—Esta es una historia... una historia como otra cualquiera... bueno, casi como esas si fuera una película de acción barata... cómo mi primera vida...
El campo de batalla era uno reciente, de estos tiempos "modernos", lo digo con sarcasmo ya que parece que aún no comprenden que el oscurantismo y las cruzadas ya pasaron, aunque ahora pienso que solo evolucionaron con menos gente y más muerte, más metal y menos arrojar piedras a lo imbécil, más que los de arriba estén mirando todo desde lejos en ves de estar con su gente... cosas así.
Bueno, el punto es que ahí, yo estaba en el centro, literalmente, el humo negro desapareciendo hacia el cielo, los autos y vehículos de asalto en llamas de los cuales salía aquel humo negro, en los alrededores, los bordes de la carretera y desperdigos heridos,muertos de ambos bandos ya sea por la metralla de bombas de racimo o por el metal que salía disparado por la onda expansiva o por balas de armas de alto calibre que estaban casi pavimentando los extremos de aquella carretera principal en el lejano oriente con los casquillos regados al suelo.
Todo ocurriendo un día normal en el mundo de una unidad de soldados llamados al deber, todo acompañado por la lluvia, un día nublado de abril, un abril que se veía demasiado soleado y para nada lluvioso, pero ese día nos tocó la paja corta... sabía que el cambio climático era raro, pero por días así, no sabía si era por la naturaleza o lluvia ácida...
No podía sentir nada que no fueran escalofríos y ni sabía que estaba pensando en ese momento, solo era frio, un sentimiento más frio que en los entrenamientos que tuve antes de entrar aquí, aunque este no se detenía, mi cuerpo seguía tibio por dentro, así como mi sangre en mi costado, digamos que los atacantes huyeron al ver los refuerzos, pero si nos habían dado bien a nuestro grupo.
Sería una mentira si dijera que no es mi historia, pero como has notado, es solo algo que tenía que pasar, solo que provoque que fuese adelantado... fuí el que se dió cuenta de la emboscada por un niño que cuidaba un rebaño, que cosas.
Antes de eso, era una mañana normal, amaneció tranquilo primero, pocas nubes, un sol apenas apareciendo lejos y esperando freír la piel oculta por la ropa, ¿quien iba a pensar que de la nada aparecería aquella lejana y gigantesca nube fría en medio de todo?... con un poco de aire, era refrescante, únicamente en esa área podía llover ya que no estaba lejos de un gran lago, así que era muy productiva en términos de alimentos y bebidas, pero todo había sido arruinado, las cosechas quemadas, el lago envenenado y una pelea que se libró no hace unos momentos, lo digo así por qué siempre recuerdo como si hubiera sobrevivido a situaciones así.
Je, ja... es gracioso, no sé por qué, pero el chiste es que como toda historia de aventuras... pensé que esta sería la última y me retiraría, ya sabes, como el que sale de su casa queriendo volver, pero no termina así y es atropellado por un camión, solo que el camión estaba fragmentado y te atropello por sacar a gente de una casa en medio de la carretera.
Dicen que cuando estás muriendo puedes ver tu vida pasar frente a tus ojos... mi vida no quiso ni hacer eso, tal vez por qué hice tantas estupideces antes de entrar a esto que sería una perdida de tiempo y puedo decirlo, la mayoría no son todas lindas, lo único es que tuve razón, entre la lluvia se escuchaban sollozos, unos fuertes sollozos, aunque ella quería resistirse por que en su trabajo no se permitía, pero esta vez no pudo con sus sentimientos, ella y otros sobrevivieron.
— ¡Dijiste que recorreríamos el mundo!, ¡que me llevarías lejos de aquí... ¡¿Porque eres así!?, ¡lo prometiste!, ¡habías salido con la tuya muchas veces... pero... pero ahora, ¡no es justo, no, no, no es justo!
Él la miro a ella, quería pedirle perdón, quería levantarse y darle un golpe en la cabeza como todos los días, molestarla al roce del acoso, darle regalos que compraba por joder, hacerle bromas y salvarla de jefes estúpidos... decirle que él era una bestia invencible, él solo se rio de la ironía, y también de la tristeza mientras lloraba, así que pensó...
«Haaaa, maldición, hice llorar a la más ruda del grupo, no se... se siente raro, yo también quiero hacerlo, pero... no, no lo hare, no puedo mostrarle esa cara a alguien que me soportó, pero al menos no me arrepiento de lo demás, conseguí amigos, fui a fiestas, malgaste mi vida en cosas que decían los demás eran malos para la salud, pero... ¿y qué?, somos un fantasma en un ser de carne y huesos que estamos en una bola de tierra fuego y agua viajando a una velocidad de 32,00000 de kilómetros rodeando una bola aún más grande de puro fuego que no tardara en explotar y llevarse a todos... a menos que nosotros nos adelantemos... así que, el único arrepentimiento es dejar a ella sin un consuelo y sin esa promesa... ho, aquí viene» Pensó mientras sentía más frío y sentirse a punto de dormir
En el principio podía sentir el agua, el sonido de la lluvia al caer y los sollozos, pero poco a poco perdía la consciencia hasta que sentía que no podía respirar más, me sentí con la conciencia pesada y después, ya nada, como si estuviera durmiendo, pero un poco consciente hasta el final, se suponía que morí, y digo se suponía.
—Se siente raro, solo... solo quiero descansar, creo que me lo merezco, perdón a todos... y adiós...
El silencio era absoluto, no podía sentir nada, pero podía ver, únicamente en esa área oscura algo, una luz, primero como un punto, y después se volvía poco a poco más grande...
—"Es una lástima que murieras—dijo una voz medio suave—,bueno... ¿quieres otra oportunidad?" »
—No
—Gracias por aceptar
—DIJE QUE NO, ¡CARAJO!
»Después de eso solo dije si porque pensaba que volvería a ese mundo... pero heme aquí, en la azotea de un castillo jugando ajedrez con quien tengo que vencer, carajo, si mi unidad me mirara de seguro se reirían y me dispararían con escopetas aun teniendo dos chalecos anti-balas de Kevlar—dijo Delta mientras miraba el tablero
Al mirar a su oponente, noto que no estaba interesado en el juego, sino en una parte en específico de lo que hablo, hasta los sirvientes estaban absortos en su historia, algunos si lloraron, pero quien se suponía tenía que escuchar solo entendió una cosa.
— ¿Tu mundo es redondo? —Pregunto Jezabel con suma curiosidad como un niño pequeño—,eso no pasaría aquí... ¿o sí? Tal vez si yo lo hago...
Delta solo se le quedo mirando con un rostro dolido y suspiro.
—Dios, que... Ok, lo dejo aquí, creo que me he aburrido de ello—dijo molesto y levantándose—, yo contándote una historia conmovedora, ¿y tú solo preguntando eso?
— ¡Espera, espera!, es solo, que... es extraño, si ese mundo es así... ¿cómo es que si miramos lejos podemos ver líneas?
Delta no respondió y solo se le quedo mirando más molesto y sin palabras.
— ¡Hasta mañana!
—Pero...
Camino solo a la salida, al estar en la puerta sonrió y se echó a reír sin importarle el ruido ni el dolor de estómago.
El día siguiente:
El héroe y el rey demonio están tomando él te en la sala del trono justo después de la partida de ajedrez que momentos antes habían tenido, ambos sentados en el suelo y la mesita enfrente. Delta sigue la historia de cómo llego ahí y Jezabel como niño antes de dormir pone atención.
—La primera vez que llegue aquí, debería decir que tuve que subir a una montaña muy alta para poder ver si no era algún lugar cercano a donde aparentemente había muerto y digo porque ya había estado en situaciones críticas antes y me despertaba en hospitales o cuevas con mi cuerpo lleno de vendas o mirando como sacaban balas de mi torso o brazos— dijo Delta tomando un trago de té —, había escuchado esas historias cliché japonesas de que reencarnas en otro mundo matas y vives aventuras con otros y esas cosas... pero ¿vivir eso en carne propia? Fue algo que me dejo riendo por más de 3 horas hasta que me desmaye, debería decir que fue un gran shock más que nada, aunque sé que no soy el único que debió pensarlo, pero... ¿dejar todo lo que conozco atrás solo por las jodidas ganas que tiene un ser omnipotente de traer a algún muerto que de alguna forma u otra quiere descansar o tomar a jóvenes ilusionados para mandarlos al matadero contigo? honestamente me gustaría que al menos dijeran las razones del por qué mandan a eso en vez de ser tan crueles
—Ahora que lo dices... nunca me llegue a preguntar eso ¿eh?, solo por lo que dices, algunos decidieron no venir a enfrentarme... creo que por algo que hice y te diré después, mandaba a mi gente a observar y los reportes decían que vendieron sus armas o son comerciantes y esas cosas... si, me arrepiento un poco de eso
Delta tomo un trago de té y suspiro, sin hacer notar que se había quemado la lengua y garganta pero escuchando la risita de una sirvienta a alado de ellos.
—Esos son más inteligentes... o hicieron algo mal en mi mundo y quieren empezar de nuevo... o toman esta oportunidad para hacer algo que no lograron hacer en su primera vida... o yo que se — se notaba en su voz frustrado y envidioso, además que le dolía la lengua—, pero como sea, lo único que recuerdo es que me dio una habilidad trampa, las típicas de que espada poderosa, maldición de toque de muerte o... hablar con animales, ¿eso para que si ya hablas con las personas?
Suspiró mientras acomodaba sus pies.
»Sinceramente quería retirarme, mi vida anterior solo era ordenes, ordenes, ordenes, que ve a matar a tal objetivo, que vayas de espía, que resguardes a un desconocido, que todos tienen hambre, solo lo hacía por amor a la patria y dinero... ahora que era libre, me tome la libertad de ahorrarle toda la trama a quien haya sido el bastardo gracioso que escribió mi vida anterior y esta... y creo que se está riendo en este momento
[*Siempre*]
Jezabel sintió algo extraño y miro para todos lados esperando que no hubiese alguien más espiando por lo que el héroe dijo. Delta apoyo la cabeza en una mano y miro a la entrada del trono, sonrió con nostalgia de recordar algo.
—Recuerdo haber entrado aquí como si nada, "mi entrenamiento de espionaje e infiltración pulida hasta la médula en la academia se acaba de ir al carajo" pensé en ese momento que aprendí de mi habilidad trampa, al entrar y ver esto lo que primero fue a mi mente fue "¿no pensé que un rey demonio fuese tan limpio y le gustaran las plantas?" Cierto, nunca te pregunte por que las tenías
Jezabel tosió un poco y tomo un sorbo de té.
—Hasta para la maldad hay que tener ciertos gustos que no sean eso, además que es una forma de quitar algo de estrés de que asedien mi castillo cada día
—Te recomendaría uno de esos árboles pequeños... olvide el nombre... bueno ya será después, ¿en qué iba? A sí, no me había importado nada, así que antes y de inicio le pedí a esa luz pedorra que me diera la habilidad de pasar tan desapercibido como fuese... debo decir que pase a ciertos lugares a los que antes no podía entrar porque era "moralmente incorrecto"— dijo esto último haciendo la seña de entre comillas con los dedos—, pero por dios, no podía desperdiciar tan buena habilidad
— ¿Y te dices defensor de la igualdad de género?
—Entre por el pasillo como si nada frente a tus sirvientes...
— ¡Me ignoras cabrón¡
—El lugar sigue estando como lo recuerdo— continuo —, con tus trampas mortales, tus sirvientas trabajadoras, los monstruos gigantes, tus sirvientas, el lago de lava, ¡tus sirvientas que están de...
Repentinamente un golpe con un balde lleno de agua le golpeó la cabeza
—Lo siento, su boca estaba tan sucia y su cabeza parecía irradiar humo, así que pensé que un poco de agua podría enfriarlo— dijo una de las sirvientas que realmente parecía irradiar fuego y pequeñas brazas de su cuerpo delgado
—Gracias... — dijo Delta sabiendo que se había sobrepasado
Miro hacia delante y Jezabel sostenía su mano (o la manga en este caso) tapando su cara soportando la risa a mas no poder
—Lo siento, lo siento
—Me disculpo por mi descortesía— dijo esa sirvienta en una reverencia
—Permitido... haaaa— suspiro Jezabel reconfortado
—Si no hay más cosas me retiro— dijo aquella sirvienta algo tranquila que su amo le permitiera hacer eso
Delta solo sonrió también dejándolo pasar.
—Pensé que la risa del rey demonio seria más de inhalar y soltar una risa hueca que retumbara por todo el lugar provocando escalofríos, pero la tuya es más como si solo fuese una normal— dijo Delta
—No creas, solo con los demás hago eso, con los que me agradan no soy así
—No quisiera ser la única opción
—Tampoco yo creo que en algún momento lograré llegar a conocer a alguien como tú
El silencio se hizo algo incómodo en ese momento
—Lo harás, pero si primero piensas en salir al menos un tiempo
— ¿Sigues insistiendo con eso? Te lo he dicho, asedian mi castillo día y noche, no podría salir y decir, "Hola, ¿podríamos dejar esto hasta dentro un mes?"
—Lo sé, pero sería interesante... yo he conocido a personas en mis viajes alrededor de este mundo, algún día espero y tu logres algo así
—Soy el Rey Demonio, todo lugar que pises será mío... cuando el momento llegue, aún estoy restringido por ya sabes que...
—Lo sé, lo sé, ¿al menos no te gustaría ver en algún momento como es el lugar antes de que lo destruyas? Digo, la gran guerra que se libraría en ese momento se llevaría aquel lugar como un torturado siendo jalado de un pie por un caballo en un camino lleno de espinas, así que...
—Lo pensare, pero solo será hasta que al menos no les tome mucho tiempo el atacarme
—Gracias, sé que tomara algo de tiempo, pero te vendrían bien unas vacaciones
— ¿Qué es eso de vacas? ¿Se comen?
El héroe solo le miro, habían hablado ciertos términos de palabras y sus significados, pero nunca el poder llegar a esa palabra.
—Luego te diré mientras déjame terminar con esto
La sonrisa de Delta era una satisfecha y plena, la de Jezabel era una tranquila a pesar de que no se notaba podía sentirse en sus acciones
» ¿En qué iba?... a sí...
Tosió para continuar la historia.
»Entre a este lugar, la sala del trono, el ultimo nivel del castillo del rey demonio, podría decirse que fue un logro, como la ruta de la paz en ese juego de cavernas y monstruos cuando no la haces de genocida, camine como si nada, mentira, note que antes al parecer habían entrado otro grupo de héroes antes que yo, esa habilidad que había pedido fue de mucha ayuda, la sala del trono estaba siendo arreglada por sus sirvientes, pude verlo sentado, al mismo que estoy viendo ahora frente a mí, no se movía en absoluto, estaba esperando.... esperando, esperando, no tiene y no tenía mirada en aquel momento, era más parecido a una alfombra o un niño con una sábana cubriéndole el cuerpo, podía escuchar un suave tarareo, pensé que era alguien más, pero nadie de las sirvientas o sirvientes que arreglaban todo lo estaba haciendo... seguí mirándolo, no se movía, y eso se me hizo raro— Delta volvió a acomodar sus pies—, según leí un rey demonio debe ser aquel que tiene que estar ocupado destruyendo cosas, trayendo calamidades al mundo y desesperación, pero por alguna razón... no podía sentirlo, soy militar, se cómo se siente una mirada de odio, se cómo es expresar una mirada de furia resentida, sea quien sea, sea cual sea la persona u objetivo, debes ser de corazón frio para hacerlo, debes ser calculador para sentirlo... debes ser alguien que sabe lo que es el sufrimiento...
Miro a Jezabel, este solo seguía atento a lo que Delta decía.
»Pero no podía sentirlo, era algo diferente, como si no le importara nada, ni nadie que no sea de su castillo, vi a una sirviente inclinarse ante él y empezar a limpiar una parte que aun nadie había limpiado, el movía la cabeza a donde ella se movía, repentinamente la sirvienta, creo que por su nerviosismo a ser observada tropezó y cayó de frente, para quien sea eso sería una ofensa, el empleado tiene que tener orden en cualquier encargo, sentía el nerviosismo y vi el rostro en su piel el color casi blanco de la sirvienta, los demás se tensaron ante la situación, creo que sabían que ella iba a morir por ese error, pero él solo la observo, levanto una mano y ella se quedó en blanco, pero el hizo una seña de que continuara, ella se inclinó más hasta el suelo y siguió en lo suyo ahora con más ánimos y cuidando sus pasos.
Miro a la sirvienta que le había golpeado, era esa misma, solo sonrió, tal vez por ser recordada.
»Para mí fue lo más extraño que pudo ser en cualquier lugar, sé que hay jefes malvados con el mundo, pero no con sus criados o leales sirvientes, pero este sujeto es un rey demonio, un ser que se supone es malvado hasta se podría decir que con su propia madre... si es que tiene... así que seguí observándolo, aunque me tomara todo el día, se levantaba, miraba por encima su hombro y caminaba, seguía tarareando una canción extraña, salió de ahí y yo lo seguí, todos los niveles, uno por uno los revisaba personalmente, sus sirvientes frenaban lo que hacían y se inclinaban a su paso, él saludaba o no lo hacía para no interrumpirlos, los monstruos gigantes se detenían y gruñían con amor hacia él, hasta esa Gorgona rara y gorda se tapaba la cara para no atacarle aun sabiendo que no le afectaría, así estuvo algunos momentos, hasta que me di cuenta que llegamos al primer nivel, la entrada específicamente, el patio, miró al cielo y después al suelo, se dirigió a un lado y apenas lo note ya que me había pasado directamente hacia el sitio principal, habían unas plantas ahí, diferentes colores, diferentes tamaños, y el hizo aparecer una pequeña nube negra y hacer llover específicamente en ese lugar, se quedó mirando las plantas y suspiro.
—Y yo que pensé que los héroes no eran entrometidos— dijo sin mirar atrás
Me quede en blanco y me caí de culo por la repentina forma de hablar de él, había sido descubierto, esa maldita luz pedorra me mintió.
— ¿Desde cuándo...
—Desde el inicio, sentí un poco de intensión asesina al momento que entraste, aunque debo decir que el no atacar de tu parte fue una sorpresa para mí—, si tienes una habilidad tramposa, esas tienden a controlarse a base de emociones, algo que inclusive los novatos saben que es una regla de oro... ¿o de donde crees que salen los llamados Power ups? ¿Del culo?... de hecho... creo que si
Yo me levante y me hice aparecer.
—Qué raro eres—dije sin pensar interrumpiéndolo
— ¿Raro yo? No, tú eres el raro, osas aparecer con tu habilidad trampa en un momento como este, si eso no es ser raro, no sé qué sea
Trate de ponerme en guardia, pero el parecía no prepararse.
— ¿Podrías esperar un poco?, necesito ver si estas cosas crecen
Yo no dije nada y solo me quede ahí, él realmente me había ignorado, pero ahora esta parte me frustró algo, pero no podía atacarlo solo por eso, tenía que medir bien como reaccionaria, pero bueno, es el rey demonio, a este tipo tienen que atacarlo con todo.
»Ahora... si estás pensando en matarme, déjame decirte que perdiste la oportunidad desde que me viste en mi trono—dijo el atrás de mí
Eso realmente fue demasiado rápido para mí, para cualquiera, pero... se a que se refería con eso.
»Aproximadamente te quedaste casi todo el día a un lado de la entrada, tenías una magistral ventaja de haberme matado en ese momento, yo y los demás héroes cuando llegan a mi lugar designado, siempre nos preparamos para ver quien muere primero, nadie sabe lo que el otro hará, y si es que lo adivina eso solo añade un punto de muerte para el adversario, así que, dime, ¿qué te hizo no matarme cuando me mirabas desde la entrada? — Preguntó —, no aceptare estúpidas excusas si no quieres morir rápido
Sentí la muerte inminente en mi espalda, hice lo posible por no moverme, pero mis nervios estaban al borde y mi costumbre de tratar de contraatacar golpeaba mi razonamiento, pero sabía que no podía hacerlo así que pensé en lo que me dijo.
Lo pensé, en serio que lo pensé, aquel sujeto esperando algo, en una guardia tan baja que hasta el mismo lo ha aceptado... y yo teniendo la ventaja... ¿qué es lo que realmente me detuvo? ¿Podía ver algo inconscientemente que me hizo no matarlo?, ¿podría ser eso?, podría ser algo más que eso... simplemente que no quería... entonces, ¿por qué no me fui de ahí?... pensándolo bien, ¿por qué lo seguí?, después de ver todo lo que hace un día casi entero... creo que algo me hizo sentir familiar... ¿pero qué?. Y el suspiro, de manera cansada y aburrida.
—Cielos, antes venían de incluso uno después del otro con todo y sus compañeros, ¿pero solo uno? ¿Acaso eres un suicida?, conocía a unos, pero al menos ellos se hacían estallar y sobrevivían... algunos, y no fue para nada agradable ver eso las primeras veces
Inconscientemente mire las plantas, no las conocía, algunas eran de un bicolor negro o rojo, otras solo eran hojas en un palo azul, y diferentes más en línea que cubrían el muro, y parecía que ellas me dieron un golpe de razonamiento tan rápido que mi cerebro trabajo con mi inconsciente.
—Sentí envidia
El rey demonio pareció ladear la cabeza ya que su única ropa se movió.
— ¿Envidia?, ¿un héroe como tú que puede sentir de alguien como yo?
—Yo... realmente no soy un héroe... o tal vez lo fui para otros, no sé, realmente creo que sentí envidia al verte no hacer nada, tener a quienes están contigo y calmarlos, ir por todo tu hogar tocando cosas que son tuyas... y esas plantas, no sé por qué las cuidas pero debo decir que llevas tiempo en ello... yo por mi parte, siento que no disfrute del todo lo que tenía... siempre tratándome de superar, tratando de demostrar que tan alto podía llegar, y tú que estas en la cima no tienes nada más que hacer que revisar que todo esté bien... si, honestamente sentí envidia, la envidia de que lo que pensaba que podía aspirar no es nada más que una meta a la cual llegas y no hay nada más después
El único ruido que nos rodeaba era el viento, no sentí más su odio o un sentimiento de muerte
—Ya veo, aunque debo decir que solo hago esto porque no podría avanzar más, si saliera de aquí podría destruir el mundo, o cualquiera que se atraviese, pero al parecer soy una gran amenaza que hace que el flujo de héroes sea mayor así que no me arriesgare a que me maten fuera de mi lugar favorito... si, hasta yo mismo me sorprendo... jeje
Su tono de voz era un tanto extraño, después de eso mire que de la nada volvió a aparecer frente a sus plantas
»Si quieres puedes irte, no hay manera que alguien tan derrotado por sí mismo por sus propias metas incumplidas, pueda querer perder la vida de una manera tan estúpida como enfrentarme, así que te daré tiempo para que te prepares
Esas palabras me dolieron en todo mi cuerpo, peor que una metralla y más profundo que una bala de calibre 50 en el pecho, solo me quede mirando al cielo y reí, volví a reírme, pero esta vez era sobre mí, sobre lo que había pasado y lo que había hecho, ya no me importaba nada más, si me mataba o si me dejaba vivir, ya no me importaba, así que suspire entre lágrimas.
— ¿Al menos puedo saber el nombre del sujeto que destruirá el mundo?
—Jezabel
—El mío es **** puedes decirme Delta, antes de esto era un sub-oficial...
Me quede ahí parado, Jezabel seguía mirando sus plantas, pero parecía que quería echarme, pero yo tenía que preguntar algo totalmente serio.
— ¿Qué quieres? ¿No que ya te ibas?
— ¿Podría pasar a tu baño?
El ambiente bajo de intensidad a un simple frio, para después mirarle, me dio la espalda y paso la mano por su cara, para después soltarse a reír intensamente, era una risa un tanto incongruente por el silbido cada vez que dejaba de respirar, y después una gran inhalación para volver al silbido, era raro, pero en serio tenía ganas
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—¡Bonsái!, ¡digo Jaque mate! — grito el héroe repentinamente
Gritó Delta al término de su relato y otro juego de ajedrez.
— ¡Ya decide! ¿¡Y qué es eso de Bonsái!? ¿Alguna declaración de guerra?
—El árbol que te decía es un bonsái... no sé si lo has visto... creo que no, podría dibujarlo... son realmente buenos y muy especiales
— ¿Tan frágiles como los humanos o qué?
—Algo, pero duran más tiempo... por cierto... — dijo en un corte de palabras
— ¿Qué?, ¿me restregaras tu victoria de hoy en la cara? ¿Ni siquiera en el momento del te tengo tiempo?
—No, quería decirte sobre algunos lugares que he ido, este mundo es basto y muy lindo... aun me falta ir a otros lugares más
—Bien por ti... me da curiosidad el salir, pero aun no puedo
—Sí, sí, los héroes eso se entiende
Jezabel se quedó en silencio, ambos estaba ya callados, y tanto el uno al otro sentían que se guardaban ciertas cosas, y eso que se decían hasta de lo que se morirían algunas veces, y otras se desahogaban maldiciendo a personas que no estaban ahí, pero ambos sabían que habían ciertos secretos que sería mejor no decirle al otro, por muy amigos que sean.
— ¿Eso de las vacas, puedes decirme? — pregunto Jezabel interesado y cambiando el tema
Delta lo hizo mientras preparaba el tablero nuevamente.