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El Encanto de la Noche

``` —El cuerpo de una sirena es una caja de tesoros. Sus lágrimas formaron las perlas más espléndidas, su exquisita sangre un estimulante eufórico para los vampiros, su lujoso cabello tejido en la más fina de las sedas, y su tierna carne buscada por los hombres lobo más que el ambrosía del Cielo. Las criaturas de la noche se mezclaban dentro de la sociedad humana, vestidos con la lana de la aristocracia, velados en su inocencia y nobleza retratadas, su salvajismo continuaba depredando a los débiles e indefensos. Genevieve Barlow, Eve para abreviar, era una joven excepcionalmente extraña. Poseía una naturaleza seductora y cautivadora, donde apenas había cambiado de apariencia desde su decimoctavo cumpleaños a sus veinticuatro años. Había engañado a la administración y había obtenido un título para poder tener una vida mejor. Más extraño aún era que Eve tenía un secreto que no compartía con nadie. Entra en la casa de Moriarty, no solo para ganar dinero sino también para encontrar respuestas sobre lo que le sucedió a su madre hace casi dos décadas. Lamentablemente, las cosas no siempre salen como uno planea. A pesar de su naturaleza cautelosa y su deseo de permanecer inadvertida, una pareja de ojos fríos cae sobre ella, que pronto se niega a dejarla fuera de su vista. ```

ash_knight17 · Fantasia
Classificações insuficientes
546 Chs

Fogata del pueblo

Eva se paró junto a Vicente, observando cómo los techos de las casas que habían sido cubiertos con heno anteriormente, habían desaparecido en el aire tras arder en el fuego. El reflejo de las llamas se podía ver tanto en sus ojos como en los del vampiro de sangre pura, pero era Vicente quien disfrutaba de la vista. 

Sabía que Vicente era diferente a la mayoría, una persona de comportamiento inusual pero no había esperado que realmente incendiara Pradera. El hombre era más oscuro de lo que ella había creído. Aunque lo había hecho por amor, eso no justificaba sus acciones a sus ojos, y ella dijo, 

—Te pasaste con esta, Vicente.

—¿Ah, sí? —preguntó Vicente, haciéndola preguntarse si él le preguntaba con duda o diciéndole que no había hecho lo suficiente. 

Capítulo Bloqueado

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