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El Encanto de la Noche

``` —El cuerpo de una sirena es una caja de tesoros. Sus lágrimas formaron las perlas más espléndidas, su exquisita sangre un estimulante eufórico para los vampiros, su lujoso cabello tejido en la más fina de las sedas, y su tierna carne buscada por los hombres lobo más que el ambrosía del Cielo. Las criaturas de la noche se mezclaban dentro de la sociedad humana, vestidos con la lana de la aristocracia, velados en su inocencia y nobleza retratadas, su salvajismo continuaba depredando a los débiles e indefensos. Genevieve Barlow, Eve para abreviar, era una joven excepcionalmente extraña. Poseía una naturaleza seductora y cautivadora, donde apenas había cambiado de apariencia desde su decimoctavo cumpleaños a sus veinticuatro años. Había engañado a la administración y había obtenido un título para poder tener una vida mejor. Más extraño aún era que Eve tenía un secreto que no compartía con nadie. Entra en la casa de Moriarty, no solo para ganar dinero sino también para encontrar respuestas sobre lo que le sucedió a su madre hace casi dos décadas. Lamentablemente, las cosas no siempre salen como uno planea. A pesar de su naturaleza cautelosa y su deseo de permanecer inadvertida, una pareja de ojos fríos cae sobre ella, que pronto se niega a dejarla fuera de su vista. ```

ash_knight17 · Fantasia
Classificações insuficientes
546 Chs

Informe nunca realizado

Recomendación Musical: Aftermath- Nathan Barr

—James Sullivan llegó al Consejo de Darthmore en su carruaje. La presencia de su carruaje no pasó desapercibida para el resto de los miembros del consejo, quienes esperaban que el hombre lobo saliera de su carruaje y cuando lo hizo, estaban más que ansiosos por saludarlo.

—Buenas tardes, señor Sullivan.

—Buenas tardes —devolvió educadamente el saludo James como si hubiera sido entrenado para hacerlo, mientras sus ojos ya miraban hacia adelante. Avanzó hacia el lugar donde el Consejo tenía los informes y cuando llegó allí, el oficinista le ofreció una reverencia, pero no se molestó en levantarse.

—Señor Sullivan, ¿qué lo trae por el Consejo? ¿En qué puedo ayudarlo? —indagó el oficinista, que estaba detrás del escritorio, dando toda su atención al hombre lobo.

Capítulo Bloqueado

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