Capítulo 9: Mentiroso

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Ignorando el toque en su hombro, Yu Holea fue al panel de interruptores y encendió las luces.

Whoosh.

Whis Whis.

Un murmullo sonó cerca de sus oídos.

Volteando a su izquierda, vio un espejo.

Al principio, vio su imagen clara, pero luego...

Una figura de repente salió corriendo del espejo en su dirección.

La figura, al acercarse a Yu Holea, desapareció de repente.

Tap Tap

Whis Whis.

Los golpecitos en su hombro y los susurros cerca de sus oídos se hacían más frecuentes.

—Hahaha —Yu Holea escuchó risas provenientes de las escaleras al segundo piso.

Las luces empezaron a parpadear.

Al llegar a las escaleras, vio a un hombre con el cabello desordenado hasta los hombros, vestido de blanco, y sangre en sus dientes y boca murmurando algo.

De repente las luces se apagaron y la atmósfera se tornó fría.

Acercándose al hombre, lo escuchó claramente,

—Mira atrás, mira atrás —Yu Holea miró hacia atrás.

No había nadie.

Mirando de nuevo al frente, un rostro apareció frente a ella.

Piak.

Yu Holea abofeteó al fantasma con fuerza.

Escupió palabras con un tono duro,

—Mentiroso —el fantasma quedó atónito.

La ira apareció en sus ojos y se volvieron completamente negros y rojos.

Escupió con odio, —Maestro Celestial.

Yu Holea tarareó indiferentemente.

De repente el fantasma sonrió y su cuerpo comenzó a torcerse.

Mientras tarareaba una canción, una extraña sonrisa apareció en su rostro,

—El mal vive, el Demonio gana, el corazón se mancha una vez que se hace una mala acción. Oh, la avaricia me destruye, pero yo cometo los 7 pecados capitales.

Los ojos de Yu Holea se estrecharon.

Canción de la Maldad.

La Canción de la Maldad tenía el poder de debilitar la voluntad de una persona y confundirla para cometer los 7 pecados capitales, haciéndola perfecta para ser poseída.

Orgullo, Avaricia, Lujuria, Envidia, Gula, Ira, y Pereza son los 7 pecados capitales.

Muchos humanos los cometen diariamente, sin embargo, está dentro del rango que es aceptable.

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Pero una vez que tuvieran un extremo de cualquier cosa, seguramente morirían.

El mejor ejemplo era la anfitriona original, que sentía envidia de Yu Mei en extremo, llevándola por un camino de autodestrucción.

Yu Holea permaneció impasible.

Al verla impasible, la extraña sonrisa en el rostro del fantasma se tensó.

—¿Terminaste? —preguntó de repente y formó algunos sellos con las manos.

Despacio empezó a cantar también.

Su voz era etérea y hechizante.

—Como paciencia y diligencia, llevan a una persona a la vida de la esencia. La humildad y la caridad se han vuelto raras, la castidad y la templanza te harán brillar y realzarán tu presencia.

—Canción de la Virtud. Además de los 7 pecados capitales, también hay 7 virtudes que se les oponen. Paciencia, Diligencia, Humildad, Caridad, Castidad, Templanza y Gratitud son las 7 virtudes. —Para cuando Yu Holea terminó su canción, el rostro del fantasma se volvió pálido y comenzó a desvanecerse lentamente—. ¿Por qué? ¿Por qué? Yo también fui una víctima... —dijo el fantasma.

Yu Holea lo miró con interés, chasqueó los dedos, y el fantasma dejó de desvanecerse.

—Rong Jie murió a la edad de 45 años. Su destino era el de ser una persona exitosa, sin embargo, fue intercambiado utilizando un método prohibido. —Al escuchar las palabras de Yu Holea, lágrimas aparecieron en los ojos del fantasma—. Sí, soy Rong Jie, morí debido al intercambio de mi destino. Estaba destinado a ser una persona exitosa, pero morí una muerte desconocida.

Yu Holea dejó que descargara su ira, antes de continuar,

—Rong Hua, el famoso maestro de cítara de este país, de 75 años. Él era tu hermano gemelo, ¿verdad? —Odio relampagueó en los ojos de Rong Jie y asintió—. Sí, él fue quien me robó mi destino.

—Rong Jie —Yu Holea dijo lentamente—. Rong Hua fue el que tenía un destino exitoso y tú intentaste intercambiar el destino. Sin embargo, el método falló y te convertiste en un fantasma resentido. Realmente mereces morir... —La expresión de agraviado de Rong Jie se volvió horripilante, intentó atacar a Yu Holea.

Snap

Yu Holea chasqueó su dedo.

El alarido de Rong Jie sonó.

Silencio.

La luz volvió a la normalidad, y la oscuridad y el frío en el aire lentamente desaparecieron.

Yu Holea sacó de la bolsa un papel talismán y un cuchillo y se cortó el dedo.

Usando su sangre dibujó un talismán y lo lanzó en el aire.

Una luz dorada salió del papel talismán y rodeó la casa.

La luz dorada limpió toda la mala suerte y verificó el entorno.

Una vez que se aseguró de que no había otros fantasmas, Yu Holea se sentó débilmente en el suelo.

El fantasma con el que acababa de encontrarse era poderoso con 20 años de base de cultivo.