—Hablen, ¿Quienes son ustedes?
Louise miró a quien irónicamente y de manera redundante, admiraba cuando estudió la historia de Undyne, su tatarabuelo Gartran "Monstruo de nieve" D'Lucio Metron, líder y capitán de las fuerzas restantes de Undyne, líder y nueva generación además de mano derecha del antiguo Rey de Undyne (en ese tiempo) reconstructor y salvador del país y más títulos así.
—Ehm, somos solo errantes, buscamos que comer, no queremos problemas, solo comida, si no me creé, mire a mi compañera, ¿Creé que alguien así no necesita alimentos?
Aquel sujeto al mando miró a Evanile y si, era una persona muy delgada que tenía un rostro cansado y queriendo dormir, pero los otros dos no tanto.
—¿Portan armas?— preguntó desconfiado
—Nop, si así fuera no me gustaría enfrentarme a usted— respondió Louise—, en serio
El líder los miró y aunque parecía tener sus dudas decidió al menos darle la razón.
—Aun no me has respondido la primera pregunta
—Es que… escuché de alguien, Gartran D'Lucio, capitán de la guardia imperial que está empezando a reconstruir Undyne, tiene bajo su mano de hierro el poder y apoyo de una población desesperada por volver a alzarse… se que no le gusta que le adulen tanto pero sus acciones no están pasando tan desapercibidas, si me permite decirlo
Gartran miro con algo de desdén a Louise aún con esas bonitas palabras.
—Ya veo, aunque eso no explica el cómo pudieron sobrevivir a la eterna tempestad de mi país
—Digamos que afuera hay más de lo que se vive aquí… cómo sobrevivir después del ataque de esa guerra maldita
—Buen punto, esos malditos demonios nos dejaron su desastre, aún no termina pero no debemos bajar la guardia… con nadie
—Estoy totalmente de acuerdo— dijo Erickson
La verdad es que cayeron como los demás, tenían a Evanile pero había un ligero inconveniente, ella no traía su báculo y sombrero, nadie esperaba en absoluto ser transportados a otro lugar de golpe, nadie, así que tuvo que hacerlo a mano.
Claro que podía hacerlo pero eso conlleva a un mayor gasto de energía, y más cuando son cosas vivas y no materiales.
El báculo sirve como catalizador y soporte, puede manejar la magia espacial a gusto y a órdenes del portador, pero siempre y cuando el portador sepa que quiere mover y a dónde quieres hacerlo aparecer, como un GPS en una pequeña pero poderosa supercomputadora, no tenerlo es básicamente tener un mapa pero no la brújula y el mapa está escrito al revés en otro idioma, puede hacerse, pero la cantidad de concentración y energía como dije, es mucha mayor a la de siempre, aplicando para las caminatas al aire, los agujeros de gusano y la más simple que ella puede hacer, los universos de bolsillo.
Por ello Evanile estaba delgada, llevar a dos personas más con ella a suelo sin conocer dónde están fue demasiado, añade el ser capturados a los pocos segundos de llegar al ser llevados a una gran cueva, no era estresante pues estaba disociada por la costumbre de comer enseguida de hacer magia.
—Denle algo de comer
La levantaron del suelo y le guiaron hacia donde ir.
—Solo una cosa, vigilen que no se pase, tiende a no tener límites ni a rechazar nada— dijo Erickson
Gartran solo resopló.
—Ustedes dos, síganme
Ellos se levantaron y también fueron custodiados por algunos soldados, Gartran al frente sin mirar atrás, Louise solo salivando un poco y Erickson mirando alrededor.
La cueva iluminada por rocas mágicas, la gente caminando tanto para trabajar ahí extendiendo más el espacio como alimentando el ganado y poco suministro de frutas y legumbres que podían crecer ahí.
«Así que aquí se hará el castillo»
—¿Y adónde van?
—¿Disculpe?
—Todo errante tiene lugares al que ir, ¿a dónde se dirigían con tanto esmero como para cruzar hacia aquí?
—Ehm
—Venimos de la costa norte, cerca del pacífico del abismo, estamos en un peregrinaje hacia… Abbylion— respondió Erickson
—¿Abbylion? ¿y que se puede tener… no, más bien, ¿qué puede ayudar a rezar ahí como para que ustedes vayan?
—Tenemos nuestras razones— dijo Erickson algo molesto, pero apenas lo soporto—, en este momento no podría decirse todo sin que se use en contra de nosotros, no se preocupe no es algo que afecte a todo mundo
Louise le dió un golpe de codo disimuladamente.
—Si, por ello solo es un peregrinaje, sin la necesidad de pelear si no es necesario y más que nada, alejarse del conflicto como se pueda— dijo ella para completar la coartada
Gartran miro de arriba a abajo a los dos.
—Vestidos así no creo que siquiera lleguen cerca de ahí
Claro que no, por ello tuvieron que buscar entre algunos escombros la ropa necesaria para poder soportar el frío, eso y la magia de protección de Louise hasta que durase lo que tenía que durar.
—Podria darnos algunas cosas de equipamiento a cambio de lo que sabemos
Gartran enseguida de eso se detuvo, los demás soldados también se quedaron quietos.
—¿Y que saben?
—Primero lo primero, ¿acaso no es mejor un trueque por qué nosotros podamos seguir adelante? Usted lo dijo, somos errantes, con algo que ustedes puedan darnos, nosotros les diremos
Gartran miro a Louise y después a Erickson.
—Ella empezó a mi ni me mire
Los dos se miraron algo intensamente de frente.
—Tendria que comprobar lo que dicen si no es cierto y eso es tomar de rehén a uno de ustedes
—Claro que puede, pero si termina siendo cierto, el trato se cumplirá, ¿bien?
Gartran sonrió y rechisto un poco queriendo reírse.
—Eres buena niña, ¿qué sabes?
—Antes de eso, ¿puede decirme que día es hoy? Nos perdimos un poco por el ambiente
Claramente Evanile se quedó, la Reina y Erickson se fueron con Gartran y algunos exploradores hacia donde ella dijo. Era un páramo no muy lejano a la cueva a la tempestad eterna, podía verse lo necesario como un banco de niebla matutina pero no tanto para ver hasta más cerca a quien se acercaba, Erickson, Louise y Gartran solo esperaban el reconocimiento con algunos soldados.
—Muy ingenioso Louise, tomas en cuenta lo escrito en tus libros y usas eso a tu favor para poder hacer algo sin perturbar el tiempo
—Oye, ¿has oído hablar de la frase, si no dices nada, pasará? Aquí no aplica eso si nos ayuda a llegar con mi madre, claro que es algo peligroso el que no resulte
—Eres tan diabólica como Azrael
—Me encanta ese halago, dime más
—...
—Alto, dejen de hablar— ordenó Gartran a esos dos
De uno de los lados vino una sombra, todo mundo se preparó pero está hizo una señal con el brazo lo que hizo que todos se relajaran.
—!Mi comandante¡ !Reporte¡ !Lo que dijo esa niña es cierto, hay un campamento de demonios ocultos en el barranco, al parecer usan una especie de magia como un invernadero para que la nieve y el frío no les afecte. Reporte terminado
—Descanse, soldado
Aquel cadete regreso con los demás, Gartran se sentía muy furioso, más cuando volvió con Louise.
—¿Cómo supiste eso?
—No nos dimos cuenta rápido, habían espacios circulares dónde la nieve no era tan alta como los alrededores, ¿acaso Undyne tiene algo para contrarrestar la tempestad? No, ¿verdad?
«Aún no» pensó Erickson
—¿Qué otro ser mágico podría hacer algo como eso si en principio pudo haber sido el responsable?— preguntó ella como si nada
—Cierto… reagrupamos a los soldados, podemos aprovechar este descuido una vez y tomar todo lo que se pueda de ellos
—! Entendido¡
Louise se acercó a Gartran y le tocó el hombro derecho.
—¿Qué?
—Tengo una petición, para nada tiene que ver con nuestro trato, solo… es algo que tiene que pasar
—¿Y eso es?
Hasta Erickson sabía a lo que se refería.
Para cuando volvieron a la cueva principal toda la gente solo miraba a un punto, incluso los soldados se quedaron quietos, Gartran se acercó a uno y este se asustó.
—Comandante
—¿Qué pasa? ¿por qué todo mundo está aquí?
El soldado solo apunto hacia el centro de todo… Evanile literalmente estaba devorando toda la comida posible que podía tomar de una gran mesa, a un lado podían verse los huesos limpios de carne, nada de comida tirada, nada de platos sucios ya que solo usaba un bowl de madera, todo lo que estaba frente a ella era menor a lo que al parecer le dijeron al principio que había.
Louise y Erickson se acercaron a ella y le dieron un golpe tan fuerte en la cabeza y espalda que ella se detuvo.
—¿Eh? ¿que?
—¿Realmente tenías tanta hambre a un nivel que te perdiste?— preguntó Louise
—Por algo es que el profesor tiende a castigarte cuando vas al comedor
Evanile se limpio la boca de los residuos de comida y después miró alrededor, todo mundo, pero todo mundo la estaba mirando tanto impresionados como enojados con ella.
—... Lo lamento… yo
—Eso no arregla lo que hiciste — dijo Erickson—, tienes suerte que te conozca— la acarició de la cabeza
No podía enojarse pues ella era una buena amiga y la persona que los salvó.
—Les dije que la vigilaran— dijo Louise a los soldados
—Lo hicimos, ella fue demasiado escurridiza— dijo un soldado—, demasiado
Gartran solo miró eso con cierta curiosidad y seriedad, entendía el por qué de su parada anterior, el detenerse a cazar animales aún cuando tenían provisiones fue por esto.
—No pensé que tanto le cupiera a una niña
—Tambien me sorprendió cuando lo ví la primera vez — dijo Louise
—A mi el hecho que ustedes puedan cazar de esa manera a esa edad
—Por algo es que somos errantes, ¿entonces? ¿podemos irnos?
—Claro, solo una última pregunta
—Ay, dios, entendido, nos rendimos, ¿en qué no confía?
—... Tus ojos, ese color es de aquí pero no te conozco
—¿Solo eso? Además, no es como si exclusivamente Undyne tuviera ese color
—No hablo del color, sino de la expresión… es igual al de mi padre, no se, es extraño
—... ¿Ok? Eso hasta para usted es raro, ¿ha oído hablar de los…
Pero ella se detuvo, miró hacia arriba y Gartran también, los soldados notaron eso y parecían entender ese gesto de los dos.
—Preparen las defensas— ordenó Gartran calmadamente al mirarlos—, hagan que los civiles entren más a la cueva y defiendanlos
—Evanile, es hora de pagar por la comida — dijo Louise tomando una lanza
—Entendido
Un soldado le dió una espada, pero ella sólo tomó un hacha, Erickson tomó una espada, la primera que encontró.
—Debieron seguir el olor a sangre, esos malditos monos boina
—Bueno, se como preparar sopa de macaco— dijo Evanile al reunirse con ellos—, les va a encantar a todos
—Veamos si es cierto
—Evanile, no son macacos— dijo Erickson
De la entrada como una jauría de toros, bestias en cuatro patas, otras en dos patas con las extremidades frontales alzadas y uno que otro más grande y fornido aparecieron, los gritos y chillidos retumbaron en la caverna, los monos boina no existían en el tiempo de Louise, pero después de que la tormenta eterna se detuviera, había uno que otro hallazgo de grupos menores de monos, no salvajes.
Estos no se comparaban a los grupos pacíficos de Louise que comían frutas e insectos invernales, estos eran más salvajes, más sangrientos, colmilludos y fuertes así como suicidas.
Cosa que parecía encantarle a Louise pues tomó una postura como lanzador de béisbol profesional con una lanza en la mano.
—¿! ¿QUIEREN CALLARSE¡?
Al gritar eso arrojó con todo la lanza hacia el frente, atravesando la boca de un mono gigante y matando a los que estaban detrás de él.
»... DE UNA PUTA VEZ?! !QUÉ RUIDOSOS SON¡
Algunos monos se quedaron algo aturdidos por ver eso, hasta que otra lanza más atravesó tres cuerpos, acompañado de un hacha que corto la mitad de la cabeza de otro mono gigante y una espada que atravesó el pecho de tres más.
—!MACACO¡
—!QUÉ NO SON MACACOS¡
Evanile yéndose por los que estaban más aturdidos se dejó caer… literalmente con un escudo y un cuchillo.
Erickson la siguió, después Louise y los soldados, haciendo una masacre ventajosa aún con los pocos números de soldados a su disposición. Gartran con un mazo y un guante de metal muy grande los siguió haciendo una carga hacia el grupo de monos que iban por la espalda de sus hombres y los errantes.
Volviendo con el otro grupo.
—Si, ellos estarán bien, la cosa es con nosotros, si no mal recuerdo, son los fuego fatuo los que están causando todo esto— dijo Marcus—, la gran guerra dragón
—Además que hay que encontrar la manera de volver a casa— dijo Gabriele—, no sabemos si el tiempo está corriendo como aquí en el presente
—Para eso necesitamos hacer algo… incómodo para mí
—No me digas…
—¿Pharmagon ayudará?— preguntó Raven
—La verdad es que todo depende si estamos en medio al final o al principio de la guerra contra los fatuo— dijo ella—, si estamos en el principio, él aún no entrara a la guerra, si estamos en medio, estará muy ocupado y si es el final… depende de cuánto le tome arrasar con los últimos que pueda
—Aun así debemos buscarlo, lo sabes— dijo Gabriele
—¿Sabes lo incómodo que es encontrarte con quién te encerró en un volcán?
—¿Y fue su culpa?— preguntó Gabriele de manera inquisidora
—... No— respondió Sharmarick mirando a otro lado
—Al menos lo aceptas, es algo
Marcus sabía la condición de Sharmarick y quién era, incluso Raven pues Azrael se los dijo como si quisiera estar deshaciéndose de algo qué hizo pero no supo cómo fue que lo hizo, así como su responsabilidad.
—¿Y cómo iremos… más bien, ¿A dónde iremos?— preguntó Raven
—Si Draknir está aquí, significa que la batalla de Calumnbar se está llevando a cabo
—¿Osea que es a la mitad?— dijo Gabriele
—No, fue el primer gran enfrentamiento pero este duró hasta casi la mitad de todo, los demás enfrentamientos fueron igual de fuertes pero más cortos— explicó Sharmarick
—Dios mío— exclamó Marcus con razón—, ¿osea que iremos ahí? ¿Cómo?
—Solo hay que caminar y mientras hacemos eso solo hagan lazos con su ropa
—¿Lazos?
—Solo háganlo
Gabriele solo dejo su falda y lo suficiente para su pecho.
»Pense que la niña tímida iba a avergonzarse a más no poder al estar mostrando mucha piel
—Me estoy aguantando, cállate
—ª
Caminando hacia el norte y unos pocos kilómetros después, Sharmarick los detuvo.
»Si, sabía que ahí estaban
Estando en los matorrales y observando a sus víctimas, el grupo divisó a una manada de caballos salvajes.
Grandes (1.80) de mucho pelaje, patas fuertes, una presencia desde la más simple hasta la más intimidante, colmillos largos, tres fosas nasales, pelaje de distintos colores, de los que destacaban el rojizo, castaño y manchado de ambos colores.
—Esos nos servirán, solo es cosa de montarlos
—... No creo que sea buena idea— dijo Marcus con escepticismo—, se ve que realmente no les agrada ser molestados
—¿Quieres volver a casa? Además, solo es cosa de tenerlos en control, hacerlos saber que no les tienes miedo
—Eso se ve tan fácil— dijo Gabriele con sarcasmo
—Lo es
Raven apareció con uno de esos con el lazo de su ropa alrededor de su cuello, los otros tres se quedaron sin palabras, incluso el caballo parecía tener la misma expresión que ellos.
—Se que de ti no debería sorprenderme, pero aún así logras hacerlo— dijo Marcus
Ese tipo de caballos era territoriales, así que era cosa de solo ir de frente y como dijo Sharmarick, no tener miedo, pero también era complicado con aquellos que realmente harían lo necesario por alejar a los intrusos, aún si eso significa atacarlos sin piedad.
—!ABAJO¡
El caballo había levantado sus patas delanteras de manera intimidante y listo para atacar a Marcus, pero él se adelantó y le dió un golpe en la quijada que lo regresó al suelo en diagonal.
»no importa lo rápido, si lo vas a hacer, no hagas circo, ¿entendido?
Solo se levantó y se quedó quieto, así que se acomodó.
Para cuándo miro el de Gabriele, sintió que justo como Raven, aquel caballo no creía lo que veía, el más grande de la manada estaba frentes a esos dos, solo los dos metros completos.
—¿Por qué algo grande? Eres blanco fácil— preguntó Marcus
No quería preguntar el como lo consiguió, por qué sabría que eso sería menos peor que otra pregunta por qué la respuesta estaba en la espalda de ella.
—Soporto mostrar piel, no que mis pechos reboten tanto por falta de brasier
—Pervertido— dijo Sharmarick sujetada de su cintura
—Y yo soy el que no tiene tacto — dijo Raven apareciendo a un lado
—!NO QUISE DECIR ES...
—Ok, ¡vamos a Calumnbar!— gritó Sharmarick
—... !A intentar no morirse¡— gritó Marcus subiéndose a su caballo
Los tres caballos alzaron carrera por la lejanía, atravesaron bosques, lagos, sitios llenos de escombros y agujeros largos hechos por cuerpos de dragones así como circulares y otros círculos mal hechos, la magia podía verse desde lo lejos ya sea en el aire o en montañas.
Puntos negros apenas visibles se movían en el aire, muchos de estos como enjambres desordenados y desastrosos mientras peleaban por derribar al otro, el grupo veía eso con magia de aumento de vista.
—Aun estamos lejos, ahí es— dijo Sharmarick
—¿Cómo es que tu amigo terminó en un lugar tan alejado del sitio? Se ve que la distancia es para al menos tres días o más — dijo Marcus
—No lo sé, tal vez intentaba recuperarse y escapaba de un ataque teledirigido que lo alcanzó
—¿Teledirigido? ¿eso es una palabra?— preguntó Gabriele
—Son hechizos que cuando tienen la escencia del enemigo no desaparecerán hasta dar con su objetivo o simplemente se gastarán por la carga que llevan mientras atacan
—Ah, ya veo
—Pense que les enseñó todo— dijo Sharmarick al escuchar eso
—Seguramente solo los hechiceros y magos, nosotros solo lo típico— explicó Raven
—ª, como sea, hay que seguir
Al seguir avanzando la destrucción era más y más de verse que antes.
Ya casi no habían bosques, ciertos poblados desolados quemados o aplastados a la vista, podían verse migraciones de gente alejándose de la batalla en caravanas resguardadas por soldados de distintos países y posiblemente mercenarios,soldados todos ressguardandolas al avanzar.
—Cosas que pasan— dijo Sharmarick
Gabriele se quedó mirando eso un poco más, le hizo recordar también la vista de dónde quedó el extinto clan Hundrest.
Después solo avanzó con los demás. Habían pasado dos días desde que "llegaron" a esa época, los caballos salvajes no se veían cansados, pero los jinetes necesitaban descansar, alimentándose de aves , algunas frutas y plantas que se salvaron de la destrucción, así como algunos poblados con el noventa porciento destruído.
Un cuerpo muerto de dragón gigante como Draknir pero de cuerpo más robusto y alas más grandes, estaba sobre un fuerte construido y ahora aplastado del cuello en los muros, las extremidades aplastando casas y destrozadas tal vez por la caída, las alas destrozadas y siendo devorado por aves y animales salvajes. Pero este era diferente, de escamas negras con gris, colmillos largos así como las garras y una masa en la cola hecha cuál cascabel mortal.
—Al fin, ropa medio decente
—Busquen más lazos
No querían ver del todo el panorama, así que solo tomaron lo indispensable rápidamente y se fueron de ahí.
Más dragones pero de menor tamaño podían vislumbrarse en los alrededores, en bosques dejando su marca como alguien en la nieve, en los bordes de las montañas colgando sus cuerpos boca arriba y el cuello hacia atrás, mitades de cuerpos y solo partes de otros en el suelo, era un desastre que ellos nunca habían presenciado, pero Sharmarick solo veía eso como si fuera un lunes cualquiera.
—¿Cuáles son los fuego fatuo?— preguntó Gabriele mientras buscaba algo de ropa de la que consiguieron en ese fuerte destruído.
Y Sharmarick apunto al que dejaron atrás en ese mismo fuerte que aún unos cuarenta kilómetros podía verse.
—¡Su perra madre! ¿Así de grandes?— exclamó Marcus
—Si
—Dios mío
Más nada se comparaba al olor, el fuego natural y el fuego creado por los dragones era diferente, uno quemaba la nariz de manera natural, como una fogata, pero el de los dragones era más simple, podías sentir el calor, pero no el olor singular, era como el que hacía la gasolina pero con el detalle de que quemaba más los pulmones que primero la nariz.
—Intenten respirar lo menos posible el fuego dragón, las particulas de magia se reunirán en sus pulmones y será como si fueran fumadores adictos sin control
—Justo como la enfermedad fantasma
—Digamos que si— respondió Sharmarick —, Oí que eso fue causado por los Saints Row… ¿no creen que sería interesante saber que la magia dragón tiene la igual potencia que esas cosas?
—Eso no sería algo loco… loco sería pensar que los dragones evolucionaron gracias a esas rocas— dijo Raven—, así como las demás especies y razas de este mundo… menos los humanos, ¿Por qué?
—Eso tienen más sentido… como sea, alejemonos de aquí— alegó Marcus—, luego seguimos con las preguntas
Siguiendo más adelante, todo estaba en calma en el cielo, no habían explosiones o ataques, aunque los cuerpos seguían en los alrededores tanto lejos como cerca de ellos.
—... Lo suponía
—¿Qué pasa?— preguntó Marcus
—Bajemos de los caballos y dejémoslos irse, de aquí en adelante todo será más arriesgado
Los caballos volvieron por dónde vinieron casi sin rechisto alguno cuando los desmontaron.
—! COBARDES¡
—Raven, los dejamos ir
—Ah, cierto… !GRACIAS¡
Ahora el grupo estaba en las faldas de una gran colina empinada, habían daños en los alrededores como agujeros y cosas que se arrastraron por los lados, incluso con la colina mordida de la mitad.
—¿A qué me recuerda?— preguntó Gabriele
—No empieces, no estuviste ahí
—Estuve un tiempo por ahí y ví todo el daño
—...
Marcus miró a esas dos de un modo como si comparara.
—Son cómo amo y mascota después que la mascota hiciera un desastre — dijo Raven
—Que no te escuchen, pero Gabriele la tiene bastante controlada
Subiendo la colina, justo debajo de ella había un gran cráter, lo bastante grande como para pensar que era una mina de algún país en desarrollo, no lo habían notado por qué iban directamente hacia la colina y el nivel de aquel agujero estaba muchos metros debajo el nivel de la tierra normal.
Habían más explosiones, rugidos fuertes y temblores de impactos así como rugidos desgarradores, todo debajo de una gran nube de polvo, fuego y posiblemente magia.
—No me digas
—Si te digo, si queremos encontrar a Pharmagon, tenemos que al menos tener algo en común con los dragones
Sacaron muchos lazos con ganchos metálicos y los amarraron a sus cinturas, así como cubrebocas de triple capa de tela.
—Ay dioses
—Los dioses no están aquí, sino, ya hubieran detenido esto
Sharmarick se dejó caer no sin antes gritar.
»¡Ya saben cómo al menos herirlos, vayan por los más grandes!
—Hija de perra
Raven la siguió sin miedo alguno, típico de él, los que dudaron un poco fueron los otros dos con sentido común.
—Si encuentro a Miki un día de estos, la golpeare aunque sea mi bisabuela… ! AQUÍ VOY¡
Claramente estaba aterrada, pero eso no cambiaría el hecho que tenía que pasar, así que solo pensaba en que al menos ahora se arrojó de manera voluntaria.
Marcus miró todo eso y se fue un poco hacia atrás.
—Uno por la gloria, dos por la victoria y ¡TRES POR QUE SI¡— gritó arrojándose al frente
Por fuera podía verse el día como cualquier otro, los árboles, la temperatura neutral, el cielo, y la tranquilidad de un paisaje vespertino… para cuando pasó la nube todo cambio tan de golpe que incluso le hizo pensar que habían entrado al infierno.
Muchos dragones en parbadas lanzando fuego hacia otros más grandes, estos grandes barriendo con los que no escapaban de sus alas y brazos.
Luces chispiantes, electricidad por las paredes y creadas de la nada, hielo, tierra, un calor y después frío insoportable, ruidos ensordecedores y la muerte esperando en el suelo sentada leyendo una revista a quienes caían inmisericorde, todo un cóctel total de desesperación y guerra.
—Concentrate
En el aire divisó a uno de los más grandes, arrojó el lazo y pudo enganchar fácilmente a una de las escamas de un fuego fatuo distraído, estaba algo lejos y cayendo muy rápido.
»Para ellos no somos más que moscas, pero si por algo son odiadas…
Al sujetarse muy fuerte el lazo a la cintura, sintió como parecía que la fuerza en inercia le quería partir la cintura, más dió un giro igual de veloz y haciendo un círculo casi perfecto, quedando encima de la cabeza del dragón, después tomó el lazo con las dos manos y tiro muy fuerte con ayuda de su magia de reforzamiento, rápidamente después saco una de las espadas que había obtenido del fuerte dónde cayó el otro y lo clavo en el ojo arrastrándolo al correr por el resbaloso ojo e irse de otro salto desenganchando su lazo.
»!ES QUE SON JODIDAMENTE MOLESTAS¡
El fuego fatuo se movió por el dolor totalmente desconcertado, aquel ojo empezó a sangrar profusamente de ahí, cosa que los otros dragones aprovecharon y mordieron el cuello en varios grupos, otros destrozaron sus alas a base de magia, y el más grande de ahí, logró morder el pecho de este.
Marcus solo seguía cayendo.
»Sharmarick tiene razón, son solo fragilidad dentro
Gabriele por otra parte se le había ocurrido algo.
—¿Dónde estaba, dónde estaba?
Corria por la espalda de otro, sujetando por dónde creía Sharmarick había usado los nervios para mover a su amigo, claramente no iba a poder sola, por eso sujeto las escamas con algunos lazos y los llevo a las alas, al engancharlas, calculando el momento perfecto logró abrirlas usando la misma fuerza, regresando ahí sabiendo que ese fuego fatuo estaría ocupado.
Después solo rasco casi fácilmente la piel e hizo un camino con metal de los nervios hacia afuera para que el impacto fuera más directo.
—Que mal momento para no tener a Dahert aquí, como sea
Clavando muchas dagas ahí salió corriendo tomando sus lazos y busco algo.
»¿Dónde está? Te ví hace un momento…
!AH¡
Saltó enseguida y solo unos metros abajo por la espalda del fuego fatuo interceptó a un dragón en especial, este se desconcertó por lo repentino, incluso pensó que era un ataque sorpresa, pero todo cambio cuando Gabriele se puso en su cabeza, no era tan grande pero si lo suficiente para que pudiera quedarse de pie en su hocico.
»Hola, ¡no hay tiempo de explicaciones, necesito que dispares electricidad ahí¡
!Creme, estoy de tu lado¡ !Por favor, por favor¡
Aquel dragón estaba demasiado perdido por momentos, pero vio algo, las escamas abiertas del fuego fatuo, así que alzó el vuelo parecía indicarle que ella se fuera.
»! Gracias¡
Dió otro salto y solo vio los destellos, miró al fuego fatuo tener fuertes espasmos, cada que el otro dragón disparaba.
Los demás dragones que luchaban con él se dieron cuenta, más magia electrica apareció y el fuego fatuo totalmente sin saber por qué, peleaba por mantener el vuelo, hasta que se distrajo y fue atacado por esos mismos, cada que intentaba defenderse, los espasmos servían para que no lo hiciera.
—Ahora solo tengo una daga… esto es tan jodido
Raven veía lo que hicieron esos dos desde el hocico de un dragón.
—Se complican la vida tan fácil.
Todo por qué él había sujetado en varias vueltas el hocico, cualquiera pensaría que eso sería fácil de romper, pero no cuando él lo hizo, otro más estaba por darle ese ataque, así que fue demasiado fácil para él solo por qué lo vió más efectivo. Después solo saltó para acompañarlos en la caída.
Sharmarick apareció por un lado de Marcus.
—... Siendo honesta pensé que iban a morir
—¿Ahora que? ¿Hacemos lo mismo con los demás fuego fatuo?— dijo Marcus cerca a ella
—Eso sería un suicidio total— dijo Gabriele
Hasta Raven sabía que era demasiado.
—No se preocupen, esto ayudará bastante, pero ahora… déjense llevar
—¿Eh?
Y cuál aves rapaces uno a uno fue tomado de sorpresa en el aire y llevados a otro lado, solo hubo un poco de gritos de sorpresa, además de ver qué los dragones normales estaban tomando más terreno mientras los fuego fatuo caían como moscas.
Sujetados de las patas de dos dragones los cuatro fueron alejados de ahí.
—Tengo una duda— dijo Raven siendo presionado lo suficiente como para no escapar—, si se supone que Pharmagon era un fuego fatuo… ¿en qué o cómo lo encontraremos si vamos por el bando normal?, Sharmarick ¿Eso no es contraproducente?
—Solo espero que estemos por buen camino
—Hija de perra
Y se fueron hacia la salida más rápido que como entraron hacia otro lado.