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Capitulo 31: El Escape

Zhou Zishu de repente sintió una mirada sobre él, como si alguien lo estuviera mirando específicamente.

Girando la cabeza, se encontró con los ojos de Ye Baiyi.

Ye Baiyi también estaba parado en la multitud, no muy lejos de él, pero tampoco demasiado cerca; no hizo un gesto, ni siquiera lo saludó con un solo asentimiento, todavía lo miró sin pestañear.

Su expresión era tranquila, como lo había sido cuando le dijo a Zhou Zishu: —Vas a morir pronto.

Vas a morir pronto, has sido una tortuga que sólo sabe cómo encoger la cabeza ante el peligro: Zhou Zishu se lo dijo a sí mismo en silencio, pensando. ¿Cuál es el problema?

A este punto, ¿Por qué tengo que preocuparme por arruinar mis planes futuros o por planear?

Si una persona no actúa precipitadamente al menos una vez en su vida, ¿No es entonces demasiado reprimida, demasiado lamentable?

De repente descubrió que su propio sueño era, desde el principio, ser un bastardo¹ que saca el cuello y no se esconde debajo de su caparazón.

La multitud que clamaba sin cesar de repente escuchó una leve risa; esa risa no debería haberse destacado entre la ruidosa multitud, pero por algún método desconocido, suprimió todas las otras voces así como así.

Entonces, un hombre delgado y modesto con una cara enfermiza de color amarillo salió y dijo con voz suave: —Oigan, ¿Qué tipo de lógica tiene molestar tanto a un niño en público?

Los ojos de Zhang Chengling se iluminaron. Su boca se movió sin hacer ruido, formando la palabra "Shifu".

Cao Weining le había hablado muy bien de Zhou Zishu a Gao Chong, por lo que Gao Chong dudó un poco antes de reconocerlo.

Tomando en cuenta el hecho de que Zhou Zishu poseía el aura exclusiva de un experto, debería ser alguien inolvidable luego de conocerlo.

Sin embargo, de alguna manera, cuando Cao Weining los había traído al Monte de la familia Gao ese día, sorprendentemente no había tomado nota de su persona.

Incluso en este momento, sólo podía recordar con gran dificultad que su apellido era Zhou y no recordaba su nombre.

Un escalofrío estremeció el corazón de Gao Chong.

Zhou Zishu saludó a Zhang Chengling y dijo: —Ven aquí, muchacho.

Zhang Chengling se lanzó a sus brazos sin decir una palabra, aún más íntimo con él que con su propio padre biológico cuando este último estaba vivo.

Feng Xiaofeng gritó: —¿Qué eres para él?

Zhou Zishu abrazó los hombros de Zhang Chengling e inclinó la cabeza para mirar a Feng Xiaofeng.

Al mirar su apariencia, se sintió muy molesto y lo desafió con un aire lánguido: —¿Ni siquiera me reconoces, pequeño?

Feng Xiaofeng se enfureció. Esta vez, sin siquiera esperar a que él hablara, el esclavo Gaoshan lanzó un rugido bajo y se arrojó hacia Zhou Zishu.

Su físico era gigantesco; por cada paso que daba, parecía incitar a la tierra para que temblara tres veces con ellos.

Se lanzó hacia él como un tsunami, con un un martillo de meteorito casi tan grande como la cabeza de una persona en la mano, y con la intención de pulverizar a Zhou Zishu hasta hacerlo papilla.

Era como si tratara a cada persona que se atrevía a insultar a Feng Xiaofeng como un enemigo que había matado a su padre.

La relación entre estos dos era realmente extraña.

Sin embargo, en un instante, Zhou Zishu ya no estaba donde se encontraba parado y cargó a Zhang Chengling con él.

El martillo del meteorito se estrelló contra el suelo, haciendo un cráter en las pizarras de piedra.

Gao Chong observó con un ojo clínico el movimiento y sintió que el qinggong de esta persona parecía haber alcanzado un nivel sin igual para cualquiera.

Era tanto como para poder alcanzar este tipo de velocidad incluso mientras arrastraba a otra persona.

Habiendo fallado, el esclavo Gaoshan barrió su martillo horizontalmente una vez más en un golpe.

Zhou Zishu calculó bien su oportunidad, golpeó ligeramente la punta de su zapato una vez en la cadena y luego levantó los dos pies, haciendo uso del martillo que venía en su dirección para devolverle el golpe en la cabeza.

Nadie sabía cuánta fuerza había en esa patada, pero independientemente, cuando todos finalmente se percataron, ese martillo de meteorito ya había dado la vuelta y se dirigía directamente hacia su maestro.

El físico del esclavo Gaoshan no le permitía ser ágil, lo que lo hizo incapaz de evitar el martillo; bajo coacción, sólo pudo abrazarse con fuerza, retraer la cabeza y girarse de lado con dificultad.

Con un fuerte bramido, absorbió el golpe con su hombro, toda su persona fue enviada volando por el martillo y cayó al suelo.

Feng Xiaofeng chilló, como si ese martillo de meteorito lo hubiera golpeado personalmente.

Por el momento, ya no se preocupó por los demás y se lanzó hacia adelante para ver primero a su esclavo Gaoshan.

El hombro del esclavo Gaoshan había sido destrozado.

Pero como era después de todo, más fuerte que los demás, todavía estaba vivo y consciente.

Se acurrucó en una enorme bola en el suelo sin sonido y con su par de ojos mirando a Feng Xiaofeng con dolor.

Feng Xiaofeng levantó la cabeza sólo entonces, mirando a Zhou Zishu con odio.

La cara de Zhou Zishu estaba tan quieta como el agua cuando dijo: —Quería mi vida, pero yo no quería la suya.

Luego, puso a Zhang Chengling de pie y dijo: —Vamos.

—¡Espera! —Esta vez, fue el líder de la secta Huashan Yu Qiufeng.

Una vez que se puso de pie, las sectas principales presentes que respaldaban a Huashan se pusieron de pie con él;

Yu Qiufeng miró a Zhou Zishu con una expresión extremadamente hostil, y luego apretó su puño al azar, rechinando entre dientes: —Este vagabundo, ¿No estás menospreciando a todos aquí al llevarte a este niño así, justo en frente de los rostros de todos los héroes bajo este cielo?

Zhou Zishu lo miró y dijo fríamente: —Entonces, ¿Qué debo hacer, según el líder de la secta Yu?

Yu Qiufeng dijo: —¡Puedes irte si quieres! ¡Pero primero déjalo explicar! ¡¿Por qué la gente sigue cazándolo?! ¡¿La familia Zhang tiene algo que ver con la Armadura Lapislázuli?! ¡¿En manos de quién está la Armadura ahora?!

Zhou Zishu miró al amargado líder de la secta Huashan con una sonrisa superficial, bajó la cabeza y le preguntó a Zhang Chengling: —¿Sabes de lo que está hablando?

Zhang Chengling apretó los labios y sacudió la cabeza.

Zhou Zishu preguntó: —¿Quieres hablar sobre las cosas que te preguntó?

Zhang Chengling extendió su brazo y tiró cuidadosamente de su túnica, sin palabras.

Zhou Zishu asintió y se volvió hacia Yu Qiufeng para decirle: —Líder de la Secta Yu, tiene preguntas, pero él tiene derecho a negarse a responder. Es mejor si nos despedimos aquí y nunca nos cruzamos en el futuro.

Terminado de hablar, tiró de Zhang Chengling y se fue.

Detrás de Yu Qiufeng, el líder de la secta Cangshan, Huang Daoren, se rió fríamente: —¡Este muchacho es demasiado arrogante! —Y tomó la iniciativa de causarle dificultades.

Este Huang Daoren tenía rasgos modestos, con una cara oscura que tenía una forma muy extraña.

Le encantaba llevar un abanico plegable durante todo el año y siempre estaba acechando detrás de Yu Qiufeng, pretendiendo ser alguien de cultura.

¿Quién sabía lo que estaba pensando?

Sin embargo, no ocultó su mano, ya que se arrojó en ese momento como una papa gigante lanzada hacia ellos.

Zhou Zishu se burló internamente.

Era técnicamente correcto decir que era arrogante; de todos modos, estas personas sólo sabían aullar y reírse como gallinas, y no guardaba respeto por nadie.

Cuando llegó el primer golpe de Huang Daoren, Zhou Zishu ni siquiera soltó la mano de Zhang Chengling.

En un instante, los dos hombres ya habían intercambiado innumerables golpes, algo que fue borroso para la multitud.

Luego Huang Daoren emitió un sonido bajo de dolor y retrocedió tres pasos.

La sangre brotó de su boca cuando cayó sobre su trasero.

Y se convirtió en una papa arrugada.

La escena se llenó instantáneamente de gritos de "¡Líder de secta!"

Yu Qiufeng entró en pánico, señaló a Zhou Zishu y dijo: —¿De dónde viene este hereje? ¿A caso pertenece a los Fantasmas? ¡No lo dejen ir!

Como no podía ganar contra Zhou Zishu, empezó a inventar calumnias. La esquina de la boca de Zhou Zishu se crispó.

No tenía intención de pelear contra ellos, así que abrazó a Zhang Chengling y se alejó un sinnúmero de zhang en un abrir y cerrar de ojos.

La escena estaba en caos; Cao Weining tartamudeaba a defensa de Zhou Zishu, mientras que otros como Gao Chong y Zhao Jing permanecieron en silencio con intenciones desconocidas.

También había un grupo de idiotas liderados por Yu Qiufeng alentados a discutir sin saber la verdadera razón del porqué lo estaban haciendo.

Gritaban y gritaban, como un mercado de animales.

Zhou Zishu maniobró entre la multitud como un fantasma, ocasionalmente atacando para defenderse de algunos que se toparon con él.

Debido a la Armadura Lapislázuli, Zhang Chengling, en sus brazos, no se había convertido en más que un trozo de carne del que todos querían morder; Yu Qiufeng pareció transformarse de repente en un perro loco, pisándole los talones.

¡Este líder de la Secta Huashan era como una vieja bruja, incapaz de dejarlo ir!

Las llamas de la molestia ardieron en su corazón. Se detuvo y luego se giró con la intención de encontrarse con él cara a cara.

En este momento, una sombra en forma de látigo repentinamente se abrió en el aire, bloqueando casualmente el camino de Yu Qiufeng.

A partir de entonces, se encontró con el olor a alcohol. Zhou Zishu enfocó sus ojos.

Ese hombre desaliñado cubierto de olor a alcohol, era de hecho Wen Kexing, que se había ido incluso sin decir una palabra de despedida la noche anterior.

Los ojos de Wen Kexing estaban completamente inyectados en sangre, sus pasos eran torpes con el descuido exclusivo de los borrachos.

Le sonrió lujuriosamente a Zhou Zishu, con la intención de postularse de manera carismática y atractiva, pero ésta fue arruinada por un eructo de ebriedad.

Luego dijo: —A-Xu, vete... vete primero, te ayudaré a detenerlos.

Antes de que terminara su oración, dio un paso moviéndose exactamente como una muñeca de tentempié en el viento, con la cabeza inclinada y la cola tambaleándose, causando preocupación en los presentes.

Luego esquivó todos los golpes que Yu Qiufeng le arrojó.

En medio de su tambaleo, el látigo en su mano crujió sin restricción; de alguna manera, "Simplemente rodeó" la pantorrilla de Yu Qiufeng y, bajo la mirada de todos, tropezó con el líder de la secta Huashan.

Wen Kexing incluso se frotó los ojos vigorosamente, bailando los pasos de la danza folklórica Yang con sus piernas como fideos, mientras inclinaba la cabeza para mirar a Yu Qiufeng furiosamente avergonzado.

Agitó la mano delante de sus ojos, y dijo con la lengua pesada en su boca: —Oye, tú, el que tiene... dos, dos cabezas, ¿Tú también bebiste demasiado? ¿Por qué estás gateando en el suelo?

Al presenciar esto, Zhou Zishu sacudió la cabeza internamente, sintiendo que esta vez la secta Huashan le guardaría un profundo odio a Wen Kexing.

Para mostrar su aprecio por la oferta de Wen Kexing, aprovechó la oportunidad para escabullirse con Zhang Chengling sin más demora y robó dos caballos de alguna parte.

Arrojó a Zhang Chengling sobre la espalda del caballo y lo llevó muy lejos, con el polvo asentándose detrás de ellos.

La conducción de Zhang Chengling era mala, muy mala en todos los aspectos.

No habían salido por mucho tiempo antes de que apenas pudiera alcanzar a Zhou Zishu, balanceándose de un lado a otro en la espalda del caballo.

Zhou Zishu suspiró internamente.

Sabía que Zhang Chengling era un bloque de madera, por lo que no esperaba de él las cualidades de una viga, así que abandonaron los caballos después de haber recorrido una cierta distancia.

Tomó a Zhang Chengling y saltó la pared hacia un patio abandonado y desolado, dejando que este joven que había estado aterrorizado durante todo el día descansara un poco.

Poco tiempo después, alguien abrió la puerta para entrar a este patio abandonado.

Zhang Chengling se levantó paranoico en un salto, sólo para ver a Wen Kexing tropezar tembloroso.

Al principio, Zhang Chengling pensó que sólo estaba actuando como borracho, pero luego de una segunda mirada, descubrió que estaba tan borracho que no podía distinguir las cuatro direcciones cardinales.

Tropezó unos pasos como una mosca sin cabeza intentando volar.

Se hincó en una sola rodilla frente a Zhou Zishu, su cuerpo se inclinó hacia delante y finalmente cayó al suelo.

Zhou Zishu apresuradamente levantó su rostro para mirarlo y vio que la cara de Wen Kexing estaba enrojecida, aunque sin heridas.

Pero Wen Kexing todavía pudo dirigirle una risa aturdida, mientras abrazaba las piernas de Zhou Zishu con fuerza.

Rodando hacia un lado, se tumbó en el suelo, usando esas dos piernas como almohada.

Zhou Zishu no pudo evitar preguntar: —¿Te caíste en una olla de vino?

Wen Kexing dijo, con la lengua pesada en su boca: —Ayer encontré vino, una bodega de vino... Mn, pasé la noche allí, bebí más de diez frascos... ¡Qué satisfactorio, qué satisfactorio!

Realmente había bebido demasiado.

Una vez que comenzó a reír, no pudo parar, aferrándose fuertemente a las piernas de Zhou Zishu.

Después enterró su rostro en ellas, todavía murmurando "Qué satisfactorio".

Sin palabras, Zhou Zishu observó su cabeza inclinarse hacia un lado y comenzar a roncar, profundamente dormido mientras el sol todavía estaba en pie, y por lo tanto concluyó que esta persona realmente estaba gastando su energía en cosas frívolas.

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[1] Literalmente se traduce como tortuga de caparazón suave, que se utiliza más comúnmente como una ofensa a los cobardes o débiles.