El torneo (justo antes que "ella" llegara) se llevaba a cabo de manera anormal, todo mundo tanto en la arena como en las gradas disfrutaba del combate, unos por probar las habilidades del otro, y el público en ver los movimientos casi artísticos e imposibles de hacer, pero había algo que no encajaba del todo con esto, cada uno dependía de sus habilidades tanto aprendidas en experiencia, pero otros apenas lo experimentaban en ese momento, ya que los veteranos veían que no podían dejarse llevar por ser los demás de diferentes reinos, y de entre ellos los estudiantes.
—Esto es lo más cercano a la guerra que puedo experimentar por ahora—dijo la niña Evelin al esquivar un corte directo a su mejilla rosando lo más posible el filo
Ella era alguien de cuerpo fornido, pero tenía una desventaja, sus manos, podía sostener algo que simplemente a los 3 minutos se le caía u olvidaba, era ágil, era calculadora, fuerte y únicamente esa era otra de sus desventajas, podía reaccionar, demasiado tarde y casi muriendo cada vez, Azrael tuvo problemas con ella por su problema, así que ideo algo extremo, construyo un circuito de obstáculos, él desaparecía y aparecía a sus compañeros delante de ella mostrándole alguna postura para darle indicios del movimiento que el haría, tardo cerca de tres meses, entre golpes y contusiones menores, pero logro grabarse de manera casi forzada los patrones de lo que ellos hacían antes de atacar, sobre el problema de su arma..
— ¡Te tengo!
Grito al dar un giro con un mazo de solo medio metro, este se soltó enseguida, pero había una pequeña correa en el pomo para que este regresara a su mano, para después girarlo y lograr dañar en el hombro a su oponente, un soldado de Tyrant, este retrocedió, cosa que ella no desaprovecho y siguió atacando, era algo implementado por ella misma después de una noche de desvelo para solucionarlo, ella tenía la ventaja, pero sabía que su guardia por más de su sentimiento de satisfacción fuese grande, no permitiría que eso la detuviese de pensar en perder, y era cierto, ella se podría decir le toco alguien de su propio nivel... en comparación de los demás.
Un gran retumbo se escuchó, era un poder mayor a su contrincante, y podía haber esquivado ello, sin sentir un gran entumecimiento en sus extremidades para bloquearlo porque sabía que eso la dejaría algo expuesta ante algún ataque sorpresa de los que estaban a su alrededor
—Y di que no puedo ir con todo, eso traería más mala imagen a mi persona
La forma en la que lo dijo ella sonaba tanto a una burla como a algo que casi no le importaba en absoluto.
»Pero seguirme el juego... realmente hay pocos que logran sobrevivir inclusive a la mitad de tiempo que llevamos, me caes bien niña
La capitana Zartremist, ella era alguien de un nivel muy superior a Ritsumary, podía apenas soportarla de no ser por la habilidad que poco a poco iba acostumbrándose, esa capitana era a lo que Ritsumary quería aspirar, pero por este momento, sentía tanto miedo como un tremendo respeto por ella, y no quería perder en absoluto sin haber intercambiado ataques con alguien así al menos una vez en la vida.
» ¡Si no vas yo iré por ti! — grito Zartremist con un poco más de emoción que la de costumbre
Ritsumary también grito para darse ánimos olvidando que sus brazos apenas estaban recuperándose, ella con un gran martillo, la joven con una espada que si se daba cuenta uno, se empezaba a agrietar, el intercambio era demasiado estruendoso, para Ritsumary era como si estuviese golpeando una roca de lava la cual no se movería hasta que al menos la agrietarse un poco, para Zartremist era como si peleara con su yo de edad joven, era uno de los enfrentamientos más interesantes del torneo, Zartremist atacaba demasiado rápido, Ritsumary apenas podía seguirle el ritmo sin costarle la resistencia
«Es inclusive más rápido que con ese gigante... ME GUSTA» pensó la capitana
De alguna manera pudo hacer retroceder un poco a Zartremist que hasta ella misma se sorprendió, y antes de reaccionar Ritsumary ya estaba encima de ella, sin dejar de atacar y dejando ver que ya no le importaba si se descontrolaba, algo que hizo sonreír a Zartremist
—Si así va a ser...
Esquivo un corte diagonal y logro conectarle un golpe en el estomago
» ¡Que la pelea real comience!
Sintió que algo le sujetaba la mano
— ¡Eso mismo digo yo!
Ritsumary se impulsó con una mano en el antebrazo y de un giro rápido conecto un golpe al rostro de la capitana, ambas alejándose y resintiendo el dolor, pero sin quitarse las sonrisas del rostro. No perdieron tiempo y volvieron a enfrentarse
— ¡QUITATE DE MI CAMINO ESTUPIDA RETRASADA!
— ¿¡TE CALLAS LA BOCA? INTENTO FALLIDO DE ABORTO!
Ambas ofensas tan graves estaban dirigidas hacia su otro compañero, pero a pesar que eran las más duras que se habían escuchado eso no dejaba claro si se odiaban o se querían, ya que tanto peleaban en pareja como hacían una buena combinación de ataques coordinados, de una manera casi magistral, lo que llenaba de dudas y apenas controlando su guardia a Tron y Marcus, ambos teniendo problemas y casi sin tomar algún respiro, las armas del príncipe y princesa eran un florete para ella y una espada cercana a lo que parecía una Katana de metro y medio para el príncipe.
— ¡¿Por qué no dejas que me ocupe de esto?!, ¡tú no tienes ninguna razón para entrometerte con mi esposo! — grito ella mientras flexionaba su arma para dañar un punto débil de Marcus
— ¿Y dejar que la hija con mamitis crónica haga lo que quiera? ¡Prefiero vender mi reino por un caballo! — grito el príncipe bloqueando un ataque que parecía certero hacia él
Las armas no eran las mismas, pero sus diferencias las hacían algo que temer en manos correctas, Marcus tenía un poco experiencia con la katana por ciertas misiones y su juventud, pero Tron no podía contraatacar tanto como su compañero, su arma era una guadaña alargada de 1 metro, una mala combinación para este enfrentamiento casi cuerpo a cuerpo.
Pero su control solo en la defensa era muy bueno, podía tanto defender su posición, como cuando Marcus parecía tener problemas, Marcus por otra parte había pulido sus tácticas solo para enfrentarse a Jezabel, pero sentía la necesidad de resguardar ciertas habilidades y no usarlas, aunque esto causara el perder, su duda era que si Jezabel observaba podría predecir lo que haría, aunque otra parte de él, decía que estos delirios le harían perder su orgullo y aumentarían su ego.
«Realmente mi cabeza está llena de tantas dudas... si pierdo esto me sentiré aún más mal que antes... puedo pensar muchas cosas después, ahora has algo y ¡pelea!»
En uno de ese logro tomar distancia al usar solo un poco su magia, algo que dejo algo impresionado a los príncipes, pero Tron no tenía esa expresión.
— ¿Al fin decidiste pelear?-
—Lo siento, estaba sumido en cosas estúpidas... Ya habrá tiempo para eso
—Al fin
Tron agito su arma y esta se estiro tanto de la hoja curveada como de su mano para un poco más extensión hasta el suelo.
—Lástima que no podemos tomarlos demasiado enserio— dijo Marcus
—Dile eso a Ritsumary
Marcus vio a ella, la espada se había roto por la mitad pero eso no le impedía entrar más a una batalla de corto alcance, mientras Zartremist dejo su arma para estar igual y tratar de golpearla con los puños.
—Maldición
Los príncipes incluso dejaron de discutir entre ellos y se colocaron en postura de pelea. Ambos gritaron al enfrentarse de nuevo. La guadaña podía ya abarcar todo el radio alrededor de Tron, había aprendido demasiado rápido a cómo hacerlo ya que era el más callado de la clase, y solo quiso aprender a ser fuerte, aunque le tomo demasiado tiempo el control casi absoluto de la rotación al atacar, Marcus ya podía enfrentarse a Louise, ella a pesar de los intentos de evasión y defensa podía sentir que algo cambio en el ya que no le importaba ser herido.
«Realmente es como dicen, están totalmente locos» pensó el príncipe
En un movimiento Marcus recibió un corte en el hombro y se acercó como si nada, la flexión de aquel florete podría hacer que entrase más, pero la aprovecho para tomar con una mano el arma y levantarla para golpearla a ella en el estómago, pero sintió una interferencia que o hizo desistir y cambiar el objetivo, justo al mismo tiempo que la punta de una guadaña chocaba contra la katana que estaba a punto de darle en el ojo a Marcus y la mano libre de este sostenía el filo por los bordes antes que tocase el costado de Tron, era una especie de revoltijo, en el que el primero que afloje el garre muere.
— ¿No se supone que peleas conmigo? — pregunto Tron
—Lo siento, no lo pensé por instantes
—Por mi está bien— dijo Marcus —, porque no tenemos que matarnos... aun
—Lo mismo digo —hablaron los demás
Todos aflojaron el agarre y se miraron, el príncipe miro a su hermana y ella evito su mirada.
Mientras tanto.
Él podía sentir un aura extraña, era alguien con un alrededor parecido a una gran amenaza, como acercándose como una serpiente negra, ella solo estaba en una postura diferente a las que el otro capitán había visto, a pesar de que la cara de ella denotaba algo de nerviosismo junto con sus lentes que parecían estar empañados, él estaba en una buena postura únicamente en defensa con una espada algo angosta pero que parecía liviana para cualquier persona le mirara sostenerla con una mano, era pequeña pero no por eso significa que tendría que ser peligrosa en las manos correctas, ella sería como la expresión un lobo en piel de oveja, pero al revés.
—No sabía que aquí habían personas tan interesantes—dijo el capitán Worren mirándola y con un tono tranquilo—, Niña, me gustaría que al terminar esto podríamos hablar de algo
—¿¿Eh??
—No te pongas nerviosa, esto es solo digamos un entrenamiento, aunque me gustaría ir en serio, pero sé que hay leyes y yo las respeto, así que has lo que puedas, ¿sí?
—Si... es solo que aún no me acostumbro del todo a sentir pelear con alguien de frente y que no sea el profesor, además... los otros si se lo toman en serio, yo aún no me acostumbro del todo a mi especialidad que es otra cosa— dijo sonriente y algo apenada de decir eso—, lo siento si dije algo extraño
—No, si quieres también iré en serio
Esas palabras tan diferentes, para cualquier persona serian algo normal, pero para alguien como él, era dar un gran aviso, así que le faltaba más experiencia para no tener esa expresión de muerte.
—Entonces... con su permiso
Ella solo acomodo sus lentes en un compartimiento de su armadura y su postura se relajó solo un poco.
— ¿Lista?
—Sí, perdón por mostrar ese nerviosismo
Ella tomo su postura otra vez, pero esta vez su aura aumento de una manera casi considerable y en una que él nunca había visto antes.
«No había sentido esta sensación tan extraña desde hace mucho» pensó «me alegro de haber venido aquí»
Ella se acercó con su kukri de corto alcance, de un nerviosismo obvio paso a una seriedad y concentración tremenda.
Worren tenía una daga un poco más pequeña, pero no por eso podría no ser peligroso, ambas armas chocaron, hicieron un sonido algo agudo, después se movieron rápido, de entre todos los demás que tenían sus modos, ellos dos eran diferentes, confiando en el juego de pies, postura y movimiento de brazos todo en una distancia de cincuenta centímetros entre los dos.
—Interesante— dijo sin pensar Worren
Los ojos de ella denotaban una intensidad que ni siquiera parpadeaba, ni cuando algunas chispas salían de los filos de las armas. Worren logro desviar un corte al hombro y tomo desde el codo hasta el hombro derecho de ella, pero Gabriele contra ataco con la rodilla hacia el torso de este, sintiendo el golpe supo que ella no tenía aberturas y él tampoco tenía que, tan rápido como sintió el golpe soltó el codo y giro rápido haciendo una llave para intentar hacerle soltar el arma, ella lo hizo y él se alejó rápido de ella, al mismo tiempo que el cuchillo cambiaba de mano y estaba a punto de dañarle el rostro, no sin antes levantar el pie saltar, logrando su objetivo.
—Eso fue excelente para alguien como tú— halago el capitana ella
Gabriele levanto el kukri y lo miro... después se sonrojo y se sintió apenada.
—Gracias
—Otra vez, ahora intenta no flexionar demasiado los pies
—... De acuerdo... ¿conoce este modo de pelear? — pregunto ella volviendo a su postura
—Solo es una variante, pero creo que si
Irona por otra parte se veía algo fresca, ¿la respuesta? Su posible superación personal... eso y 2 cosas, uno, dejar caer el nombre de su familia y un leve sentimiento de no soltar a Azrael por nada... a pesar que conscientemente no lo quería aceptar.
Su oponente era Hangret de parte de Undyne, este podía tener la experiencia en la rama de combate que quisiera con su confiable espada, pero no podía hacer nada contra alguien que usaba reforzamiento mágico y un arma tan difícil como los nunchaku, siendo de metal.
«Si quiero ser más concentrada, ¡tengo que dejar de pensar en eso! »
Su mente era un caos, pero no dejaba del todo que se liberarse en su pelea.
La que del todo había acabo era Avenile, no era por qué fuese hábil o experta, era por un simple estereotipo, su cuerpo era algo así un poco más angosto que la normal, además que se la pasaba comiendo incluso entre las clases, Azrael ni siquiera sabía de donde sacaba las botanas, solo volteaba un poco y una envoltura vacía caía de su lugar, así que como castigo sus lecciones eran más duras, pero había algo en ella un tanto extraño, su cuerpo podía flexionarse como uno normal, ella junto a Evelin tuvieron el mismo entrenamiento, y su arma, una lanza o Dory en este caso de 1.80 con la punta más básica que podía haber, su contraparte yacía en el suelo inconsciente y sin saber que le golpeó.
—El profesor dijo que no me excediera y que dejará a los demás por su cuenta, pero... veo que no soy la única
Clavo la base de su lanza enterrando la en el suelo, movió la mano y como si fuese por arte de magia del aire saco una envoltura de hojas verdes que tenía un pan con lo que parecía granola, se sentó en el suelo y dio una mordida a su pan.
—Quisiera poder hacer algo más
Dio otra mordida más grande terminándoselo.
—Hola señorita ¿puedo acompañarle? — pregunto una voz a un lado
Ella miró quien era, no le conocía pero su guardia no había bajado a pesar de que parecía tranquila, y sentía que el hacía lo mismo.
—Claro
Ese sujeto se acomodó, su arma era una especie de hacha, no con filo, sino con pequeños dientes de sierra
—Cielos, su profesor realmente se esfuerza en entrenar a niños de este modo— dijo con un tono sin ninguna pisca de burla u ofensa—, nadie ni siquiera un monstruo podía soportar mi fuerza
— ¿Grener fue un buen combatiente?
—Sí, se esforzó e inclusive logro dañar seriamente el pomo de mi hacha, cuando despierte espero poder disculparme por mi repentina fuerza, realmente no me excediera de esa manera, pero sí que lo hizo
El soldado guardo su arma en la espalda, ella solo sonrió y saco otro pan para compartirlo con ese sujeto ya que igual eran del mismo país.
— ¡Es muy diferente a como pensaba!, Pero sí tengo que decir algo, sería que tengo que conseguir la cabeza de Azrael por esto
Las lecciones de Erickson eran más sobre ser rey que ser un soldado, sabía que su padre fue un estratega militar que participó en muchas escaramuzas antes, pero que casi nunca combatía, él quiso aprender sobre esgrima como sus hermanos, el mayor era segundo en rango en la unidad principal, Xiomi (su creído hermano) era casi un genio, pero no quería tomar un papel que no fuese gobernar, así que la responsabilidad de demostrar lo que era capaz él y los demás estaba siendo probada al público por igual.
—Es muy rara la oportunidad de atacar a alguien de la realeza sin peligro a ser ejecutado... no lo tome personal— dijo su contrincante portando 2 espadas en sus brazos
—Quisiera creerte pero realmente se siente personal
Erickson estaba algo lastimado pero no se rendía en absoluto, aunque sabía que sería el último en suceder al trono, no podía dejar de pensar que podía pasar cualquier cosa que no esté dicha, aunque últimamente eso no le nublaba demasiado la mente, su arma era como los demás, una espada, antes elegiría la más grande, pero después de todo lo que ha pasado ahora pensaba mejor sobre cuál sería para un mejor rendimiento, eligiendo una Gladius para así avanzar hasta una mejor, pero ahora no le iba tan bien como esperaba, además que a quien enfrentaba podía notarse que no tenía limite y era experimentado en combates de desgaste y resistencia.
Todo mundo se enfrentaba de una manera muy seria, la gente podía verlo tanto como un espectáculo como una demostración de habilidad y orgullo entre ellos.
—Tu espada está en las últimas, no será mi culpa si algo malo pasa contigo—dijo Zartremist notablemente cansada
Ritsumary solo miró la mitad de su espada, aunque para ella todavía podía seguir, sentía que no podía resistir más de 2 golpes tanto como su portadora. Pero solo la balanceo, la capitana solo sonrió complacida ante lo que esa niña hizo.
—Ulti...
Pero algo la freno, miró a Ritsumary miró hacia arriba, los demás alumnos también lo hicieron inclusive ignorando a los demás.
— ¿Es una especie de contraataque?
Podía no entenderlo, pero miro a donde ellos lo hacía, podía sentir de manera indirecta algo venir, no podía ser buena en detectar magia, pero podía sentir un odio tan aberrante y grande que era comparable a las bestias salvajes de su hogar.
— ¿Que... que es eso? — pregunto la princesa de Undyne nerviosa
Al parecer ella si sentía miedo de lo que se aproximaba.
—! Oye, ¿Esto es parte del...
—! Al suelo todos!-grito Marcus
El príncipe no entendió, Tron lo sujeto del torso, Marcus a la princesa que aún no reaccionaba, los demás hicieron lo mismo, salvo Irona que se apresuró a crear algo tan rápido como su voz y energía mágica se lo permitía.
— [Muros del Valhala]
Apenas logro bloquear con una barrera invisible asemejan el a grandes murallas del tamaño de una montaña a todos los espectadores y los del centro del torneo, pero el impacto fue tan fuerte que no pudo del todo detener la onda expansiva de aire a presión. El polvo se levantó al cielo, la magia de Irona se le podía ver la grieta donde el polvo pasó hacia los lados.
—! ¿DONDE ESTÁ ELLA!?
Aquel grito termino de destruir lo restante de la magia de protección. La intrusa camino hacia uno de los alumnos, Marcus, podía sentir la mirada de ella al verlo, dejo a princesa detrás y trato de ponerse en guardia, podía escuchar a la gente aún en sus lugares, pensaban de seguro que igual era parte del torneo, pero los participantes no lo creían.
«Es mejor que piensen así, podía pasar algo aún peor si entran en pánico... » Pensó «Aunque Jezabel puso una barrera de protección ella paso como si nada... no debería sorprenderme, está totalmente loca de venganza»
—Tu... ¿Dónde está esa maldita Hundrest? — pregunto esa mujer señalándolo
Traía una armadura liviana (protectores en el pecho hombros y piernas, sin armas) pero aquel que se haya enfrentado a ella sabría que no necesita eso, su cabello largo hasta los hombros y algunas marcas y cicatrices en el rostro y brazos decían que había mejorado igual a ellos, pero de una manera más ruda y fuerte, además de un parche en el ojo donde Carmilla lo había arrancado.
—No se encuentra en el lugar y no sé dónde— dijo el tranquilo—, y aunque lo supiera sabes que no te lo diría... pero si fuese Azrael te diría que está en el bosque
Ella le miró, ambos sabían lo que venía. Irona fue llevada por Erickson y Evanile lejos para resguardarla, no todos los participantes habían salido bien librados del todo, digamos que el 70% de ellos (entre ellos el príncipe de Undyne y algunos alumnos) no tenían heridas graves pero si estaban lastimados.
—Él no me importa, solo vengo por ella, si no me lo dices no sirves de nada, conseguiré a alguien más
—! Entonces no busques más! — grito Evanile cargando contra ella por un lado
Dio un golpe, y después nada, su lanza fue detenida enseguida, no podía tomar postura sin ella, la otra solo la tomo de la parte donde une la hoja y el cuerpo del arma
— ¡No molestes!
La rompió solo con sus dedos y trato de golpearla, pero solo sonrió en el aire y después algo impactando en su cara, Avenile la golpeó a puño cerrado en la cara pero solo sintió como si hubiese golpeado una roca a pesar de lo fuerte que ella era.
»! Dije que no molestes!
Logro bloquear el golpe hacia su pecho con sus brazos, pero no fue suficiente, la logro arrojar hacia atrás de Marcus y la princesa casi llegando al muro y dejándola en el suelo podía sentir sus brazos, pero estaban tan entumecidos que no podía levantarse. Marcus seguía en guardia, no podía atacar de frente sin esperar algo igual a lo que había pasado.
—No está muerta... ¿qué extraño?... si, muy extraño — dijo ella al mirar que seguía respirando
Marcus no se movió, y alguien rápido pudo impulsarse con ello en su espalda.
— ¡Muerta esta tu cara! — grito Ritsumary al tratar de atacarla de ese modo
Pero corrió con la misma suerte que su compañera, incluyendo el romper su espada.
—Tú esta vez sí morirás
Trato de hacer el mismo golpe, Ritsumary solo la dejo, el movimiento siguiente fue tan rápido que inclusive la intrusa apenas pudo saber que paso, Ritsumary esquivo el golpe, pero este le lastimo como si fuese un gran corte casi profundo en su mejilla, un pequeño riesgo para lograr llegar a su objetivo usando su nueva habilidad en un 20% o eso es lo que ella siente, el golpe que dio al pecho fue uno parecido al de la intrusa cuando intento atacar a Evanile pero un poco más fuerte logrando sacarle algo de aire y casi dejándola inconsciente, derrapando hacia atrás sin despegar los pies del suelo, inclusive ambas se impresionaron de ello.
«Esta tipa... tengo que tener cuidado, pensé que sería fácil... »
Podía sentir un repentino escalofrió viniendo únicamente de un lado.
—Falto yo
El mismo corte que recibió Ritsumary lo recibió ella pero de una daga y en el hombro.
— ¡MALDITA! Ni siquiera la sentí hasta que estuvo detrás de mí
—Oye bonita— dijo otra voz un tanto alejada
Se preparó para otro ataque, pero no había sido nada, solo una distracción.
— ¡Maldición, concéntrate en...
— ¡Tan bien que me la estaba pasando! — grito Zartremist al darle una patada en el costado
No pudo esquivar del todo el otro ataque quedando un poco más herida, aunque sabía que algunos no podían con ella, era claro que no podía despegar la mirada de aquellas dos chicas.
—No me gusta aprovecharme de alguien así, pero interrumpir en una pelea es algo descortés— dijo Worren apareciendo de un lado y claramente furioso
Realmente estaba furioso
—No te entro...
Esquivo un golpe y la mando a volar a donde había caído, pero aun así se levantó a pesar que el dolor empezaba a inundarle el cuerpo a pesar de estar más preparada.
—Tienes una oportunidad de irte, si no la tomas... me hago responsable de lo que te pase— dijo Gabriele con una mirada normal y penetrante
La intrusa se acomodó en una postura, mostrando que no estaba dispuesta a irse.
—No... no lo hare, realmente no se quien las ha entrenado y que esté pasando, pero merecen mis respetos, así que me atendré a lo que tú quieras, siempre y cuando también sepas que morirás si tratas de detenerme
—Ho, me alegra escuchar eso- dijo la capitana Zartremist a un lado— ,¿puedo unirme a la fiesta o una más es multitud?
Gabriele le miro algo desconcertada, pero después se acomodó sus lentes.
—No, no hace falta, de todas formas ya perdió
Ambas no entendieron eso, Gabriele regreso a su lugar dándole la espalda a las dos.
—Oí que alguien me buscaba— dijo una voz pequeña e infantil
Todos miraron a quien pertenecía esa voz, era una niña de cabello rubio rizado, de no más de 1 metro de altura, con un traje de sirvienta, solo que este estaba sucio, arañado y desacomodado
— ¿Una niña perdida?... no, los informes indican que ella es la principal... quien acompaña a ese sujeto... pero, ¿no será su hija? Es un Dullhalan ellos no tienen hijos... ¿o sí?
Sintió la intensidad de la intrusa aumentar más solo con la aparición de Carmilla.
—Aquí estas... estaba esperando por ti
— ¿Cómo puedes saber si no soy un truco? — pregunto Carmilla
— ¿Quién más huele a sangre si no eres tú?
—Vaya, vaya, que detallista eres
Carmilla se acercó caminando, solo teniendo el mango y parte de un filo de la espada rota de Ritsumary, su contrincante igual lo hizo, el combate se decidiría en un golpe decisivo por lo que se veía y nadie quería perderse la oportunidad de ver esto.
«Sabía que el no excederme antes de tiempo podría rendir sus frutos... después de mucho investigar, se la debilidad de los Hundrest, solo necesito un toque... un simple toque, y aunque muera sabré que es efectivo, y espero y sirva con los conejillos de indias que use»
Carmilla se veía apacible, tranquila en su caminar, pero mientras lo hacia su tamaño creció al igual que su físico a un casi adulto, el pelo largo creció un poco más a comparación cuando la vieron por última vez los alumnos, el rostro se formó de una manera más firme y suave, las extremidades aún más fuertes y firmes que antes, inclusive el pecho creció un poco más y todo eso sin que la ropa se rompiese, hubo adulaciones y varios "hooo" por tal belleza, pero solo los del torneo podían medir la fuerza que había crecido en ella, no tanto como la enemiga, pero ya era algo ese cambio, inclusive entre los alumnos que la conocían poco.
Ambas estando a 1 metro se movieron de una manera rápida, apenas visible, la primera en intentarlo fue la enemiga al moverse rápido de un lado a otro con ayuda de su cadera dando primero con una finta y después el golpe real con la mano derecha.
Carmilla solo se agacho en diagonal doblando el cuerpo hacia enfrente en un giro hacia la derecha presionando sus brazos al pecho y al erguirse extendió un brazo para cortarle con una de sus uñas de la mano izquierda.
Después avanzaron alejándose, Carmilla no se detuvo, pero la otra cayó al suelo empezando un charco de sangre y volviéndose su mirar en una tonalidad en negro tan rápido que ni siquiera le dio tiempo en pensar algo más de lo que había pasado.
«Esa no es una niña... es una Hundrest... »
Volvió a su forma pequeña y se puso frente a Marcus y sin esperar nada le dio un golpe en los bajos.
— ¡Deja de pensarla mucho! ¿Así quieres proteger a Ritsu?, vaya tonto que eres— grito ella en un tono autoritario
—Sí, también la extrañe señorita Carmilla— dijo el antes de salivar por el golpe
Ella se retiró al centro de la arena.
—Siento disculpas por la intromisión, pero el torneo se ha terriblemente interrumpido, pido disculpas por parte de la administración y espero que no estén decepcionados
Pero la gente dio gritos de emoción, ella se quedó algo extrañada por ello, pero sabía que podía aprovecharlo, y sabía que no era la única peleando.
«Bien, ahora tengo que decirle a todos lo que realmente pasa aunque siento que él ya lo está intuyendo en este momento... además...»
Miro a un lado, podía ver que aún se movía, a pesar de que en el corto tiempo el charco de sangre se extendía poco a poco más allá de su cabello.
«Tengo que terminar esto con ella de una vez por todas»