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Planes

Después de un año de preparación, Ian sintió que había llegado el momento de regresar al infierno interdimensional. Su poder había aumentado considerablemente, y con ello, su confianza. Había adquirido los recursos suficientes para sostener su entrenamiento, pero sabía que para avanzar aún más necesitaba más puntos de energía y enfrentarse a desafíos aún mayores.

Ian se dirigió al sistema y compró un ticket de regreso al infierno interdimensional. Inmediatamente, una luz brillante envolvió su cuerpo, y en cuestión de segundos, fue teletransportado al mismo lugar donde, un año antes, había estado escapando del peligroso Ave de Trueno. La sensación de familiaridad mezclada con la tensión de ese momento regresó a él, y no pudo evitar esbozar una sonrisa mientras recordaba aquella huida precipitada.

"Me pregunto si algún día me encontraré con ese Ave de Trueno de nuevo", pensó Ian mientras caminaba por la zona rocosa. "Esta vez, no tendré que huir. Quiero medir mi fuerza contra esa criatura y, si es posible, convertirla en mi esclava de alma". El desafío de controlar un ser tan poderoso como el Ave de Trueno le resultaba muy tentador. Su habilidad de Control del Alma había crecido considerablemente, y ahora confiaba en que podría esclavizar criaturas más poderosas.

Al llegar, Ian no perdió el tiempo. Su primer objetivo fue dirigirse a su antiguo refugio, un lugar que le había servido bien durante sus primeras incursiones en este caótico mundo. El refugio estaba bien escondido, y aunque había pasado un año, aún era seguro. Abrió la entrada cuidadosamente, asegurándose de que no hubiera trampas ni peligros, y entró. Una vez dentro, se sentó y comenzó a planificar los siguientes pasos.

"Debo ser más estratégico esta vez", pensó. Sabía que no podía avanzar solo con fuerza bruta. Necesitaba ser inteligente, gestionar sus recursos con sabiduría y buscar oportunidades que lo llevaran al siguiente nivel. Además, su habilidad de Control del Alma le permitía controlar más esclavos, lo que le daba una ventaja considerable en combate. También tendría que buscar más puntos de energía para continuar su progreso en el Entrenamiento de Ki.

Mientras reflexionaba, revisó su espacio de almacenamiento, donde guardaba los recursos obtenidos en la Tierra. Ahora debía decidir qué usar primero y cómo hacerlo de manera eficiente. Sabía que no podía desperdiciar nada. "El infierno interdimensional es más despiadado de lo que recordaba, pero ahora estoy preparado", se dijo, con los ojos llenos de determinación.

Ian comenzó a trazar un plan para explorar nuevas áreas, buscar recursos valiosos y continuar fortaleciendo su equipo y habilidades. Sabía que necesitaría más esclavos, y por eso, no descartaba la posibilidad de enfrentarse nuevamente al Ave de Trueno.

Ian invocó a Tarek, su fiel esclavo de alma, y lo miró con determinación en los ojos.

Tarek, es hora de prepararnos dijo Ian, su voz firme resonaba en el aire cargado del infierno interdimensional. Voy a hacer todo lo posible por atravesar este bosque y extraer todos los recursos que podamos encontrar. Nos adentraremos hasta llegar al centro, y no dejaremos nada atrás.

Tarek, siempre obediente y leal, asintió sin vacilar.

Entendido, maestro. Me aseguraré de que estemos listos para cualquier eventualidad. Este bosque es traicionero, pero juntos podremos sacarle provecho.

El bosque que se extendía frente a ellos era oscuro y denso, lleno de criaturas peligrosas y misterios ocultos. Ian sabía que las tierras interdimensionales siempre albergaban recursos invaluables, pero también peligros impredecibles. Ahora, con su poder mucho mayor que antes, y el control que había desarrollado sobre sus esclavos de alma, estaba más preparado que nunca para enfrentarlos.

Nuestra prioridad será recolectar piedras espirituales y cualquier otro tipo de recurso que fortalezca nuestras habilidades continuó Ian mientras observaba las profundidades del bosque. También buscaré cualquier núcleo de energía que podamos utilizar para seguir avanzando en mi entrenamiento de Ki. No podemos desperdiciar esta oportunidad.

Tarek, fiel a su tarea, se adelantó para asegurarse de que el camino estuviera despejado. Mientras tanto, Ian comenzó a revisar su inventario de recursos, calculando cuánto tiempo podrían mantenerse en este terreno antes de tener que regresar a su refugio. Su enfoque era claro: recolectar todo lo posible y evitar cualquier enfrentamiento innecesario hasta estar seguros de que podían vencer.

Maestro, creo que deberíamos ir con cautela sugirió Tarek. Si nos adentramos demasiado rápido, podríamos encontrarnos con seres más fuertes de lo que podemos manejar en este momento. Aunque hemos crecido mucho, este bosque no debe ser subestimado.

Ian asintió. Sabía que Tarek tenía razón, pero no podía permitir que el miedo lo detuviera.

Tienes razón. Iremos con cuidado, pero no dejaremos de avanzar. Cuanto más profundicemos en este bosque, más valiosos serán los recursos que encontremos. Y si algo nos supera, lo evitaremos hasta que estemos listos. No podemos retroceder ahora.

Antes de partir, Ian se detuvo un momento para planificar la estrategia. No quería dejar nada al azar en esta peligrosa expedición.

Antes de adentrarnos más en el bosque, formemos una alineación sólida. Necesitamos maximizar la eficiencia de nuestro equipo dijo con determinación.

Con un gesto de su mano, Ian invocó al gigante de alma, su esclavo más fuerte, que se materializó frente a él. La presencia del gigante era imponente, y su cuerpo etéreo irradiaba un poder intimidante.

Tú serás nuestra primera línea de defensa y ataque ordenó Ian. Tu tamaño y fuerza nos permitirán avanzar con seguridad, aplastando cualquier obstáculo que se interponga en nuestro camino.

Luego, dirigió su mirada hacia los guerreros goblins, criaturas ágiles y versátiles que se movían con velocidad en el campo de batalla.

Ustedes flanquearán al gigante, ayudándolo a mantener la línea y a encargarse de cualquier enemigo que intente sobrepasarlo. Cubran sus puntos ciegos y asegúrense de que ningún enemigo lo rodee.

En la retaguardia, Ian dispuso a sus magos, seres con habilidades mágicas que complementaban su equipo con poderosos hechizos.

Los magos estarán atrás, lanzando hechizos de apoyo y ataques a distancia. No deben estar en primera línea, pero es crucial que se mantengan activos y protegidos.

A su lado, los lobos y el mono aguardaban sus órdenes.

Lobo y Mono, ustedes se encargarán de proteger a los magos. Si alguien se acerca a ellos, elimínenlos antes de que puedan causar daño.

Ian levantó la vista hacia el cielo y dio la última instrucción a sus criaturas voladoras.

El ave líder y el ave normal serán nuestros exploradores. Vuelen por encima del bosque y manténganme informado de cualquier peligro que pueda aparecer. Si ven algo inusual, regresen de inmediato para avisarnos.

Finalmente, miró a la avispa reina y su avispa guardian.

Ustedes se encargarán de protegernos de cualquier amenaza aérea. No permitiremos que nos ataquen desde los cielos. Manténganse alertas y no duden en eliminar cualquier enemigo que intente emboscarnos desde arriba.

Con todos en su posición, Ian observó a su ejército de almas esclavas y criaturas, satisfecho con la formación que había establecido.

Estamos listos. No importa qué tan peligroso sea este bosque, no retrocederemos. Avancemos y tomemos lo que nos pertenece declaró con resolución.

El equipo se puso en marcha, cada uno desempeñando su papel según las órdenes de Ian, mientras se adentraban más en la espesura del bosque. La formación estaba bien establecida, y Ian sentía que estaban preparados para cualquier cosa que el bosque les lanzara.