—¡MALDITA SEA! ¡Todas vosotras, malditas bestias, merecéis morir! —El líder de los seis hombres de la tribu de la Raza Ancestral destrozó la cabeza de una bestia en pedazos con un solo golpe, salpicando sangre por todo el cielo.
—Jefe de Diez, ¿qué problema tienen estas bestias? ¿Cómo se atreven a atacarnos? —Otro miembro de la tribu de la Raza Ancestral preguntó con miedo.
Si no fuera por el hecho de que los hombres de la tribu de la Raza Ancestral nacieron con cuerpos innatos y poderosos, ¡podrían haber caído después de ser rodeados por esas muchas bestias!
No obstante, pronto sería una gran tragedia para esos tres hombres de la tribu de la Raza Ancestral que estaban en un estado de cultivo Celestial Supremo Pináculo solo.
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