—Está bien, iré a preguntar al hotel —contestó el Vicepresidente Qian de manera casual.
Bai Lian solo necesitaba estar a salvo; si había llegado o no, no marcaba una gran diferencia para él.
Después de llegar al hotel, organizó el alojamiento para los competidores y luego confirmó el paradero de Bai Lian con el personal del hotel.
Se enteró de que Bai Lian había llegado por la tarde.
El Vicepresidente Qian se sorprendió un poco. Bai Lian solo había salido por la mañana; tomaba tiempo ir de Xiangcheng a Beicheng, y desde Beicheng era un vuelo de cinco horas a Jiangjing. ¿Cómo había llegado tan rápido?
¿Podría ser que salió ayer?
Sin embargo, el Vicepresidente Qian no dedicó mucho tiempo a pensar en Bai Lian. Después de enviar un mensaje a Qiu Xuezheng, volvió a descansar.
Había una dura batalla por delante mañana.
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Al día siguiente.
Ocho de la mañana.
El Vicepresidente Qian envió un mensaje grupal, pidiendo a todos los concursantes que se reunieran abajo.
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