webnovel

Fate/Stay Night: Shinji's Unloved Justice (SPA)

En un lugar recóndito de lo que conocemos como todo, en un universo que representa un mero inexistente punto en lo que se desconoce es que seres vivientes manejan proezas en sus manos, y entre ellos están los tan aclamados "Héroes". Ha sido así que en este pequeño existir, unos seres vivientes accedieron al poder que les permitiría alcanzar algo nombrado como "The Root", y para que esto fuera realizado, se necesitaba 7 almas de voluntad inexpugnable para pelear en una guerra sin par. Los años pasaron sin pensar en estos seres, hasta que en la tercera edición algo pasó, y el destino cambió, en vez de quedarse en dónde estaba, todo prosiguió con cambios inesperados, por lo que cuando este hombre descubrió la verdad, horrorizado, destruyó el artefacto que todos los que saben su nombre, anhelan. Y diez años después de silencio, las piezas empiezan a colocarse nuevamente en el tablero. ¿Podrá tú alma alcanzar tú meta? ¿O será acaso un ideal el que te comsuma hasta no ser más que cenizas? ¡Los espero, Héroes! ¡Dónde todo comenzó y todo terminará! (Personajes algo OOC, AU).

Bosterobasurero · Anime e quadrinhos
Classificações insuficientes
21 Chs

The 31st itself

Pero eso no importa, girando mí cabeza a un calendario colgado en la pared, puedo ver que el tiempo se acaba, y pronto se acerca el día del que me habló el señor Matou.

La Guerra del Santo Grial, ese evento que sucede cada 60 años en dónde los hechiceros, es decir, los Masters, intentan conseguir un deseo imposible a través de masacrar a los otros denominados Servants, unos 6 de estos, invocados a través del sistema que proviene del Grial.

—Tendré que pelear.

Pensé mientras comía lo último de mí desayuno; cuando lo terminé no dudé en levantarme de mí cama y empecé a vestirme no sin antes revisar el reloj que estaba sobre mí mesita de madera, colocada a un lado de mí cama.

—Es temprano todavía.

Dije mientras terminaba de vestirme con el uniforme de la escuela.

—Pero mejor me voy temprano, ya que alguien tiene que abrir el Dojo.

Al terminar esas palabras no dudó en tomar su mochila junto a su desayuno mientras camina hacia la cocina, no sin antes bajar por varias escaleras hasta la planta baja de su . . .casa.

Al estar por ir al picaporte de la salida escucha una voz detrás suyo, una que dice lo siguiente:

—Mañana es el día.

Apretó con algo de fuerza el picaporte, aunque no le haga absolutamente nada al mismo.

—Lo tengo claro, señor Matou.

Habló con respeto, pues esta persona no es que lo merezca, pero sabe que no debe faltarle el mismo, ya que algo en sus instintos le dicen que no lo haga, que por su propio bien se trague su orgullo.

—Eso es bueno.

Yo sé que no era bueno, porque lo que todos los hechiceros debían tener era algo que le faltaba, por no decir que mientras crecía veía aún más como sus propios "circuitos" (el señor Matou dijo que se llamaban así) se atrofiaban aún más. No sabía qué lo causaba, pero algo tenía que ver con el Señor Matou, de eso no tenía dudas.

—Me voy.

El silencio de parte del señor Matou fue suficiente para darle permiso a él para irse de allí, girando el picaporte y saliendo de aquél lugar.

Estando afuera se dejó llevar por su música mientras caminaba con tranquilidad, sabiendo que nadie estaba despierto a esa hora, cómo también ninguno de sus compañeros iba temprano a la escuela.

Caminando por las calles vacías, tal como un pueblo fantasma, es como él puede identificarlas, y sin importarle nada sigue adelante, sólo con el único objetivo de llegar.

Al final, luego de un viaje mediano logra ver el portón de la escuela hacia dónde se dirige aún oyendo música en su Walkman.

Cuándo llega puede ver por un instante la bicicleta de Emiya estacionada a un costado, sabe que es la de este porque tiene una etiqueta pegada en esta que dice "Working for a living" en inglés, sí no estoy mal eso significa algo como "Trabajar para vivir", un lema raro, pero que de alguna forma queda con ese tipo Emiya.

Eso significa que Sakura debe encontrarse en el Club de Kyudo junto a Mitsuzuri.

Tomándose su tiempo, sigue caminando hasta al Club y cuándo está por entrar ve como la puerta se abre y de ella sale alguien.

—Eres tú.

Ella lo dice con ese mismo tono de siempre, uno de desprecio, uno que él notó de entrada y sin problemas.

—Tohsaka-san.

Detiene su Walkman por unos momentos mientras pone su típica sonrisa de Shinji (sí es que eso existe), por otro la chica responde con su tono "normal".

—Buenos días, Matou-kun. Qué madrugador.

Tohsaka Rin, la niña modelo, idolatrada por todos, mujeres o hombres, incluso algunos profesores se muestran permisivos con ella. Siempre en el tope de la escuela respecto a comportamiento y notas.

Y también, es alguien de la que él finge estar enamorado, ¿Razones? Es divertido ver cómo su rostro se contorsiona en molestia. Esto le ha hecho ganarse enemigos, cómo también el desprecio silencioso de la propia Tohsaka.

—Por supuesto. Como Capitán, tengo que llegar pronto y dar el ejemplo a los demás.

Él claramente está mintiendo, ya que sabe que él mismo no es el Capitán, pero de antemano sabe lo siguiente que dirá la estudiante modelo.

—¿De verdad? Lo siento por interrumpirte cuando estás de buen humor, pero olvidas una palabra, Matou-kun. Y es una importante, pienso que no deberías olvidarla.

Ese es el preludio que esperaba, ya que ahora debe fingir curiosidad.

—¿Mm? ¿A qué te refieres?

Sabiendo lo que dirá, escucha pacientemente, ya que sí eres buen oyente, podrás notar el como los gestos de Tohsaka, es decir, sus gestos físicos, demuestran un tipo de satisfacción creyendo que le está poniendo en su lugar.

—Olvidas el "Vice--", "Vice-capitán". Deberías tener más cuidado. No hay mucha diferencia en lo que hace cada uno, pero sí lo destacas tanto, puede que la gente crea que te preocupes mucho ser capitán, ¿Verdad?

Eso es lo que quería oír, y ahora ese era el momento en dónde debía fingir demencia y decir que estaba mal lo que dijo.

—Huh. Tienes razón, seré cuidadoso a partir de ahora. Gracias, Tohsaka.

Después de este comentario ella intentará mostrarse modesta.

—No he hecho nada para merecerlas, pero no importa sí piensas lo contrario.

Y ahora la cereza del pastel, ella intenta irse pero él se pone delante suyo.

—Espera, has venido a mirar. ¿No? Entonces deberías quedarte. Eres bienvenida aquí.

De ahí, la respuesta de Tohsaka será algo como "Mejor no, hay algo que debo hacer" o algo del estilo.

—Mejor no. No quisiera interrumpir las práctica matinal.

Después de eso podría acercarse a ella e intentar convencerla para que se quede, pero lo ve cómo una perdida de tiempo, aparte que sabe el resultado de antemano.

—Sí es así entonces te dejaré. Nos vemos, Tohsaka-san.

Aunque ella le hable con el sufijo "-kun", él no tiene las agallas para hablarle de "-chan" ya que ni siquiera son amigos o algo parecido. Aparte, Tohsaka no es de su interés, simplemente es un entretenimiento rutinario, algo mundano como comprar algo todos los días por una costumbre, bueno, algo así.

La chica queda con los ojos abiertos ante su repuesta cortante, pero a él poco le importa, marchándose sin dejarle oportunidad de decir algo más.

Abriendo la puerta del Dojo, puede ver que sólo se encuentran Sakura e Mitsuzuri.

—Yo.

Saludó con un ademán mientras estiraba un poco su cuello y caminaba con su mochila a una habitación dentro del Club.

Aunque puede oír el murmullo de Ayako junto a Sakura, poco le importa, es más, lo ignora.

Luego de estar un rato corto entrenando, algo de 30 minutos, en silencio procedió a vestirse nuevamente con el uniforme dirigiéndose al edificio principal.

—¿Te vas tan temprano, Matou?—Preguntó Ayako, a lo que él le respondió—. Volveré, ya que es temprano todavía, así que quiero ver que me depara el día de hoy.

Haciendo un ademán con la mano, se despidió de ambas señoritas, saliendo por la única puerta de salida, caminando con tranquilidad a la escuela.

Aburrido estaba, por lo que salió de su rutina y fue a buscar algo entretenido, por lo que cuando perdía su esperanxa de encontrar ese algo fue que oyó un quejido en un salón, y lo abrió como de costumbre encontrándose a...

—¿Tan ruidoso en la mañana, Emiya? Me preguntaba qué habías estado haciendo desde que dejaste el Club. ¿Ayudando a Ryuudou? Haz lo que quieras, pero no hagas nada que comprometa la reputación del Club de Kyudou, después de todo, no es que seas muy comprometido de todos modos.

Emiya Shirou, lo conocía desde la secundaria, ya que un día de esos fue que Emiya Shirou llegó a su Mansion con una Sakura mojada y con algunas heridas, desde ese acto de "generosidad" fue que su relación comenzó.

Él no consideraba a Emiya como un amigo, más bien un conocido, ya que la amistad era entre Emiya e Sakura, no entre el pelirrojo y él.

—¿El club se ha tranquilizado ya, Shinji?

Eso fue un golpe bajo, ir contra lo que ellos hacían, moviéndose un poco en una pose que mostraba su incomodidad (no lo hizo voluntariamente, más bien fue una reacción).

—¡P-porsupuesto. . .! No tiene sentido contárselo a alguien de afuera, pero desde que cierta persona se fue todo ha sido pacífico. Llegaremos lejos en el diguiente campeonato.

Fue así que Shirou aún sin mirarlo a los ojos dijo:

—Ya veo, Mitsuzuri debe estar trabajando duro.

Tal como con Tohsaka, Emiya Shirou era sólo otra persona que usaba de entretenimiento, pero este era incluso más interesante que la chica, ya que sus reacciones no eran muy fuertes, es más, casi nunca sonreía.

Por lo que siguiendo el juego de su personaje, puso su mano en su bolsillo, entrecerró los ojos, y dejó su otra mano al lado de su cadera, mientras comtinuaba diciendo:

—¿Ah? ¿Pero qué dices? El club de kyodo está bien gracias a mí. Ahora eres alguien de afuera, Emiya. Hablando cómo sí supieras algo, sólo te avergüenzas a tí mismo.

Pero pese a una reacción de molestia que era lo esperado, Shirou simplemente pasó de eso, diciendo:

—Ya veo, tendré cuidado entonces. Después de todo ya no me preocupa el club de kyudo. Acabé con todo lo que tenía que hacer allí.

Ahora que lo analizaba, Emiya había hecho lo mismo en la secundaria: se inscribía a un club, tomaba todo lo que podía de ahí, y luego se iba a otro club hasta que no hubiera más por absorver.

Con todo dicho, él estaba algo molesto, ya que la naturaleza de ayudar de Emiya lo irritaba, cómo si hubiera algo malo dentro de algo tan bueno como ayudar.

—Tsk. Haz lo que quieras.

Puso una de sus manos en su bolsillo izquierdo y sacó su Walkman.

—De todos modos, no eres bienvenido en el Club de Kyudo, Emiya.

Soltó un último comentario mientras se sentaba en su asiento, procediendo a poner en reproducción su Walkman.

Y cuándo estaba reproduciendo una de las canciones, decidió pausarla por mera curiosidad a lo qué decía el pelirrojo.

—Es su estilo, al final te acostumbras. Shinji es Shinji.

Llamándolo así por su nombre, que molestia.

Puso nuevamente "play" a la canción que sonaba en su Walkman.

En algún sentido..

Emiya era como ese personaje que había visto en televisión, Godai Yusuke, de Kamen Rider Kuuga, qué bien podría ser su compañero, pero con el detalle de que Emiya Shirou no sonreía, más bien ponía muecas que podías tomarlas como sonrisas.

Godai Yusuke ayudaba a las personas sin importar de quienes o qué fueran, ya sea su edad, altura, color de piel, país de origen, e inclusive género, Godai las ayudaba en todo lo que pudiera, y lo más importante, él hacía sonreir a las personas con su actitud, por otro lado, Emiya ayudaba a cualquiera, daba igual quién fuera, simplemente lo hacía sin ningún motivo aparente, y después de esto se iba sin previo aviso, tal como Godai.

La diferencia radica en que Godai no parecía alguien vacío, en cambio, Emiya sí lo parecía.

Sus actos, eran casi, no, más bien, eran totalmente roboticos, Emiya era un robot con rostro humano.

Incluso sus reacciones "humanas" parecían fingidas, cómo si estuviera programado para eso, cómo si estuviera...

Roto.

—Carajo—Pensó mientras se rascaba ligeramente la cabeza.

¿Por qué pensaba en Emiya tan profundamente?

Él no era homosexual ni nada, simplemente.. no sé. Emiya era raro, lo suficiente como para lucir interesante a sus ojos.

Emiya era una persona, sin importar lo raro que fuese, eso era.

Aparte, era el amigo de Sakura.

Aunque no estaba tan seguro de la palabra "Amigo" del lado de Sakura, pero eso no importaba en lo absoluto.

Al final, se dejó llevar hasta que el día escolar llegara a su fin, cuando eso pasó, se levantó y se marchó despidiéndose únicamente de Mitsuzuri.

—Nos vemos, Mitsuzuri-san.

La chica suspiró mientras decía.

—Adiós a tí también, Matou-kun. Y ya te dije que no hace falta que me hables con tanto respeto.

Él negó con la cabeza, haciendo un ademán con la mano de despedida, y mientras caminaba hacia la salida de la escuela, dijo—¡Jamás! Nos vemos, capitana.

No sabía como había reaccionado Mitsuzuri, pero poco le importaba, ya que lo hecho, hecho está. Y por eso mismo avanzó sin mirar atrás.

Ahora que lo pensaba, de todas sus "relaciones interpersonales" la única con la que tenia este tipo de relación era con Mitsuzuri Ayako, qué incluso sí le molestaba admitirlo, era posiblemente la única persona que apreciaba.

Y no en un tipo de sentido romántico, sí no por que incluso con la actitud de mierda que mostraba al resto, Mitsuzuri siempre le perdonaba toda una de sus acciones, cómo sí fuera inocente de todo.

Él no sabía porqué era eso, pero la chica incluso le había permitido ser su vice-capitán, eso fue una responsabilidad que nunca le había dado la oportunidad de tener.

Nadie nunca le había dado nada de buena fé.

Por esta misma razón sí Mitsuzuri necesitara ayuda él aceptaría el ayudarla, ya fuera de buena gana o no. Era algo así como una deuda.

Por lo que continuó caminando, ignorando todo en general, después de todo, él no tenía a nadie en este mundo.