Ella cerró el libro y tapó el bolígrafo con una mano.
—Hay alguien que obtuvo los datos incorrectos —reclamó Jiang Fulai con una expresión fría, como desahogándose con ella.
De lo contrario, podría haber regresado más temprano.
—Bai Lian guardó el libro en su bolso, levantó la vista y reflexionó:
—Entonces, ¿los perdonarás?
—Oh —Jiang Fulai aceptó con reluctancia.
Cuando Jiang Fulai regresó, la tía sirvió otra comida. Jiang He, Ming Dongheng, Director Chen y algunos otros ya habían terminado de comer, dejando a Jiang Fulai cenar solo.
—Director Chen echó un vistazo a Jiang Fulai y tuvo una inspiración repentina:
—Señorita Bai, ¿tienes hambre?
—No mucho, me comí dos pedazos de pastel antes —Bai Lian se levantó—. Pero tengo que irme ahora, mi abuelo me espera para cenar.
Pu Xiaohan también se levantó nerviosamente, agradeciendo a Jiang Fulai.
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