Nian Xiaomu retrocedió unos pasos hacia atrás. Mientras la parte de atrás de su cuerpo estaba presionada contra el árbol que estaba a un lado dela calle, ella levantó la cabeza y analizó al grupo de hombres que tenía adelante.
Ellos parecían desconocidos.
A juzgar por sus apariencias, el hecho de que llevaran máscaras y la forma de hablar, no parecían personas con quienes ella hubiese tenido contacto.
—¿Quién les ordenó que me secuestraran? ¿Qué planean hacer todos ustedes?
Nian Xiaomu giró la cabeza y ya había examinado los alrededores mientras los interrogaba.
El lugar estaba muy aislado, sin la presencia de peatones. Sólo había una capa de nieve espesa acumulada en la calle, la cual no habían barrido a tiempo.
Ella también había dejado caer su cartera y su teléfono móvil en el taxi. No había nada que pudiera hacer aparte de intentar huir...
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