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capitulo 6

Narrador

El menor se paro de la mesa para ir a cerrar un ventana de la cual entraba una ventisca helada.

Desde hace un tiempo, la manada se comportaba rara. no era tonto, había escuchado la conversación de la oficina, por lo que supuso que estaban asimilando sobre su magia o algo así.

Le molestaba un poco que hicieran tanto drama sobre eso, de dónde el venía no le tomaban tanta importancia a un Omega cualquiera como el… no lo trataban bien o tenían conversaciones lindas, o le decían que se veía bien con el conjunto que tenía puesto... ¿Por qué eran diferentes?. Lo hacía sentir extraño, como si un peso estuviera en su espalda... No le gustaba ese sentimiento que se instalaba en su corazón. Era extraño, fuera de si. Nunca lo experimento y eso lo ponia alerta.

Cuando cerró la ventana, sintió la mirada de todos en el, pues no la cerro con cariño necesariamente. Se sentía abrumado por sus recuerdos. ¿Desde cuándo se trataban bien a los omegas? Todo sería más fácil si le escupieran en la cara y lo golpearan con sus puños. si lo tirarán al suelo y lo patearan hasta sangrar. ¡Que se rieran de el y lo ridiculizaran hasta hacerlo llorar sangre!... ¿Por qué todo era tan raro?. No le gustaba ese sentimiento nuevo. Estaba cayendo en un mundo nuevo del cuál no conocía nada en lo absoluto, se sentia extraño.

Su pecho temblaba un poco por su respiración irregular. Hace mucho que no tenía uno de sus ataques.

- ¿TN?- pregunto un poco bajo el más cercano a el, que era Juan. Tocó levemente su hombro haciendo que reaccionara.

El albino volteo a verlos rápidamente. Aunque fuera por un momento, vieron una mirada de horror puro, de un miedo que nunca vieron en los ojos de alguien, su cara estaba deformada en una mueca de miedo por la mano aun elevada y cercana a el.

Su cara cambio totalmente por una sonrisa tierna y sus ojos se veían bien.

- ¿Si?- pregunto en un tono de voz suave, como si nunca hubiera tenido esa mueca de terror en su cara.

Todos lo miraron impactados, nunca presenciaron algo así. Alguien que sentía miedo cambiar totalmente su cara a una feliz y tierna.

- n-nada.

El albino se volvio a sentar en su asiento. Se encontraba entre el alfa Luzu y el alfa Auron. No sabía exactamente en que momento empezaron a sentarse así, pero le gustaba estar cerca de ellos.

- ¿estas bien?- pregunto inseguro 8cho.

El albino maldecia su suerte, aunque hubiera sido un solo maldito segundo, todos vieron su cara, todos notaron uno de sus tantos traumas... El contacto físico. Por más que aveces demostrará afecto físico con la manada, lo habian notado con solo ver cómo reaccionaba por un toque en su hombro cuando estaba distraido. Por más que supiera ocultar sus emociones, no pudieron dejar pasar esa tonta cara que ponía cuando lo golpeaban o lo tocaban... Siempre tenía esa tonta cara cuando abusaban de el. Era como si estuviera plasmada... Pero, no simplemente dejas una cara cuando vives con ella por tantos años.

- si, ¿Por qué lo dices?- pregunto con una sonrisa segura y linda.

Por más que buscaron en su mirada suave y agradable, no pudieron encontrar ni un solo destello de algo. Por lo menos hasta que lo vieron rascar su brazo, de este salió un poco de sangre. No se dieron cuenta hasta que la sangre empezaba a llenar su plato. Antes de que pudieran preguntar, se paró abruptamente, tirando la silla en el proceso.

- ¿TN?- pregunto un poco angustiado Axozer.

El chico no se movía de su lugar, su brazo estaba ensagrentado y... Aún tenía esa gran y tierna sonrisa en su cara. Sus cejas estaba levemente fruncidas dándole un aspecto triste y sus ojos tenían un extraño aspecto de... Muerto.

- iré al baño un momento.

Apenas terminó de decir eso, camino hacia el piso de arriba. Bajo la atenta y perturbada mirada de todos en la mesa.

- esa mierda fue rara y escalofriante- dijo sin tapujos 8cho.

Todos se miraron y luego miraron el lugar del albino, su plato lleno de sangre y su silla tirada daba un aspecto aún mas escalofriante que antes.

- es que si lo pensamos bien... El viene de ese lugar horrible, vimos sus marcas en sus brazos y... No creo que sea la persona más estable de mundo en estos momentos- dijo la rubia.

Todos asintieron ante eso.

-por más que queramos ayudar...- miro al bicolor, el cual quería correr tras el albino-. No podemos saber que es lo que piensa o siente, todo en su mente puede estar echo un desastre en este momento- dijo el castaño.

- ¿Pero por qué?. Ya está lejos de todo eso, aquí lo tratamos bien y... No le hacemos daño- dijo un poco nerviosa Ari.

- es por eso, el no está acostumbrado a los buenos tratos. Está cegado por todas las cosas horribles que vivió, el que nosotros lo tratemos bien es completamente nuevo para el, se siente desorientado y es algo a lo que no está familiarizado- dijo el alfa azabache.

- por lo menos sabemos que no tienes el título de psicólogo colgado de la polla como trofeo- dijo en broma Juan. A lo que recibio un gruñido.

- es mucho más horrible escucharlo en voz alta que pensarlo... No me lo puedo ni imaginar- dijo tapándose la boca la castaña, ignorando el comentario de su marido.

- ¿Y que podemos hacer para ayudarlo?- pregunto totalmente serio, haciendo que los demás se pusieran de ese modo también.

- bien. Lo único que tenés que tener ren cuenta por ahora, es hacer que entre en confianza, cuando estemos frente a el, hay que mantener el lenguaje corporal lo más suave posible, si hacen movimiento bruscos podrían despertar algún recuerdo o pensamiento- dijo simple y directo-. No hay que tocar el tema sobre esto o su pasado, si el siente la necesidad o la confianza para hablar sobre ello con alguno de ustedes tienen que ser muy suaves, no invadir su espacio personal o hacer preguntas. Y también, ha menos que el quiera, o que necesite de un abrazo o algún tipo de contacto físico, es cuando podrán "romper" su espacio personal. Si el se siente seguro con su contacto es seguro que tendran su confianza. Eso sería todo por ahora. Si es que llega a bajar ahora, o después, actuen normal.