Capítulo 204: ¡Solo! (Editado)

Desde el momento en que Naito rescató a Kushina, Hiruzen comenzó a considerar cómo lidiar con Kumogakure.

Frunció el ceño ligeramente mientras pensaba en este asunto.

Aunque Konoha casi ha ganado su plena prosperidad en la Segunda Guerra Mundial Ninja, todavía perdió a muchos de sus hombres en el País de la Lluvia y en el País del Viento.

Aunque no era mucho, todavía se consideraba como bajas.

Por supuesto, el punto crítico es que los recursos que obtuvieron después de su victoria tardarán un tiempo en ser absorbidos.

En los meses transcurridos desde que Naito regresó a Konoha, Hiruzen había estado ayudando al País del Fuego a reorganizar sus fronteras y su expansión y negociar la distribución de recursos.

Konoha envió muchas tropas a la frontera para tratar diversos asuntos.

Si quisieran entrar en guerra con Kumogakure, Konoha aún podría movilizar sus fuerzas ninja, pero no tendría mucha ventaja en una lucha real.

Todavía deben considerar a Kirigakure, que no participó en la última guerra, ¡Podrían volverse codiciosos y atacarlos!

Konoha actualmente está rectificando sus fronteras, a expensas de Sunagakure, Amegakure e Iwagakure, quienes no mostraron ningún tipo de resistencia, pero una vez que Konoha se enfrente a Kumogakure, ¡Es posible que las tres aldeas ninjas se unan para atacar a Konoha!

Y en un momento así, con las defensas vacías, ¡una invasión de Kumogakure no sería poca cosa!

¡La Guerra puede surgir una vez más de estas guerras locales, y estallará la Tercera Guerra Mundial Ninja!

"No es de extrañar que Kumogakure se atreva a atacarnos... Pensaron en esto y sabían que no podríamos atacarlos"

Cuanto más pensaba en esto, la expresión de Hiruzen se volvía cada vez más fría, ya que no pudo evitar pensar en el Tercer Raikage.

Naito se sentó en silencio mientras pensaba en esto, de repente, parecía como si hubiera tomado una decisión.

Justo cuando Hiruzen se preocupaba por la mejor manera de contraatacar a Kumogakure, Naito se levantó.

"Iré a Kumogakure".

Naito se puso de pie y dijo estas palabras.

Su expresión se veía muy tranquila cuando dijo estas palabras, pero aún así sorprendió a Hiruzen.

Naito… ¡¿Qué vas a hacer?!"

"Qué quieres decir…"

Hiruzen miró a Naito, algo inseguro.

Naito dijo débilmente: "No tienes que enviar tropas, y no tienes que atacar a Kumogakure directamente, yo me ocuparé de este asunto".

Las intenciones de Naito eran muy claras y directas, lo que hizo que Hiruzen se sorprendiera aún más.

¡¡¿Lo que hizo la última vez conmocionó al mundo entero, y ahora quiere volver a hacerlo?!!

"Naito, el Tercer Kazekage y el Tercer Raikage son personas completamente diferentes, ¡incluso tenemos información que dice que derrotó al Hachibi varias veces!"

"Según la inteligencia, la fuerza del Ichibi no se puede comparar con la del Hachibi, la fuerza del Hachibi es la más cercana al Kyuubi, el Bijuu más poderoso, es decir, la fuerza del Raikage debería ser increíble!"

La expresión de Hiruzen era muy seria, incluso su tono era extremadamente pesado.

"¡Incluso yo no puedo ganar contra él!"

Sin embargo, al escuchar las palabras de Hiruzen, Naito se mantuvo de pie, mirándolo con calma.

Esperó hasta que terminó de hablar, entonces dijo...

"¿Y qué?"

"No me importaría menos si tratara de capturar a cualquier otra persona, pero Kushina de todas las personas... ¡No me quedaré aquí viéndolo lastimar a las personas que me importan!"

La intención asesina de Naito estaba por todas partes mientras decía estas palabras.

Para hacerlo simple, no le importaba si era Kumogakure, el Raikage o incluso Madara, si se atrevieran a tocar a Kushina, ¡deberían soportar su ira!

En ese momento, el Aura de Naito hizo temblar todo el edificio, desde que Naito práctico el Jutsu de Transformación Fantasma, su aura se había vuelto cada vez más aterradora.

Incluso los Anbu que estaban debajo del edificio Hokage sintieron su impulso.

"Qué aura tan aterradora..."

"¿Es este el Hokage-sama... No, es el impulso de Naito-sama?"

"Es increíble, aunque todavía es joven, el poder de Naito-sama es realmente aterrador, incluso es comparable a un Biju".

En la Oficina Hokage.

Sintiendo este aura directamente, Hiruzen no pudo evitar sentirse asombrado, y luego se sintió inexplicablemente aliviado.

Aunque no era un verdadero ninja de Konoha, este tipo de voluntad que tenía para proteger a Kushina, hizo que Hiruzen viera la Voluntad de Fuego en Naito, la Voluntad que solo tiene un ninja de Konoha.

Mientras pudiera hacer tal cosa por un compañero, mientras quisiera proteger a los demás, independientemente del comportamiento y el proceso, Hiruzen no pudo evitar tener fe en él.

De lo contrario, Hiruzen no perdonaría a Danzo en primer lugar después de que intentara asesinarlo.

Por otro lado, Uzumaki Kushina es originalmente muy importante para Konoha como el Jinchuriki del Kyuubi.

¡Kushina es incluso más importante que todo el pueblo!

"Entiendo."

Hiruzen asintió tras un momento de silencio.

Sabía que no había forma de detener a Naito, y las palabras de éste acababan de dejar absolutamente clara su actitud.

Si fuera cualquier otra persona, incluso si fuera Sakumo, no lo dejaría ir a Kumogakure para hacer una misión tan suicida.

Pero Naito fue un caso especial, él fue el hombre que invadió Sunagakure antes, mató a su Kazekage y derrotó a su Biju, todo por sí mismo, incluso si no pudiera derrotar al Raikage, aún podría causar un gran daño a Kumogakure, y aun así volver sano y salvo a Konoha.

Por supuesto, Hiruzen estaba siendo un poco egoísta, Naito es una espina a los ojos del Consejo de Ancianos de Konoha, e incluso si él pudiera tolerarlo, Danzo, Koharu y otros no lo harían.

Si Naito pudiera pelear contra Kumogakure en una batalla sangrienta y morir después de causar daños graves a Kumogakure, ese podría ser el mejor destino, y Konoha seguramente establecería un monumento para Naito.

Por supuesto, estos solo eran los pensamientos internos de Hiruzen, y naturalmente no los diría, pero dijo algo más.

"Sólo sé cuidadoso."

Naito no sabía si Hiruzen realmente quería decir lo que dijo, pero era demasiado perezoso para adivinar de todos modos.