capitulo 8
Narrador
El albino se encontraba preparando unas palomitas, estaba haciendo una receta que tenía chocolate, manteca y azúcar derretida. Eran unas muy ricas.
Sintió una respiración en su cuello y el olor a vino dulce le llegó, junto a unos brazos rodeando su estrecha cintura.
Por más que su mente creo los escenarios más horribles, los más turbios y denigrantes. No pudo sentir una pizca de incomodidad con el repentino acercamiento. Le gustaba mucho, y eso lo aterraba un poco. El sentimiento nuevo volvió a su corazón, pero simplemente lo dejo ser, disfrutando de el dulce aliento que lo atacaba en su indefenso cuello.
- ¿Que pasa, alfa?- pregunto en un tono repentinamente meloso, su lobo enserio lo molestaba aveces.
Colocó sus delicadas manos en los cabellos del castaño, acariciándolo levemente. le gustaban esos impulsos, por más que lo negara, como hace segundos, aveces el comportamiento de su Omega le traía cosas lindas. Como el sonrojó que tenía el castaño ahora mismo, el cual podía ver gracias a la ventana de la cocina.
- lamento esto... Mi lobo me lo pidió y no pude contenerme, en verdad lo siento. N-no quiero i-incomodarte d-de verdad.- su sonrojó crecía a la vez que su tartamudeo, pues el albino se volteo levemente hacia el, quedando muy, pero muy cerca.
- no te preocupes. Me alegra que vengas conmigo, pensé que no podríamos hablar o convivir con Auron cerca- dijo con una sonrisa.
- lo lamento por eso, es el... Muy reservado, supongo que tu presencia lo asusta de esa manera, y esa es su manera de defenderse ante eso- dijo un poco endulzado, pues el albino jugueteo levemente con su cabello, aveces pasando su mano por su nuca, causandole unos escalofríos por el frío de sus dedos-. Si te incómodo quiero que me lo digas, no quiero hacer algo que no quieras- dijo nervioso.
- ¿Me vez nervioso?- contraataco con una sonrisa, mientras un leve sonrojó se forma en sus mejillas, a lo que el lobo del mayor se estremeció de alegría.
El albino siguio con lo suyo y estuvieron abrazados hasta que el menor termino. Puso las palomitas en el plato que trajo y se volteo completamente para pasar sus brazos por la nuca del mayor, atrayendolo a el repentinamente.
- si quieres hacer algo, házlo ahora- ordeno el menor, soltando un poco de sus fermonas para hacer que el castaño se sintiera menos nervioso, haciendo lo contrario.
El castaño en verdad pensaba que moriria. es como si estuviera empezando una relación de nuevo. Nunca pensó volverse a sentir así, como cuando empezo a salir con el otro Alfa. Se sentía nervioso, y algo lo llamaba para tomar esos labios.
Iba a hacerlo ¡Enserio quería!, Pero un llamado desde la sala los despertó de su burbuja.
- ¡¿TN?! ¿Estás bien?- pregunto una castaña en la otra sala.
- ¡Ya voy!.
El menor dejo un beso cerca se los labios del mayor, para tomar el plato y caminar a la sala. Aunque lo negara, estaba esperando que se interrumpiera la escena, por mas seguro que se mostró, era muy inexperto en el "amor".
Apenas el menor le dejo el plato al rubio, todos vieron las palomitas tan bien echas que le entrego. Se olía el cocholate desde lejos, todos vieron con hambre su plato. Desviaron la mirada al escuchar como el menor se sentaba en el sillón. Lo miraron con atención y vieron el sonrojó que tenía en sus mejillas.
"¡Casi lo beso!" Pensó con cierta emoción. No sé había emocionado así desde la vez que le dijeron que el alfa con el que estaba se fue por varios meses al otro lado del país.
Varios escenarios lindos y tiernos pasaron por su mente, causando que inconscientemente un sonrojo muy grande se posara en sus mejillas, siendo notado por los demás, que sonrieron con emocion.
- ¿Paso algo?- pregunto la de pelo rosa con una gran sonrisa.
- ¿He?, No, no. Solo me emociona la cara que puso Deqiuv, no pensé que le gustarían tanto las palomitas- dijo rápidamente, intentando desviar la atención.
Todos voltearon a ver al rubio, este tenía una cara de shock, junto a un pequeño sonrojó. Y este metía palomita tras palomita con rapidez en su boca.
- ¡Está delicioso!- exlamo de repente.
Todos lo miraron con envidia.
- ¿Por qué solo a él? ¡Yo también quiero!- dijo casi en un capricho el menor de la manada.
- ¿Quieres que te prepare? No tengo problema.- acarició con una sonrisa el cabello del menor.
- n-no. Está bien...- dijo un poco avergonzado. No espero llegar tan lejos con ese "berrinche".
Minutos después llegó Luzu, tenía una linda sonrisa en sus labios y se notaba que solo hizo tiempo antes de volver a la sala.
——
El albino estaba en la parte de la granja. estaba cuidando a los animales, quienes le obedecían como si le entendieran. Su aroma se inundó por toda esa zona, causando que los animales se relajaran, inclusive algunos se mostraba felices, queriendo acercarse a el para que les de atención.
El resto de la manada lo veía por la ventana del comedor, aprovecharon la lejania del albino para hablar entre ellos, una reunió básicamente, pero se entretuvieron viendo como el Omega se encargaba de los animales, se veía tan tierno.
- pongan atención.- el azabache despertó de sus pensamientos y llamo al resto-. Según nos contó 8cho está mañana, un grupo de personas se acerca al territorio. Seguro que son las otras manadas que piensan que ya perdimos la cabeza o algo parecido- dijo totalmente serio.
Los demás asintieron, esperando ese situación tarde o temprano.
- creía que se estaban tardando- dijo la rubia.
- si, lo malo es que no lo hicieron. Lamentablemente los alfas siguen un poco mal, si nos llegan a atacar podemos defendernos pero no sé hasta que punto saldremos ilesos... Además de que TN no sabe nada, lo estamos poniendo en peligro si no puede prevenir un ataque- dijo Axozer calculador.
- tendremos que contarle tarde o temprano. Según mis cálculos ellos estarán aquí en unas veinticinco horas- dijo 8cho.
- me parece bien ¿Quien lo llama?- pregunto ahora el castaño de lentes.
- ¿Lo podemos hacer más tarde? Se ve tierno mientras cuida a los animales- dijo en un chillido Ari.
Antes de que si quiera pudieran decir algo más, vieron como un lobo saltaba sobre el albino de la nada.