—Ugh, capitán…
El joven con la cicatriz en la cara estaba a punto de decir algo cuando el capitán lo interrumpió poniéndole el dedo índice en los labios.
—Shhhh, silencio.
Vio al joven que estaba debajo de ellos, revolviendo y buscando algo entre los troncos caídos de los árboles, antes de meterlo en su bolsillo.
El capitán entrecerró los ojos y fijó la mirada en Gao Peng.
—Deng Sen, vas a usar a tu Familiar para controlar a ese chico. Déjame el grande a mí—ordenó.
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