capitulo 4

Narrador

Ya habían pasado unas cuatro semanas. El albino ya habia entablado conversación o inclusive charlas profundas con algunos de la manada individualmente, le agradaban a él y a su omega.

Se llevaba bastante bien con Axozer, al cual le habia tomado un cariño especial gracias a su lobo interno y su lazo que formó con el menor.

Con los alfas no hablaba mucho, dormía con ellos por su aroma, pero no convivía mucho en verdad. Ellos se encerraban en la oficina para "trabajar". El no creía mucho en eso, tal vez solo lo estaban ignorando para no crear lazos profundos. ¿Cuanto trabajo podía provocar una manada tan pequeña?, Si bien sabía que tenían un pequeño comercio con algunos vegetales, plantas y otros materiales del bosque, no creia que fuera algo tan difícil. el inclusive ayudaba a su madre con la economía de la casa, ella vendia algunos productos como ropa que ella creaba, pero no era difícil en lo absoluto.

Termino de colocar la comida en frente de cada integrante de la manada, solo faltaba Fargan, que fue a ver algo fuera. Este entro unos minutos después, se veía frustrado y enojado. Se sentó al lado del gamma azabache al cual le sonrió, siendo correspondido levemente.

Le pareció raro que el fuera el único que noto la cara de frustración del castaño, pero pareció que no fue tan notorio para los demás, pues ni siquiera lo miraron con una pizca de preocupacion o algo.

El albino sonrió, mirando fijamente al castaño. Este lo miro momentos despues, y se puso algo nervioso al verse descubierto. No era fácil detectar emociones fuertes en el, sabía perfectamente ocultarlas, pero ese albino lo descubrio con verlo un segundo a los ojos.

- ¿Pasa algo, Fargan?- pregunto al delta.

Este se puso algo nervioso, ahora siendo notado por los demás.

- es solo que los animales están enfermos. En el periodo en el que estuvimos... "Fuera de control", No estuvieron recibiendo los cuidados necesarios, algunos enfermaron más que otros, pero no tengo los recursos ni el conocimiento para ayudarlos...- hablo directamente, no quería alargar la situación.

El había mencionado algo días atrás, pero no le tomaron importancia por qué se veía que el castaño no se veía estresado o frustrado, pero al parecer pensaron mal.

- veré si puedo ayudarte en algo, un tiempo ayude en las granjas de mi manada junto a mi familia, aprendí varias cosas.- sonrió feliz, colocando sus codos en la mesa y apoyando su mandíbula en sus manos.

Podría estar sonriendo, pero por dentro recorría un sentimiento de tristeza, sabía exactamente lo que pasaría a continuacion.

"¡¿Tu?! ¿Saber algo? Un Omega estúpido e inútil como tú no sabe ni siquiera lavar platos".

Ese tipo de comentarios era los que recibía si queria ayudar o sugerir algo ante alguien. Se había acostumbrado tanto que suponía era algo real, normal y propio de el... Un inútil.

- ¡Eso sería genial!- exlamo con una gran sonrisa el castaño. En serio quería encontrar una solución para su problema.

El menor sintió un poco de sorpresa ante eso, nadie pudo verla, pero estaba ahí. Esa sopresa de ser apreciado en una propuesta o idea. Ante eso, soltó un poco la sonrisa falsa que siempre ponía y le dedicó una mínimamente verdadera al castaño.

Termino de comer y se levantó de la mesa un poco antes para ir a buscar algo a su habitación compartida con los alfas. Cuando bajo, todos se habian retirado a hacer sus tareas, por lo que camino afuera y fue hacia la pequeña granja que tenía la manada, en la entrada de esta pudo divisar al castaño. Se acercó y le hizo notar su presencia con un pequeño saludo.

- bien, pasemos a dentro para que puedas ver lo que pasa.

Al entrar, vio a los animales ciertamente decaídos, estos se notaban enfermos y algunos ni siquiera se querían mover del suelo donde estaban recostados.

- las gallinas ya casi no ponen huevos, y si los ponen son pequeños y de colores no naturales, tienen una especie de líquido negro, además de que estoy seguro que estos tienen algún tipo de patógeno, Las ovejas ya no producen tanta lana, las vacas producen menos leche y la que podemos recolectar está rancia, los cerdos ya casi no comen y algunos están dejando de siquiera moverse, los conejos solo están tirados y las abejas están muriendo. Hay otros animales, pero estos no están siendo un problema y se están recuperando- dijo, intentando ser resumido, mientras caminaban cerca de algunos corrales.

El Omega iba soltando un poco de su aroma en el lugar, a lo cual los animales reaccionaban mirandolo o acercándose a él.

- me enseñaron que los animales puedes ser susceptibles al aroma de un Omega, servira para calmarlos.- acaricio la cabeza de una pequeña oveja que se le acerco.

- eso... Es nuevo- dijo, viendo como se le acercaban al menor.

- ¿Crees en la magia, Fargan?

- obviamente, en mi viaje a otras manadas he visto como las omegas curan con magia las heridas de los pacientes- dijo tranquilamente.

- eso es correcto. Nuestra jerarquía al ser la más baja he indefensa, ha sido bendecida con la magia, siendo la de curación la cual conoces. No todos los omegas la conocen, es algo exclusivo de familia con libros que lo enseñanzan. Lamentablemente, en este caso, la usaron para algo malo...- hablo lentamente-. Lo que pasa aquí es una maldición. ¿Huevos con líquido negro?, ¿Leche rancia? Esto no es natural.

El castaño abrió los ojos sorprendido, no había pensado en eso.

- No hablas enserio ¿Cierto?- pregunto nervioso-. Se que te dije que creo en la magia, pero por más que busqué, todos los libros dicen que solo es una habilidad natural de los omegas, no pensaba que la magia era real... Además, ¿Que sería eso? ¿Magia negra?.

- si, magia negra. Cómo te dije antes, el aprendizaje de esta y las otras magias que existe, es exclusivo de la manada o familia que sea propietario de un libro o alguien que sepa para transmitir el conocimiento de generación en generación, obviamente de omegas.

El castaño se quedó petrificado, algo tan clasificado como eso, se le había otorgado muy fácil y sin siquiera preguntar.

- Si es algo tan secreto... que no aparece en ningún libro... ¿Por qué me lo dirías?.

- por qué me importan de cierta forma. El que les otorgue esta información no es más que solo por aprecio- dijo simple y directo.

El castaño se sintió nervioso. Esa información era tan preciada, que alfas, betas o cualquier jerarquía por encima de los omegas matarían por conseguirla... ¡¿Y él simplemente la estaba revelando por aprecio?!.

- como sea, solo te lo contaba para que sepan que se enfrentan a una manada que los quiere perjudicar... Solo eso- dijo con una sonrisa.

El albino se dió la vuelta y tomo unas tijeras que parecían ser de cristal de su cintura.