Vicente lo miró y no pudo evitar que una expresión de lástima cruzara su mirada.
—Estás mentalmente enfermo y necesitas el hospital. ¡Nadie en su sano juicio pensaría como lo estás haciendo ahora! ¡Jamás te hice nada malo! —Él le frunció el ceño.
—¿Mentalmente enfermo? Ahahaha. —Alfonso estalló en carcajadas y de repente sacó un cuchillo de su bolsillo.
—¿Sabes para qué voy a usar esto? —preguntó, con una sonrisa diabólica que se extendía de oreja a oreja—. Voy a usar esto para quitarte una de las cosas más preciadas de tu vida.
Vicente arrugó el ceño. —¿Qué… quieres decir con eso?
—Jeje, tu capacidad, ¡eso es! Si te dejo ciego, ya no podrás ver la verdad y la mentira en los ojos de ningún ser vivo, ¿verdad? —Alfonso sonrió emocionado.
—¡¿Qué?! —Atónito, los ojos de Vicente se dilataron—. ¡T-tú no puedes hacer eso!
Support your favorite authors and translators in webnovel.com