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capitulo 19

Narrador

-Juan.

El castaño se volteó algo sorprendido, no lo habia sentido acercarse.

El albino lo miro seriamente a los ojos, poniéndolo nervioso, pues este normalmente sonreía todo el tiempo.

-¿Que pasa, TN?- pregunto amable, pero confundido por su cara sería.

-¿Quieres pastel?- pregunto, cambiando totalmente su cara y tono de voz.

El castaño suspiro, relajándose de la tesion que solo el habia sentido.

-Claro, me encantaría.

El albino lo dirigió a la cocina,dónde lo hizo sentarse en la isla que tenían en esta, sacando el pastel, cortandolo.

-¿Cómo va el "asunto", de la manada?- pregunto tiernamente.

El castaño sintio un escalofrío… ya no estaba tan seguro de querer ese pastel.

El albino lo miro atento a una respuesta, aún con el cuchillo en mano, separando un trozo del postre.

-ya sabes, lo mismo que hace unos días, seguramente los alfas ya te lo comentaron- dijo, intentando pensar en una manera de cambiar el tema.

El menor lo miro fijamente, cambiando a una expresión totalmente Fría y monotona, poniendo en alerta máxima al castaño.

Tomo la rebanada de pastel, camino a él, La dejo en frente suyo, y clavo con toda su fuera el cuchillo en la mesa, aterradoramente cerca de la mano del de lentes.

El castaño pego un salto por la sorpresa y el miedo. Si bien lo había visto matar, sin dudarlo, esto era mucho más aterrador.

-No me mientas- dijo en un tono de voz muerto.

Juan se quedó totalmente quieto, casi que ni respiraba.

-no se de q-qué hablas- dijo titubeante.

-no soy tonto, se que me están investigando, también se que encontraron algo allí, pues se han estado comportando muy extraños conmigo últimamente, piensan que no me doy cuenta de esas miradas de trizteza o de enojo- dijo, mirando a Juan a los ojos muy fijamente.

-T-TN, yo…

-¡No digas ni una puta palabra si piensas volver a mentirme!- grito en un tono alto, golpeando la mesa con todas sus fuerzas.

El castaño empezó a temblar un poco, nunca lo había tratado de esa manera.

Se escucharon unos pasos rápidos por la escalera, dirigiéndose a la cocina.

El albino tomo el cuchillo y se volteo rápidamente, dándole la espalda al de lentes y a la entrada, poniendo su "atención", en el pastel.

-¿Paso algo?- pregunto algo agitado el alfa Luzu.

El de ojos rojos, había llegado a la escena junto a Axozer, 8cho, Auron, Biyin y Fargan.

El castaño seguía temblando levemente, mirando algo aterrado al Omega, cosa que los demás notaron de inmediato, dirigiendo su vista a este.

-¿TN?- pregunto algo dudoso el bicolor.

-¿Quieren un poco de pastel?- pregunto en una voz aterradoramente lenta, pero a la vez dulce.

Los demás se quedaron estáticos, notando, aún sin poder verlo de frente, que tenía un cuchillo.

-¡Seguro!- exlamo rápidamente 8cho, queriendo desactivar el botón de alarma del albino.

Se dirigió a su lado y miro como empezaba a cortar el pastel en silencio, haciéndoles una seña a los que estaban detrás de el.

Rápidamente, Fargan saco a Juan del lugar, el cual seguía algo aturdido.

La rubia presente, también se acercó a el albino. Reconocía levemente ese estado de trance, solía ponerse así aveces, pero no de esa manera tan perturbadora, mientras rebanada ese pastel con "delicadeza".

Axozer se quedó cerca del albino, liberando sus feromonas, haciendo que el Omega dejara de tensar involuntariamente sus hombros.

-¿Que encontraron en el territorio?- pregunto suavemente.

Esa pregunta dejo helados a los que todavía permanecian en la sala. No sabian que responder, y el Omega se impacientaba.

-nada importante, nos sorprendimos un poco por haber encontrado tanta… destrucción- dijo rápidamente el alfa recesivo.

El albino lo miro, haciendo que los demás en la sala notarán como el bicolor se estremeció de repentinamente, temblando levemente después.

-¿Seguro?.

-si… y mucho- dijo con dificultades.

Lo que había visto el bicolor, fue la tetrica mirada que le dirigió el Omega. Sus ojos se veían muertos, sin brillo, y lo miraban como si rascaran dentro de su alma y craneo. Era aterrador.

-¡Está bien!- exlamo totalmente diferente.

Sus ojos recuperaron todo su brillo, su sonrisa se ensancho de manera hermosa y su cuerpo se relajo en su totalidad.

-solo… no me mientan… no me gusta- dijo dulcemente, mientras, que a lo último, lo dijo en un tono totalmente serio y frío.

Colocó el postre en unos platitos con su respectiva cuchara, se los dió a cada uno y salió de la cocina, caminando hacia fuera del lugar.

Miro de reojo a Fargan ayudando a Juan a tranquilizarse, pasando cerca de ellos, pero ni si quiera les hablo.

Se fue al establo y empezó a mimar a los animales, le relajaban de cierta forma. Le recordaba a los niños de su manada. Cómo Omega, solía cuidarlos, pero los quería mucho, y ellos a el también… lastima que lo último que recordará de ellos, fueran sus cuerpos desmembrados.

-hey, TN… ¿Que paso adentro?- pregunto el alfa azabeche.

El Omega lo miro por unos segundos, para después sonreír.

-supongo que… no pude soportar- dijo suavemente.

El mayor lo miro, para después sentarse a su lado.

-lamento que te hayamos mentido, no sabíamos cómo reaccionarias- dijo, tranquilo.

El albino bajo la mirada, sintiendo una presión en su corazón.

-e-es que, no quiero que lo descubran- dijo-. No sé cómo me verían si lo descubren, n-no quiero ver esas miradas en sus rostros, n-n-no podría, no de nuevo- dijo, empezando a temblar fuertemente.

Auron se mostró sorprendido, el albino estaba actuando totalmente diferente a lo normal, parecía… liberar un poco de su angustia.

-¿Que podría ser tan malo?, Ya sabemos gran parte de lo que vivíste, y eso no cambiará nada entre tu y la manada- dijo, en un tono amable y comprensivo.

-t-t-tu no sabes l-lo que paso… e-ese día que l-l-la manada cayó- dijo, abrazándose a si mismo-. N-no, no, no y n-n-no, no p-puedo dejar q-qué lo sepan- dijo, levantando su mirada hacia el alfa.

El azabache retrocedió rapidamente, el albino tenía una mirada aterradora, su cuerpo temblaba mucho y sostenía sus tijeras en su mano.

-TN, creo que estás teniendo un momento de tension, necesitas respirar- dijo, intentando relajarlo.

-no puedo dejar que lo sepan- hablo en un tono monotono.

El albino sonrió, pero sus ojos se veían igual de perturbados.

-¿Cómo decías que se llamaba ese beta?, ¿Era Desst?- pregunto, empezando a caminar hacia atrás.

-TN, no.

Y antes de intentar detenerlo, el albino desapareció.

-mierda, esto es malo.