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Cristal y roja

Iba a entrar a la casa de Willfest, pero estaba cerrado con llave, lo que era muy raro, incluso mire a Amelia, como si ella pudiera responderme, no estaba pensando muy bien las cosas, pensar que pudiera tener una enfermedad, más lo de la niña me tenia ansioso de mala manera. Tuve que tocar la puerta para que me abriera.

Un Willfest que aun estaba medio durmiendo me abrió la puerta.

-¿Qué haces acá Gran?, el sol aún no sale, debería seguir en ronda y ¿Qué hace la pelirroja contigo?

-Hay que hablar de dos cosas Willfest, es urgente me manda Roy... 

Cuando mencione a su hijo termino de despertar, y nos dejo entrar, me lleve la sorpresa que Lay estaba acurrucada en el sillón con una manta.

-¿Qué tienes que decirme Gran, habla?

Lay me miro con algo de sorpresa, me saludo tímidamente con la mano, acto que se lo devolví.

-Vamos por lo mas urgente, con Roy y Amelia encontramos al asesino que andan buscando... mato al mercader, al pomposo con dinero, el asunto es que la perseguimos y la encontramos.

-Eso son buenas noticias, me sorprenden gratamente, resolvieron algo que en casi 2 años los de acá no han sido capaces de resolver. -Dijo Willfest orgulloso.

-No te adelantes Willfest descubrimos quien es, y la dejamos escapar intencionalmente, esa fue mi decisión, no de Roy.

Lay que no aun no sabia que hacia despertada a esta hora me prestaba bastante atención, incluso juraría que también... no debe ser imaginación mía.

Willfest se altero bastante con lo que dije me agarro por los hombros.

-Muchacho entiendes lo que hiciste, cómo fuiste tan estúpido debería golpearte a ver si te entra un poco de razón en esa mollera tuya. - Me replicaba Willfest muy enrabiado.

-Sir Willfest deje terminar que Gran hable, créame lo hizo por una buena razón.

-Tú no me digas que debo hacer con mi tonto escudero, niña. - Ladró Willfest.

-Si señor, disculpe. -Dijo Amelia muy apena.

-¡¡Will era una niña, una puta niña desnutrida de la edad de Mirian o incluso menor, dime que podía hacer ¿matarla?... tal vez sea capaz de arrebatar una vida, pero no me pidas hacer eso con un niño, yo no puedo.

Willfest me soltó, luego se fregó la cara y dio una vuelta por su living, parecía un perro que quería perseguir su cola, pero que intentaba no hacerlo, finalmente se acerco a mi.

Lay se levanto bruscamente hacia su padre, honestamente no sabia que iba a pasar, pero Lay vio algo que yo no, e instintivamente levante mis brazos por si iba a recibir un golpe.

-Gran un guarida como un escudero, esta obligado a recibir ordenes, cosa que tú te las pasas por la parte más oscura de tu trasero, pero un Sir, o un buen soldado debe pensar bien en lo que va hacer, estoy orgulloso, de que hallas dejado a esa niña con vida, hasta alguien como yo puede desobedecer una que otra orden Gran.

Baje los brazos, estaba sorprendido, incluso Lay había juzgado mal a su padre, porque se quedo helada con el brazo a medio estirar, Amelia estaba algo incomodo con todo lo sucedido ya que probablemente se sentía que no debería estar presente en una conversación así, ella finalmente se limito a estar en silencio.

-Entonces por que me hiciste ma... olvídalo.

Algo que dijo Lay hizo sentir arrepentimiento en Willfest.

-Gracias Will, enserio eso significa algo para mí.

Willfest se rascaba la cabeza.

-No te acostumbres muchacho... yo me encargare del asunto de la asesina, no de la niña, les avisare cuando tenga algo pensado, ahora me puedes decir que hace ella aquí.

-Como soy tan tonta, es todo un honor verlo de nuevo Sir Willfest, siempre a sido un Sir admirable, usted no debe acordarse de mi, pero hace años me salvo de unos bandidos, cuando era muy niña.

-Ya veo, aunque debes disculparme, no te recuerdo niña, pero eso no contesta mi pregunta. dijo Wilffest con desinterés.

-Yo te respondo esto, nuevamente esto es totalmente idea mía, Roy estaba muy en contra, eso quiero dejarlo claro.- dije ansioso

-Gran es de noche quiero seguir durmiendo, ve directo al grano.

-Quería pedirte dejar a Amelia dormir un tiempo en tú casa si se puede.

Rápidamente se le asomo la vena en la frente a Willfest.

-Espera Willfest escúchame antes, ella no tiene donde dormir, y supongo que dinero tampoco, la encontramos durmiendo debajo del puente que da al castillo de Dublín.

-Me niego, ya tengo que aguantar que mi hija sea un soldado, no pienso aceptar a otra estúpida mujer que tira su vida al caño.

Willfest se había pasado con lo que dijo, sobre todo porque Lay estaba presente, la mire, y ella me hizo un gesto de que no me preocupara.

-Lo lamento pelirroja, pero no te quedaras en mi... por el amor de Dios, sienta muchacha, Lay tráeme el vinagre.

Por alguna razón el carácter de Willfest había cambiado radicalmente.

Una ves le paso el vinagre, Willfest se acerco con su cuchillo en mano a Amelia.

-¿Sir que quiere hacerme?- pregunto nerviosa Amelia.

-Se te infecto la herido del brazo, tengo que limpiártela, antes que empeore y mueras por una tontería así.

Intervine por un segundo, le dije a Willest que era mejor quemar un poco el cuchillo y esperar a que se enfriara, así al menos el cuchillo estaría más limpio y libre de gérmenes, pese a ponerme resistencia al inicio lo hizo.

Con bastante expertis, Willfest retiro la piel infectada y saco la materia, luego con un paño de lino limpio empapado en vingare, limpio la herida, después le dejo envuelto otro pedazo de lino en la herida, debía admitir que Amelia fue valiente, ni siquiera hizo in gesto de dolor.

-¿Niña tú nombre? - pregunto Wilffest.

Amelia Sir, sin apellido, solo Amelia.

-Amelia como no sentiste dolor o fiebre por esa herida, si no te cuidas vas a morir jovén... eso va también para ustedes dos.

-Cuando niña me caí a un pozo que no tenia agua, caí de cabeza, desde ese suceso, casi no siento dolor, por eso no me di cuenta de la infección, de hecho apenas siento dolor cuando me cortan, solo los cortes profundos me duelen.

-¿Logras sentir el tacto al menos?

-Si siento eso, también si esta helado o caliente, mi maestro decía que probablemente algo se afecto en mi cabeza cundo caí.

-Comprendo, esta bien, te permito quedarte por una semana, solo una semana, hasta que busques algo, en ese tiempo al menos sobrevive a tú estúpida apuesta con Fregan. - Dijo Willfest rendido y cansado.

Amelia estaba muy emocionada.

-No puedo creer que voy a dormir en le mismo techo que Sir Willfest y Lay la... y la soldado Lay.

Si no miraba fulminantemente a Amelia hubiera dicho el sobrenombre que le pusieron a Lay.

-Si eso es todo, Gran vuelve a tu ronda, Amelia dormirás en el sillón, no tengo mas piezas en esta casa, te traeré unas mantas.

-Muchas gracias Sir Willfes y Gran por darme acogida en su hogar.

-Si si muchacha, ya es tarde quiero irme a dormir- Dijo Willfest cansado.

-Descuida Amelia, te aseguro que Willfest me la cobrara... a todo esto Willfest, pretendía guardarme esto, pero creo que estoy enfermo o algo mal pasa conmigo.

Esta vez la que reacciono preocupada fue Lay que dejo su frialdad de lado, ella vino hacia mi y me agarro la cara, y me comenzó a examinar.

-Gran dime que tienes, que sientes, capitán hay que llevar a Gran al matasanos. - dijo Lay más preocupada que yo.

Por lo visto mis palabras preocuparon a todos, incluso Amelia que apenas me conocía, me miraba algo asustada.

-Les cuento, esto empezó cuando tú me golpeaste Willfest, cuando discutimos esa noche que rompí la mesa, me diste un golpe muy duro donde todo mi cuerpo me fallo, lo mismo paso en mi duelo con Fregan, por unos segundos luche medio ido, y ahora cuando me enfrente al asesino... a esa niña, ella me dio una patada en la barbilla, no fue muy fuerte e verdad, pero mis piernas me fallaron, incluso veía borroso, no sé lo que es, peto tengo miedo de que tenga algo en la cabeza.

-Gran cuando te hiciste ese corte en la barbilla ¿Te fracturaste la mandíbula? - Pregunto Willfes seriamente.

-No, pero en un entrenamiento a mis 15, mi entrenador me la fracturo.

-Comprendo, creo saber lo que tienes, pero solo hay una forma de confírmalo, te va a doler un poco eso sí.

Me puse algo nervioso, pero accedí.

-Te aseguro que no lo voy a disfrutar.

-Entonces porque sonríes Willfest, espera... por que levantas el puño...

Willfest me golpeo en el mentó, realmente no fue un golpe muy duro, aun así basto para tirarme al suelo, veía todo deforme, mis piernas no se movían como quería, escuchaba los gritos de Lay distorsionados, luego de unos minutos logre volver en mi.

-¿Qué mierda fue eso? - pregunte asustado

Estaba sentado en el sillón, Lay sostenía mi mano, Amelia estaba sentada al otro lado mío mirándome.

¿En que momento me senté en el sillón?

-Como no me di cuenta antes que tenias una debilidad de ese tamaño.

-Will que sucede, dímelo, enserio estoy preocupado, ni siquiera se como estoy sentado en el sillón.

-Tranquilo no es grave, pero podría serlo en el futuro, tienes una mandíbula de cristal, cuando te la fracturaron se curo, pero quedo frágil, por eso te afectan tantos los golpes en él mentón, el asunto es que a la larga si recibes tantos golpes ahí podría dañar tu cerebro... Gran te recomiendo que dejes las armas para siempre.

-Olvídalo Willfest eso no va a pasar. - dije seriamente.

-Gran tampoco me gusta la idea, pero con una debilidad tan obvia más pronto que tarde los demás lo sabrán.

-Podría ocupar un protector, como un casco o algo por el estilo que cubra el mentón, con eso solucionaría el problema ¿no?

-Si, pero si logran quitártelo y te golpean, seguirá siendo peligroso, además los cascos, están hechos para proteger más la cabeza que el mentón Gran.

-Tengo una idea, y conozco al herrero que puede crearme una protección idónea, pero esta vez habrá que pagarle.

-Pídesela, si no es muy caro, yo se la pagare a Magnus, continuaremos esta conversación mañana... te ordeno que te quedes aquí, hasta que no tengas el protector, no hagas nada estúpido... Lay te ordeno que hagas que Gran siga mi orden, estoy seguro que la desobedecerá, yo me encargo de tú ausencia en la guardia hija.

-Como ordenes capitán.

Rayos ahora si no creo que pueda zafarme... no puedo evitar sentir miedo por esto.

Willfest se retiro a dormir a su pieza.

-Creo que este maldito disfruto el haberme golpeado... a todo esto Lay que haces despierta.

-Me paso eso, luego no pude volver a dormir, me estaba acostumbrando a no tenerlas al dormir contigo Gran.

No pude evitar abrazarla, aunque el que quería ser abrazado esta vez era yo, pero por lo visto no le molesto el abrazo pese que Amelia estaba con nosotros.

-Un momento ustedes dos duermen juntos... ¿son pareja?, disculpen mis palabras, no debería meterme.

-Si no deberías, pero no te hagas ideas equivocadas, no somos parejas. - Dijo Lay.

-¿Sabes?, dices eso, pero los veo muy acaramelados juntos, mientras están abrazados, y tú lo abrazas del cuello.

-Amelia, se que... te comenzare a llamar Roja, Lay tiene razón, no somos pareja solo buenos amigos.

-No me agrada que me llames de esa forma.

-¿Por qué no?, siento que te queda bien el nombre, Roja.

-Tu también Lay.