quieres, ayúdame a encontrar al monstruo marino llamado: "Breiker". Treis me dijo que por esta zona aparece.

—¿Y cómo es?

—Dice que es un enorme tiburón, pero que usa magia de agua como arma.

—Un enorme tiburón… Suena interesante.

—Y también es completamente negro y sus ojos son completamente blancos y brillantes… Eso me dijo Treis.

Me levanto de la mesa y Sandro también.

—¡Vamos!- Dijo Sandro con una gran sonrisa.

Quiero conocer cosas interesantes y misteriosas de este mundo antes de morir.

•

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(Minutos después.)

Todos observan el mar y yo estoy observando mi teléfono. Estoy observando el mapa… O eso se supone. La pantalla está roja.

—Hay miles de peces… Buscar: Breiker.

Los puntos rojos desaparecen del mapa. Solo queda uno. Perfecto, lo encontré.

—Bien… Está debajo de nosotros… Solo quiero verlo, así que no lo mates.

Sandro se quita la camisa.

—¡Vamos!

Salta al agua y me quito la camisa y los zapatos.

—Ya vuelvo.

Salto al agua.

—Magia de agua y viento: Protección.

Entro al agua junto con Sandro.

—¿Ya?- Dijo Sandro.

—Espera… Ya. Recuerda, no respires. No sentirás la necesidad de respirar, pero si lo haces, el agua entrará a tus pulmones.

—Sí, lo sé.

Nos sumergimos y empezamos a nadar.

Combiné la magia de agua y viento, lo que provocó que el oxígeno del agua entre a nuestro cuerpo, pero el agua no entrará, al menos que respiremos, pues eso cancelaría el hechizo.

Básicamente, el oxígeno entra a nuestro cuerpo, el agua no, lo que nos permite estar por varios minutos debajo del agua.

El mar es hermoso, hay cientos de peces hermosos a nuestro alrededor… Aunque también me da miedo, pues hay seres aterradores. El otro día, tuve que pelear contra un calamar gigante.

El mar de este mundo da miedo.

A lo lejos, se puede apreciar al Breiker. Es… aterrador… Su diseño es simple, pero realmente me da miedo.

Es enorme… Es del tamaño del barco.

Pensar que algo como eso está debajo de nuestro barco, me provoca nervios… Según Treis, existen animales más aterradores, habitando el fondo del mar… El mar es realmente misterioso… Mejor me voy.

Tomo del brazo derecho a Sandro y salgo del agua volando rápidamente.

Aterrizo en el barco, estoy temblando de miedo. Me arrepentí de verlo. Sí, he visto cosas peores, pero creo que tengo cierta fobia por el fondo del mar.

—E-eso… me dio miedo.

—¡Increíble, ese tiburón se veía realmente aterrador!

—M-mejor vamos a entrenar.