Luego de ver a Liu Zhaoyu y a sus amigos, Gao Peng regresó a su oficina y sacó el último número de una revista de ciencia.
Por lo general, cuando no había clientes, Gao Peng ordenaba algunas revistas para leer. De esta manera, podía matar el tiempo y obtener nuevos conocimientos al mismo tiempo, ya que los dos no se excluían mutuamente de todos modos.
Uno de los artículos llamó la atención de Gao Peng. Su autor era Ming Gandan, un escritor bastante conocido en la academia, que a menudo publicaba artículos en varias revistas famosas.
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