Ji Yin llevaba un vestido blanco que resaltaba su exquisita figura. Su cabello estaba recogido en un moño y se acercó ágilmente desde la dirección opuesta. Detrás de ella venía una asistente. Cuando pasó por el lado de Ji Yin, esta última le dio una palmadita reconfortante en el brazo y se fue.
Zhang Yingmeng tardó mucho en reaccionar. Estaba tan conmovida. La señorita Ji era diez mil veces mejor que esa Mamá Fea. Era hermosa, tenía un temperamento excepcional y también era muy amable.
—¡Señorita Ji, el éxito será suyo sin duda! —La asistente le aseguró de la manera más halagadora.
Ji Yin se quitó los guantes blancos y acarició suavemente sus hermosos dedos. Para asegurarse de tener una apariencia perfecta, se había hecho un tratamiento de manos. Aparte de tener excelentes habilidades culinarias, ¡también quería ser conocida por ser la mujer más bella en el mundo culinario!
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