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Capítulo 3 : LA BATALLA

■ Mi niñez y mi adolescencia en mi antiguo mundo era lo que algunos llamarían privilegiado, no era como tal un rico pero tampoco un pobre, razón por la que podía darme algunos lujos que en ese entonces yo llamaba castigos.

En ese mundo la que era mi madre solía llevarme cada verano a una academia donde enseñaban temas relacionados con ciencias, matemáticas, artes y deportes,

nunca tuve interés en ninguna de estas por eso siempre las elegía al azar pues tampoco prestaba atención en las clases, como la mayoría yo estaría jugando o conversando con quien sea, pero.., en uno de esos veranos al elegir las clases sin siquiera leer lo que eran, acabe asistiendo en una clase de deportes que nadie más eligió.., es decir aquel verano no tenía con quién jugar o hablar durante la clase pues fui el único estudiante que se anoto en la aburrida clase de..

¡..LANZAMIENTO DE JABALINA..! ■ .

La amenaza de aquella mujer sobre lanzarme al enemigo me hizo recordar algunos datos "inservibles" que se me dio en esa clase como que una lanza con el peso y tamaño ideal podía fácilmente usarse como jabalina.

Así, durante el ataque al detenerme un momento aplique lo poco que recordaba sobre cómo lanzar y talvez por suerte o habilidad mi lanza llegó hasta el único punto sin protección de aquel gigante, haciéndolo caer hacia atrás justo en el momento en que el anciano de las 2 espadas chocaba con el para también caerse en su encima.

La escena del anciano y el gigante tirados uno sobre el otro en el suelo fue gracioso unos segundos, hasta que recordé que estaba en medio de una batalla con cientos de enemigos que ahora venían hacia mi en una zona despejada y para colmo yo acababa de hacer la peor estupidez que alguien puede hacer en una batalla...

_DESHACERSE DE SU ARMA_.

Así pues decidí correr hacia atrás para evitar el enfrentamiento tan desigual que me esperaba, pero al girar y dar unos pasos fui embestido por mi propio reflejo o al menos eso fue lo que vi antes de caer, lo siguiente que recuerdo es estar viendo a muchos hombres y mujeres saltar sobre mi cuerpo tendido en el suelo ,

cuando logre levantarme vi el escenario en el que me encontraba,

en medio del campo de batalla con miles de soldados a mi alrededor en sangrientos duelos mostrando la gran habilidad de cada uno .

Pronto me encontraba corriendo de un lado al otro chocando de igual manera con aliados y enemigos..,

enemigos que al ver mi estado desarmado me seguían buscando cortar o apuñalar mis extremidades,

esta situación de peligro duro solo hasta que alguien se digno a morir en mi delante dejando un perfecto y brilloso sable que tome del suelo para por fin luchar un poco .

Sin tardar mucho encontré un oponente,

un hombre viejo y delgado atacó con dos espadas mi cabeza pero pude reaccionar bloqueando el ataque con el sable para luego empujar su cadera con mí pie haciendo que callera e intentando matarlo en el suelo, pero en un movimiento rápido se alejó un poco y se levanto atacando con una espada de arriba a abajo a lo que yo esquive viendo su otra espada que atacaba desde mi lateral derecho... otra acción que bloquee con el sable y luego me moví a la izquierda para retroceder...,

Aquel combate con el viejo fue tan largo que me hizo dudar de tener aquella habilidad que pedí antes de reencarnar pues ese viejo tenia mucha fuerza y agilidad haciéndome retroceder más el a mi que yo a él ,

Luego de un tiempo logré asentar un golpe con mi sable hiriendo su brazo y dañando parte de su coraza haciendo que callera sobre su brazo sano,

al acercarme para intentar apuñalar su abdomen vi de re-ojo como una lanza se acercaba por la izquierda a lo que retrocedí un paso evitando la punta de la lanza pero no a quien la portaba un tipo alto e increíblemente obeso que me embistió con tanta fuerza que me alejó unos 3 metros de donde estaba,

este tipo era claramente muy joven talvez de 20 años o poco más, era alto pero dentro de lo normal entre 185 o 195 cm,

pero su peso.., su peso no era normal, calcule a simple vista que debía ser un mínimo de 200 kg.

Luego de levantarme me enfrenté al tipo pesado quién como era de esperar solo atacaba valiéndose de su fuerza con ataques bruscos de arriba a abajo, izquierda a derecha y viceversa, este estilo le hubiese servido de haber tenido una espada o aun mejor un hacha pero por no ser así pude fácilmente esquivar cada ataque hasta que en un momento otros dos soldados aliados míos lo atacaron poniéndose a pelear con el.

Cuando traté de unirme a la pelea contra el pesado una mujer me atacó con su espada que logre redirigir a un lado para luego intentar empujarla con mi cuerpo pero ella me golpeó con su escudo en la cara y no tuve más opción que retroceder,

aquella mujer se veía un poco mayor como de 40 años, era bajita casi a mi tamaño de pelo rubio recortado hasta el cuello y portaba un escudo rectangular corto junto con una espada,

al inicio del combate traté de presionarla para tener el control pero poco a poco ella me iba superando hasta lograr mantenerme en un estado de defensa absoluta sin alguna posibilidad de atacar,

al encontrarme en esa situación de la que parecía no iba poder liberarme decidí acercarme a otros combatientes aliados quienes rápidamente se pusieron a luchar contra mí oponente,

pero ella también recibió ayuda de sus aliados por lo que fuimos atacados desde atrás por unos enemigos a los que yo esquive pero algunos de mis aliados no, siendo estos apuñalados por la espalda.

Tras esto me encontré en una nueva situación de riesgo con dos enemigos de lanzas atacando hacia mi,

ambos enemigos atacaban en simultáneo intentando picarme el cuerpo con las puntas de sus lanzas y ante esta acción una vez más solo podía retroceder hasta que en un punto perdí el equilibrio y casi caí.., lo que fue aprovechado por uno de ellos que se aventó contra mí buscando apuñalar mi torso desde arriba pero al darme cuenta salte a un lado chocando con un soldado aliado que al ver mi situación se dispuso a ayudarme empezando a combatir con uno de los enemigos mientras yo aproveche y ataque al otro .

Aquel combate fue uno que me terminó de demostrar lo increíblemente bien preparados que estaban los soldados de este mundo pues aunque el soldado al que me enfrentaba tenía una simple lanza el sabía muy bien como usarla manteniendo la distancia evitando darme la espalda y usando tanto la punta como el extremo inferior de la lanza,

aunque su habilidad era suficiente para mantenerme alejado esta no podía cubrir su espalda que fue atacada por un aliado mío quien enterró un hacha en sus costillas con tanta fuerza que lo hizo caer muerto sin más.

Estos primeros combates me sirvieron para saber a lo que me enfrentaba al estar aquí pues estos enemigos con los que había peleado no eran guerreros de élite perfectamente entrenados, solo eran solados que al igual que yo fueron reclutados de las ciudades y pueblos para luchar .

De esta manera paso el tiempo conmigo combatiendo con uno luego con otro y otro, hiriendo a algunos y siendo interrumpido con otros hasta que el sol empezó a ocultarse, momento en el que se volvió a escuchar las trompetas del ejército rival quienes lentamente caminaban de espaldas volviendo hacia atrás donde se encontraba la otra parte de su ejército, de nuestro lado se empezó a oír el mismo sonido con el cual realizamos la misma acción retrocediendo lentamente buscando separarnos y volver a ser dos ejércitos,

En ese lapso de tiempo al separarnos me percate de algunas cosas que no esperaba ver como que mientras nos separabamos nadie atacaba a nadie aunque estuvieran a centímetros incluso si estaban heridos o cargando con estos,

esta situación era extraña si recordamos que hace unos minutos estas personas se estaban matando y mutilando sin piedad.

Al alejarnos lo suficiente y llegar a donde estábamos formados en un inicio se nos ordeno quedarnos atras del ejército que no había combatido aun, tras terminar de oscurecer unos oficiales ordenaron que empezáramos la marcha de regreso al campamento.

Poco más de una hora después llegamos al campamento donde unos sirvientes nos dieron comida y unos médicos atendieron a los heridos, esto último me hizo percatar que a pesar de haber sido embestido varias veces y de haber peleado con diferentes oponentes yo no tenía herida o cicatriz visible en mi cuerpo, además..,  lo único que demostraba mi participación en la batalla era mi ropa sucia empapada de sudor y claro mi maravilloso nuevo sable....