La preocupación de Leonidas era evidente mientras parpadeaba incrédulo. —Su Majestad... ¿está hablando en serio? Lo siento, es solo que... no querríamos arriesgarla saliendo ahora.
Asher respondió con un decidido movimiento de cabeza. —Entiendo sus preocupaciones, pero para proteger nuestro reino, necesito regresar. Podría ser demasiado tarde si Drakar está listo para lanzar un ataque. Además, creo que el Clan Moonbinder me persigue desesperadamente por alguna maldita razón. No querrían que los draconianos me mataran.
—¿Quieres decir que...? —La expresión de Caelum se tensó mientras murmuraba con una mirada confundida.
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