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4. Para sobrevivir a un matrimonio

Ella le había llamado "vago bueno para nada". –Malcriada. –Susurró. Aquello sí que no podía pasárselo. ¿Cuántas veces no había oído aquella misma frase de labios de su padre? Era una frase que le dolía grandemente. –Y ahora me obligan a trabajar con ella. –Miró el calendario en su teléfono. –Seis meses. Son solo veinticuatro clases que debo ver y sobrevivir. Menos, ya vimos tres clases. Veintiún lunes más. Tú puedes Liam.

"Vago bueno para nada".

Aquella frase le daba una cachetada en la cara. Aún recordaba la primera vez que Matthew se la había dicho. Tenía dieciséis, era joven, también bastante tonto. Se había enamorado y la chica le había roto el corazón. Su padre lo pilló entre bebidas, cigarrillos y mujeres, y así soltó aquella oración tan destructiva. A pesar de haber logrado mucho, graduarse del bachillerato y conseguir una plaza en una importante universidad musical, tener a sus pies el sueño de cualquier estrella, su padre, Matthew, seguía diciéndole de aquella manera.

Estaba solo apoyado en la pared mirando a la puerta del salón, la vio salir. Sus ojos y los de él chocaron en una evidente tensión. La observó soltar el aire e irse en dirección contraria a donde él estaba. Le demostraría que no era un "bueno para nada". Con paso firme caminó al salón y entró sin tocar. –Ah, William.

—Profesor Payne. ¿Tiene la composición de Magnolia?

—Sí, ¿Por? William, qué bueno que te veo. Quiero que sepas que soy un gran fan de lo que hacen Xander, Paul, Trek y tú. Son como Oasis reencarnado.

—Eh... ¿Gracias? –Alzó una ceja. –Profesor, necesito la composición.

—La consigna es que trabajes con la señorita Bethlem. Trata de que no te mate en el proceso. Tiene excelentes calificaciones, talento. Es intensa. Su composición demuestra que le imprime sus sentimientos. Su historial académico es asombroso. –Sacó de entre sus papeles las hojas de la composición de Lía y las extendió hacía Liam. –Tú ¿Sabes por qué te junté en equipo con ella?

—No tengo idea. –Tomó las hojas. –Gracias, profesor.

—Te junté con ella porque ella necesita de ti. Tiene pasión, es arriesgada, pero también bastante cuadriculada. Tú tienes explosividad, quizá puedas contagiar algo de eso. ¿Puedes intentar mantener una relación cordial?

Recordó sus palabras. Agachó la mirada mientras guardaba la composición en su mochila. –Trataré.

—Es todo lo que necesito oír. William, si apruebas ésta clase estarías a un paso de tu graduación. Si repruebas, perderás un semestre. Por desgracia, Teoría Musical es la última llave. Composición avanzada, Ejecución de Instrumento e Historia de la música no te abren las puertas al siguiente semestre.

—Sí, lo sé.

—No me gustaría reprobarte solo porque la señorita y tú no pueden trabajar juntos. ¿Por qué no hablas con ella y resuelves tu nuevo matrimonio?

—Lo haré. Pero no prometo nada. –Sonrió y salió. Practicaría la canción de Magnolia en su guitarra, haría los arreglos necesarios, se la mostraría. Ese era su nuevo plan. –No pienso reprobar por su culpa.

Se dirigió a su piso, tendría que empezar de ya.

***

Magnolia estaba sentada en uno de los jardines. Comía una manzana y estiraba sus piernas sobre el césped cuando la rubia la sorprendió. –Lía ¡Lía! Aquí estás. Me estaba preguntando, porque, obvio que sí, quiero que estés ahí, si irías a una mini fiestecita pequeñita que están organizando para King's Revenge. Tienes que decir que si, por favor, por favor, por favor.

—Katrina... Yo... no sé si es buena idea.

—Dime Kat o K, y sí, es buena idea. –Se sentó a su lado mirándola con ojos suplicantes. –No confío en Stacy. Sé que se acuesta con Liam. Pero también sé que está detrás de Xander. Obvio, mi hermano jamás traicionaría a Liam, son "compañeros de armas", pero, sé que a ella le caes mal, lo repite como mil veces frente a los chicos y si estás ahí podré hacerle la noche imposible, así la alejo de mi hermano, ¿Qué dices?

— ¿Qué digo? –Rió Lía al ver la energía desbordante de la rubia. –Qué estás loca.

—Un poco, pero por favor. Juro que te vas a divertir. Vamos, por favor.

—Me preocupa un poco lo rápido que tomas confianza. –Sonrío Lía. –De acuerdo, acepto.

—Ay, te amo. –Katrina abrazó a Lía y sonrío. –Vivo en el edificio estudiantil "c", tercer piso, habitación 713. La fiesta es el próximo sábado, pero, si quieres ir antes y hacernos peinados o manicure, eres bienvenida.

—Okay... ¿Te puedo hacer algunas preguntas?

—Mi última cita con el psicólogo fue hace una semana.

—Te urge otra. –Sonrió. –me preguntaba cuál es tu instrumento. ¿Por qué estás en el Royal?

—Ah, toco la flauta transversal. Voy en cuarto. Cuando Xander comenzó a estudiar música desde pequeño, quise ser como mi hermano, y el instrumento me eligió. No era como él en lo absoluto, él toca la guitarra, al llegar al bachillerato conoció a Liam, armaron una banda llamada "Los Anarquistas", yo les puse King's Revenge, suena mucho más cool, luego apareció Trek con el bajo, y, por último, Paul. Comenzaron en el garaje de la casa de los papás de Liam, luego siguieron tocando en un bar y juntos decidieron venir aquí al Royal, una y otra vez, hasta que entraron. ¿Tú cómo iniciaste en la música?

—Mi papá. –Sonrió. –En Italia es un compositor de prestigio. Llegó a dirigir varias orquestas. Tenía una sala llena de instrumentos y ahí era mi refugio. Aprendí a tocar el piano con ocho años, a los catorce siguió la guitarra, y finalmente a los diecisiete, el cello. Me presenté a la admisión en un conservatorio en Roma, entré a la primera. Luego... –Recordó a Jacob y solo desvió la mirada. –Quise expandirme. Venir al Royal era subir de nivel.

— ¿Y cuánto tiempo te quedas?

—Dos años. Renuevo mi intercambio hasta la graduación. Eso si no repruebo nada.

—Tienes talento, verás que no. Solo estudia mucho y entrega todo. ¿Cuál es tu clase favorita hasta ahora?

—Definitivamente Ejecución de instrumento III, Violoncello.

—Yo habría creído que Teoría Musical o Composición avanzada. Liam está en esas. Al menos no ves clases con Stacy.

— ¿Cuál es su instrumento?

—Guitarra. A veces le pide clases particulares a mi hermano, a Liam se las pedía, pero acaban en clases de anatomía humana, si me entiendes.

—Qué asco, por desgracia lo entendí. –Puso mueca de fastidio y sacudió su cabeza. –Qué asco.

—Así es Stacy. En cualquier momento se tira a Xander si él baja la guardia. Liam si se come lo que sea, no es exigente.

***

Tocaba las notas y acordes conforme estaban escritas sobre la partitura. Paul entró sin tocar y lo vio riéndose de él. –Estás estudiando.

—Si. –Se detuvo a mitad de la canción. –Tú deberías. –Rió junto con Paul. –Dime ¿Qué haces aquí?

—Venía a ver qué hacías. Nada más.

—Estoy en un matrimonio de Payne. Ya sabes, los académicos.

— ¿Y? ¿Sabes algo? Tengo la impresión de que ese profesor es Cupido disfrazado y junta a quienes creen que tienen algún tipo de tensión sexual.

—Pues si ese es el caso, está vez se equivocó. Me toca Magnolia Bethlem, una italiana que está loca de remate. Ya lo sabes –Dijo con sequedad. —Me va a matar.

—Al menos es bonita, o eso es lo que noté el día de la fiesta.

—Eso no me importa, es... desesperante, mandona, malcriada, solo la he visto un par de veces y ya la detesto. Creí que nunca detestaría una mujer, pero ella sobrepasó los límites. Está loca y jamás me acercaría, comienzo a desear el divorcio académico.

—Bueno, solo no mueras y tampoco te quite la mitad de tus bienes. Tengo algo que contarte, si le digo a Xander me mata.

—Habla. ¿Qué te come el coco?

—Kat. Me gusta Kat. Pero ya sabes que Xander no quiere que nos acerquemos a su hermana, bueno, no puedo culparlo, si tuviera una hermana haría lo mismo.

—Tienes que decirle a Xander. Eres el menos loco de los cuatro, a lo mejor te acepta. La cosa es saber si Kat siente lo mismo por ti.

—Dudo que sienta algo, es matemática. La ciencia dice que el guitarrista principal se lleva al menos el 80% de la población femenina que rodean a una banda, segunda guitarra y bajo el 20% restante. ¿Ves lo que le queda al baterista?

—Soy pésimo en matemáticas. –Rió Liam. –Vamos, haz cálculos nuevos. A lo mejor le gustas.

—Tal vez, no lo sé.

—Arriésgate. Sé el primer baterista que se lleve una chica. –Paul tomó las hojas de la composición de Lía y las miró. –Es de mi futura ex esposa de clases.

—Bueno, no puedes decir que tu "esposa" no tiene talento, algo triste, pero es buena. Toca, quiero oír. –Liam acomodó su acústica, tras colocar el capotraste comenzó a tocar la melodía con fingerpicking, siguió las notas, el tempo y todas las anotaciones de Lía de principio a fin. –Se escucha mejor de lo que pensé. ¿Por qué no se la pides y escribes la letra?

— ¿Tú quieres que me mate o qué?

—No, pero... Vamos ¡No puede ser tan mala!

—Malcriada, mandona, desagradecida.

Paul comenzó a reír y le hizo una pregunta cuya respuesta ya sabía, solo quería probar un punto pues su amigo se veía totalmente consternado por la italiana. — ¿Y su instrumento? ¿Toca guitarra, piano...? ¿Qué?

—Cello.

—Para andar diciendo que la detestas, sabes mucho de ella ¿No será que te gusta un poco, aunque la rechaces?

—No. No me gusta.

—Bueno, no insisto. A propósito, ¿Por qué Stacy quiere hacernos una fiesta? Ya hemos tenido bastantes. Quiero un descanso.

—No sé, pero solo asiste, puede que puedas ver ahí a Kat.

—Bueno, pero me iré a la mitad de la noche antes de que terminen totalmente ebrios.

—Como quieras.

—Suerte con tu matrimonio, yo debo estudiar. Mañana tengo examen de historia de la música.

—Suerte bro. –Ambos chocaron puños y se abrazaron dándose palmadas en la espalda. –No olvides que mañana hay ensayo.

—No lo olvido, espero que tu esposa te deje ir. –Rió en un tono burlesco lo que hizo que Liam le mostrara el dedo medio.

***

Tenían una semana. Casi. Ya era jueves y no había podido hablar con su compañero de trabajo obligatorio durante todo el semestre. A dónde iba, estaba rodeado de mujeres, ya se estaba desesperando, si reprobaba a él le iba a echar la culpa. –Perdón por llegar tarde. –Había corrido y se notaba en su modo de respirar, se sentó en frente de ella y abrió su mochila sacando la composición de Lía. –Sé que nos caemos mal.

—Es la única cosa en la que estoy de acuerdo contigo. –Contestó con sequedad.

—Pero debemos pasar juntos este semestre la clase de T.M. Así que te ofrezco una tregua. Hay reglas, no puedes interferir con mis ensayos, King's Revenge lo es todo para mí. Son mis amigos.

—De acuerdo. –Dijo Lía. –Pero cuando nos toque hacer tarea no quiero estar en un sitio donde aparezcan tus millones de fans y menos Stacy. Tu novia parece que quiere poner vidrio picado en mis batidos cada vez que me ve.

—Stacy no es mi novia. –Contestó. –Solo es una amiga.

—Sí que es sano lo que haces. –Su tono de juzgado no le gustó para nada a Liam, pero decidió ignorarla.

—No puedes imponer tus estilos. ¿Quedó claro?

—Tú tampoco me impondrás los tuyos. –Terminó por decir. –Ahora hay que trabajar.

—El profesor me dio tu composición. Es buena, muy buena, aunque la mejoré un poco solamente. –Extendió las partituras a Lía y ella las observó. –Coloqué las tablaturas de guitarra con algunos acordes y disminuidos. ¿Quieres practicar cómo suenan el cello y la guitarra juntos?

—Pensaba que haríamos una composición nueva. –Dijo mientras seguía viendo las nuevas anotaciones.

—No veo porque debemos desperdiciar todo este trabajo, me parece que ya tiene fuerza por sí solo.

— ¡LIAM! –Stacy caminaba a paso rápido, Lía solo rodó los ojos y comenzó a recoger sus cosas. –Oh, de nuevo tú. –Dijo al ver a la pelinegra.

—Stacy, por favor, estoy estudiando. –Dijo Liam con pesadez, Lía se quedó observando la escena mientras iba colgando su bolso de su hombro. – ¿Será que puedes dejarnos solos? Debemos hacer esto, y lo digo en serio.

—Pero me prometiste ayudarme con el fingerpicking. Por favor. –Su voz melosa ya estaba poniéndole los vellos de punta a Lía. –No ha logrado salirme.

—Mejor me voy. –Stacy sonrió al escuchar la declaración de la pelinegra, tras recoger todas sus cosas Lía solo se fue caminando lo más rápido que podía.

—Stacy, jamás te prometí ayudarte con la guitarra.

— ¿Qué no ves? Te ayudo a librarte de ella, nada más vive rondándote. Deberías ponerle un alto.

—Sí, tienes razón. Nuestra amistad con beneficios se termina ahora. La que vive rondándome eres tú, no somos novios, por favor.

— ¿Qué? Pero si yo solo... Liam... ¿Acaso quieres estar de novio con ella? Solo te trata mal.

—Hablo en serio. Y ese no es tu problema, nuestro acuerdo se cancela. Ten una vida, Stacy. –Se levantó un poco enojado y siguió la misma dirección que había tomado Lía.

— ¡WILLIAM! ¡Tú no puedes hacerme esto! –Siguió caminando mientras se ponía la capucha de su sudadera sobre su cabeza. – ¡WILLIAM! –Corrió en cuanto vio a Lía alejándose por la acera rumbo a los edificios residenciales.

—Hey, aún debemos trabajar.

—Quisiera sobrevivir más allá de los treinta. Y ya te dije que a tu noviecita no le agrado. –Siguió caminando sin detenerse.

—Ya te dije que no es mi novia. ¿Por qué insistes en eso?

—No es mi problema realmente. Solo quiero pasar Teoría musical y ya acabar con esto.

—Tienes razón. ¿Quieres ir a mi piso? Podemos trabajar allí sin ningún tipo de problema o distracción.

—No, de hecho, ahora quiero descansar, tengo jaqueca. –Dio media vuelta y siguió camino a los edificios, entró sin voltear. Liam solo se quedó allí parado.

—Maldita sea.

***

Se sentó en su cama y colocó los audífonos en su celular. Puso "play" a una canción aleatoria sin ver su nombre y se recostó. –And if, you don't love me now. You will never love me again. I can still hear you saying. You would never break the chain –Se dejó envolver por la letra de la canción de Fleetwood Mac, sacó las hojas con las tablaturas que le había dado su compañero obligatorio y comenzó a estudiarlas. Pausó la canción en su celular y se levantó tomando su guitarra de una de las esquinas de su habitación. Los arreglos que había hecho Liam a su canción eran muy acertados. Comenzó a tocar la guitarra siguiendo los acordes, sonrió. –Bien hecho.

Dejó la guitarra y se puso a hacer la tarea de otras materias. Mientras escribía su celular sonó, estiró la mano mientras la canción seguía, contestó sin ver realmente de quien se trataba. –Bueno.

—Wow, no creí que fueras a contestar. –Palideció mientras su corazón comenzaba a latir fuerte. –Magnolia ¿Dónde estás?

—Jacob... –Tragó saliva. –Eso no te importa. Déjame en paz.

— ¿Por qué tan agresiva? Y mejor pregunta aún: ¿Por qué tan lejos? ¿Londres? ¿De verdad? –Colgó por miedo. Aquello le había dejado temblando, bloqueó el contacto en el momento y borró las fotos que tenía aún con él, como si de aquella manera pudiera exorcizar. Si antes mintió con un dolor de cabeza inexistente, ahora sí que lo tenía.

Decidió que era mejor salir, tomó las hojas de su composición y tras vestirse de un modo que nadie la reconociera, sudadera cubriendo su cabello, jeans y zapatos deportivos, terminó por salir. Volteaba paranoica temiendo que su ex novio saliera de detrás de un arbusto. Caminó por todo el campus sin rumbo sintiéndose muy nerviosa. No sabía siquiera que iba a hacer. –Hey.

— ¡Oh por Dios! –Se sobresaltó volteando al sentir la mano en su hombro.

—No te ves bien. Soy Trek, vamos a la misma clase de Orquesta. ¿No me reconoces?

—Claro, claro. Bajista en King's Revenge. –Soltó el aire. –Lo siento, no... no me encuentro bien. Estoy algo cansada.

—Ah... Pues... A propósito ¿Has visto a Liam? Me enteré de que es tu "esposo académico", la clase de Teoría Musical, lo lamento mucho.

— ¿Qué? No, no lo he visto. Hace como una hora lo dejé, estaba con Stacy. De hecho, ahora lo ando buscando, tenemos tarea de Teoría Musical.

—Bueno, lo voy a llamar. Si lo encuentro, te aviso, si quieres me das tu número para mandarte un texto.

—No, no, yo... lo buscaré no es necesaria tanta molestia. Grazie per tutti. –Terminó por alejarse sintiendo su corazón fuerte contra sus costillas. Trek alzó una ceja, algo le pasaba a aquella chica. Lía terminó por salir del campus. Un paseo no le caería mal.

***

Stacy estaba enojada, lo que Liam le había hecho había sido un desplante absoluto. La pelirroja, totalmente molesta, terminó por llamar al padre del guitarrista. – ¿Si? –Escuchó la voz al otro lado del altavoz por lo que se preparó para armar su drama.

— ¿Señor Lancaster? –Fingió su llanto lo más que pudo. –Perdón que lo llame, ni siquiera me conoce. Me llamo Stacy. Soy la exnovia de su hijo, William. ¿Podría hablar con él? Lo descubrí engañándome y estoy embarazada.

— ¿Qué? ¿De verdad? ¿Y él lo sabe? –Contestó Matthew. –Hablaré con él. –Su voz sonaba seria, era todo lo que ella necesitaba.

—Sí, sí que lo sabe. La chica con la cual anda también lo sabe.

—Hablaré con él. Lamento mucho que él sea así niña.

—Gracias. –Un poco más de llanto para terminar colgando. Se secó sus lágrimas y volvió a como estaba antes. –Te haré la vida imposible, William.

***

Estaba en su sofá, tocando su guitarra sin siquiera pensar en nada cuando alguien tocó a la puerta. –Joder. –Dejó su instrumento a un lado y se levantó a abrir, dio un paso atrás en cuanto vio quien estaba del otro lado. Se apoyaba en un bastón y tenía el cabello canoso. –Matthew.

—Mínimo puedes llamarme "papá", ¿No lo crees, William? –Pasó en cuanto Liam se echó a un lado, caminó directo al sofá y se sentó. –tengo que hablar contigo.

—Siempre. ¿Ahora qué hice mal? ¿Alguna vez te dará gusto por mí en algo? –Soltó el aire ya sintiéndose molesto. – ¿Qué haces aquí, papá?

—Hoy recibí una curiosa llamada de una señorita llamada Stacy. Dijo que era tu novia, que la engañaste y que la dejaste embarazada.

— ¿Qué? No, eso no es verdad. –Dijo pasando su mano por su cara. –Stacy era solo una amiga, le dije que me dejara de molestar porque no paraba de aparecer mientras yo hago un proyecto de música con otra chica.

— ¿Y te estuviste acostando con esa chica? Porque si es así, lo del embarazo es muy posible. –Liam se rascó el cuello. –Te aconsejo que te asegures y dejes esa vida de mujeriego.

—Un placer verte, papá. Por favor vete, tengo mucho que estudiar. –Respondió con sequedad.

—No esta vez, William. Me preocupo por ti, tienes veintitrés años, piensa bien en tu futuro.

—Papá, vete. –Abrió la puerta dejándola de par en par. El viejo se levantó del sofá y se apoyó en su bastón, caminó con paso lento hasta afuera. En cuanto piso el pasillo, Liam cerró la puerta y suspiró. –Joder, Stacy. ¿Qué hiciste?

***

Volvió al campus luego de respirar un poco, mientras caminaba de regreso a su edificio, la pelirroja la abordó. –Espero que estés feliz, Liam me ha terminado por tu culpa.

—Okay. No es mi problema, Stacy. Mira, él y yo no somos nada y no seremos nada. Así de simple, ahora si me disculpas tengo que irme.

—Oh, claro que es tu problema, por estar contigo me terminó, eres una perra ¿Sabías?

—Escucha, no me importa tu novio o tu ex, de hecho, me cae bastante mal, si tienen problemas no es algo que me concierne. Si convivo con él es porque estoy atada a un proyecto de T.M, y si no lo apruebo perderé todo el semestre. Los dos, por mí, pueden irse perfectamente a la mierda. –Stacy la miró sorprendida y Lía solo la dejó parada en la puerta del edificio mientras ella entraba y se dirigía al ascensor. Se apoyó pegando su espalda a la pared del mismo. –Este semestre va a matarme.

***

Liam atravesaba el campus caminando, estaba molesto. Entró al edificio residencial donde vivía Stacy. Se dirigió hasta el ascensor y presionó el botón. Entró y marcó el piso. Mientras estaba allí esperando que subiera hasta el piso seis, tarareaba la composición de Lía. –I'll be With you from dusk till dawn. –Sonrió. Era raro, se le ocurría la letra perfecta para esa tonada, su enojo bajó, las puertas se abrieron y salió. Fue por el pasillo directo al piso de Stacy, tocó la puerta varias veces. –Stacy, debemos hablar. –Nadie abría. O no quería verlo o no estaba, se sentó en el suelo. En algún momento podría ver a Stacy.

La pelirroja se asomó por el pasillo tras salir del ascensor. Liam la vio y se levantó de inmediato. La chica se acercó con una sonrisa, aunque él permanecía serio. –Sí, hola ¿Qué tal?

—Stacy. ¿Por qué llamaste a mi papá? ¿Qué es eso de decirle que eras mi novia y más aún decirle que estás embarazada?

—Para que aprendas Liam, que conmigo no se juega. Me dejaste mal frente a la italiana esa, ¿Tanto te importa?

—Me da exactamente igual, convivo con ella porque estamos atados en un proyecto de T.M. Stacy, tú sabías de que iba nuestra relación. Era algo casual, meramente físico. Yo no te gusto y tú no me gustas.

—Eso cambió Liam. –Dijo acariciándole los brazos en un gesto coqueto. –Yo me enamoré de ti. Podría hacerte muy feliz si me dejas.

Liam se la quitó de encima empujándola suavemente. –No, Stacy, yo no estoy enamorado de ti. Lo siento. Esto terminó definitivamente. Será mejor que no nos veamos un tiempo. Por tu bien, lo superarás.

— ¿Cómo puedes hacerme esto? He hecho de todo por ti.

—Y agradezco todo, pero no correspondo a tus sentimientos. Tú sabes que yo no me comprometo a las relaciones. Consigue un mejor hombre. –Terminó por decir y comenzó su caminata de regreso al ascensor. Stacy entró en su piso, su rostro estaba desencajado, muestra de toda su molestia.

***

Lía decidió que sería buena idea salir a ensayar un poco en la sala principal de la facultad. Al tomar su bolso dejó su piso. Vio cómo se cerraban las puertas del único ascensor y comenzó a correr para alcanzarlo. – ¡Espera! –Metió la mano entre las puertas para evitar que se cerraran, lucía despeinada y su respiración estaba agitada –Grazie. –Mantenía la cabeza gacha intentando recuperar el aliento.

—No puede ser. ¿Tú? –Al levantar la mirada, Lía miró a Liam y rodó los ojos. –Tengo que hablar contigo. –dijo Liam mientras la chica entraba en el ascensor. –Hay que trabajar en nuestra tarea.

—Vi tus tablaturas. –Contestó. –Son buenas. –Se agazapó en la esquina del ascensor apoyando su cabeza contra la pared.

Liam la miró con una sonrisa y no pudo evitar bromear con ella. —Creí que quemarías mi parte.

—No soy así. –Entre los dos se formó un silencio incómodo que ninguno se atrevía a romper. Los pisos que los separaban de la planta baja parecían realmente eternos.

— ¿Por qué no me das tu número y así nos pondremos de acuerdo mucho más fácil dónde y cuándo vernos para hacer lo que debamos de Teoría Musical?

— ¿Cómo sé que no vas a mandarme nudes o porno?

—No mando nudes, normalmente me los gano y me los envían a mí. –Sonrió autosuficiente. Lía solo hizo una mueca de asco y fastidio. –Oh, vamos. Era una broma.

—No me parece gracioso.

—Ya entendí lo de "cuadriculada". No tienes sentido del humor.

— ¿Quién dijo que yo era cuadriculada? –Protestó. –A mí me dijeron que tú eras distraído.

—Touché. Lo soy. Pero al menos disfruto los chistes.

—Eres un engreído. –Por fin se abrieron las puertas y Lía salió deprisa, no soportaba compartir su aire con aquel chico. Liam la siguió y tras alcanzarla la tomó del hombro. –Por Dios, suéltame.

—No, hay que resolver nuestro "matrimonio". –Alzó una ceja. –Escucha, no me dan especiales ganas de tener que compartir contigo. Seré honesto, creo que eres una malcriada, desagradecida, mandona, gruñona, loca y peleonera mujer, también con pésimo humor y muy cerrada de mente, pero, estamos unidos por estas tareas y tenemos que trabajar juntos si queremos graduarnos.

—Tampoco me gusta pasar mis horas libres contigo. Y creo que eres un engreído, mujeriego, egocéntrico, bueno para...

—No te atrevas a decir eso. –La interrumpió. –Ni se te ocurra. –Lía calló y suspiró. –Resuelto esto, quiero que vengas a mi piso, al final no te mostré lo que hice. Así también pondremos también un par de reglas para que nuestro "emparejamiento" forzado sobreviva los seis meses que debe. Y luego...

—Luego nuestro divorcio.

***