webnovel

Capítulo 17: Como antes (parte 1)

Jessica salió del estudio sigilosamente, afortunadamente nadie la vio, se arrastró por las sombras hasta la habitación de Vanessa y abrió la puerta después de haber tocado suavemente.

- ¿Lista?

Vanessa se dio la vuelta y miro a su hermana para responder:

- Está listo. ¿Sabes a dónde ir?

- Fog Spell.

- Eso queda a cuatro o cinco días de viaje desde aquí. Afortunadamente empaque lo necesario.

- ¿Dinero?

- Quinientas monedas de oro, seiscientas monedas de plata y doscientas monedas de bronce. Algunas joyas de oro y piedras preciosas para vender en caso de que haga falta.

- ¿Y si quieren robarnos?

- Dagas de acero de damasco. Logré conseguir dos colgantes de protección en el mercado negro. ¿Con eso basta?

- Por ahora sí, siempre que no nos ataque una manada de hombres lobo en luna llena, estaremos bien.

- ¿Como salimos sin alertar a Dylan?

- Dylan ha salido a dejar un encargo a su familia. Sólo regresará mañana, además los otros sirvientes ya se han ido a dormir. Vamos, no perdamos tiempo.

Ambas hermanas tomaron sus bolsas de viaje, bajaron sigilosamente por las escaleras y salieron, una por la puerta de atrás y otra por una puerta lateral. Jessica se dirigió al establo, vigilo que no hubiera nadie y desató un caballo de pelaje color rojo, se acercó a la puerta y levantó la mano para hacer una señal. Vanessa vio la señal y levantó un trozo de zanahoria fresca, el caballo siguió el olor lentamente, con este truco sacaron dos caballos y los llevaron caminando hasta donde apenas se podía escuchar su galope desde la mansión.

- Enciende la lámpara - dijo Vania mientras cargaba las dos maletas en los caballos.

Jessica saco una lámpara de parafina de una bolsa de tela negra, tomó un fósforo y la encendió, un una barra de metal alejó la lámpara de ella para que no le quemará, sin duda no llegaría a dolerle, pero si podría dañar su vestido y eso se vería extraño.

- Ya está. Esperemos que no se den cuenta sino hasta la mañana, eso nos daría tiempo para avanzar.

- ¿Haremos alguna parada? - preguntó Vanessa.

- Para conseguir sangre, sabes que no somos inmunes a la inanición.

- Eso será difícil por varias razones. Recuerda que no cualquiera estaría dispuesto a ofrecer su sangre.

- Ya hallaremos el modo. Siempre está la posibilidad de comprar un esclavo para esta ocasión - respondió Jessica pasando la lámpara a su hermana para subir al caballo.

- Hablo enserio. Bebimos en la cena, ¿cuanto podremos aguantar sin alimentarnos?

- Siete días, bebímos una copa extra así que deberíamos soportarlo hasta que lleguemos a Fog Spell.

- Ojalá lo soporte.

- Tranquila Vania, estaremos bien. La sangre de animal es un sustituto débil por si la inanición te consume.

- Algo así, aunque su efecto es menos placentero que la sangre humana, y sus componentes no nutren nuestro poder; es como el agua para los humanos, no tiene sabor, no tiene nutrientes, pero consumirla da vida.

- Veremos que hacer después. Vamos - dijo Jessica moviendo las riendas del caballo para que avanzará.

Los caballos comenzaron a trotar, tiempo después empezaron a correr, ambas hermanas se adentraron en la oscura ciudad y desaparecieron de la vista.

***

Los Duques Hunt estaban en un carruaje, regresaban de la función del teatro nocturno, habían ido allí por cuestión de negocios, aunque no les agradaban los lugares concurridos.

- Creo que una buena ganancia puede salir de esta alianza - dijo Milo Hunt mirando a través de la ventana.

- Si tú lo dices - respondió Samantha encogiéndose de hombros.

- Eso espero. El Concejo Luna Azul últimamente ha estado estricto, es comprensible ya que ha habido demasiados ataques de brujas negras y vampiros desequilibrados.

- Parece que los más civilizados son los hombres lobo, aunque me duela admitirlo.

- Los hombres lobo solo son peligrosos en luna llena, fuera de eso son seres demasiado inteligentes, están a la par con nuestra especie.

- Ahora que lo pienso no hay muchos hombres lobo en nuestro Imperio.

- Supongo que está en nuestra naturaleza evitarnos los unos a los otros - respondió Milo.

- Fue así desde el principio, cuando los humanos superaban en número a las criaturas malditas. El odio no ha desaparecido pero gradualmente se reduce a cenizas, es curioso que las cosas cambiaron tanto gracias a los mestizos...

- Pero ya no hay tantos como hace cien años, la brecha entre especies volvió a agrandarse.

- Afortunadamente hay cosas que si cambiaron. Los mestizos eran hijos de humanos y vampiros, o de humanos y hombres lobo, los más especiales y poderosos son los hijos de brujas blancas y hombres lobo.

- Esos mestizos se convierten en metamorfos, con la capacidad de tomar la forma de cualquier ser vivo que alguna vez hayan visto...

- Pero por su poder es más difícil que nazca uno. Normalmente solo nace uno cada cien años - respondió Samantha mirando por la ventana del carruaje.

Después de hablar un rato más sobre eso, el tema se desvió. Después de una hora de viaje en carruaje, los esposos llegaron a la mansión Hunt. Un criado corrió a saludarlos, ambos entraron a la casa que tenía un aire más frío de lo normal.

- ¿Donde estan mis hijas? - preguntó Samantha.

- Lady Vanessa se sentía malhumorada y subió a su cuarto, ama. Lady Jessica no dijo nada y se encerró en su habitación. Ambas cenaron en silencio, ama, no debería preocuparse mucho - respondió el criado con la cabeza baja.

Samantha suspiro con tristeza, su rostro ahora se veía horrible, como si le hubiera pasado la peor de las desgracias.

- Ya se les pasará - dijo Milo poniendo su mano en el hombro de su esposa.

- No se les ha pasado en cuatro años, Milo. Estoy cansada de ver sus caras devastadas, ¿Por qué no traemos a Adela de vuelta? Nadie superó su repentina desaparición, ni siquiera el Señor Edward...

- Hablemos con ellas mañana en la mañana, ¿esta bien?

- ... Esta bien. Me iré a dormir, estoy agotada.

***

Aldea Fog Spell. Casa Frank.

Zemira caminaba de un lado a otro en el pasillo fuera de la habitación de Adelaida, la preocupación se leía claramente en sus ojos y expresiones, su tez se veía pálida y sin vida en la oscuridad.

- Madre...

- Caitlyn, ¿le bajó la fiebre?

- Aún no, está igual que cuando volvimos.

- Dios mío. Si algo malo le pasa, les juro que...

- Mamá... - Ashly salió de la habitación de Adelaida con un paño seco y caliente en la mano.

- ¿Qué sucede? - preguntó Zemira con su cara aún más pálida.

- Ella está balbuceando, no entiendo lo que dice pero parece que está llamando a alguien - respondió Ashly con sus ojos húmedos por algunas lágrimas.