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Dragon Ball Arayama (Spanish Story)

Disclaimer: Not an English story. ---- En uno de los lugares más agresivos de la tierra, Los Montes Paozu, existe un enigmático muchacho de cabello alocado, viviendo una vida calmada y alejada del bullicio mortal, de pronto, una joven de cabello lavanda aparece. "¿Te gustaría acompañarme en mi viaje?" Y así, sin esperarlo, su vida daría un vuelco completo, ¡gracias a las misteriosas "Esferas del Dragón"! ----- ----- Advertencia: Esta historia está ideada como un revamp completo del universo de Dragon Ball, esto incluye personalidades, personajes, sucesos, lugares, etcétera. Lo único que intentaré dejar intacto es la línea de la historia original (con sus cambios esperados), la esencia de Gokú y de algunos personajes que se mantengan en la historia (la personalidad si podrá ser diferente). Quedaron advertidos.

SaidenOTerbra · Fantasia
Classificações insuficientes
29 Chs

- Desierto Blanco

El calor del desierto blanco era vicioso, Gokú podía sentir su energía ser drenada por cada paso que éste daba, era verdaderamente una novedad para él, aunque eso le emocionaba bastante. Bulma tampoco la estaba pasando mejor pese a estar resguardada de la peligrosa luz del sol, después de todo, ella era una niña de ciudad, era bastante inusual enfrentarse a condiciones tan precarias como lo eran las temperaturas de un desierto.

Y ¿Por qué no iban en la nube voladora, o la moto?

Simplemente porque Gokú no quería, y era el dueño presente de la nube, aunque Bulma intentara llamar a la nube, ésta no aparecía, así que tuvo que resignarse a seguir con el viaje a pie, en cuanto a la moto, ésta no estaba diseñada para condiciones como las de un desierto, así que Bulma ni siquiera pensó en sacarla, no, tampoco tenía un vehículo para el desierto, Bulma no pensó a tanto, y éste era un desierto enorme.

Bulma guardó esta pequeña experiencia en su corazón y juró vengarse alguna vez de Gokú. Para empeorar la situación, o al menos para Bulma, no podía aliviar su aburrimiento hablando, no porque no quisiera, simplemente era que se necesitaba ahorrar energía para no sucumbir al calor.

Así que el día lo pasaron caminando por un amplio páramo que parecía no tener final. Obviamente tomaron sus respectivos descansos, sobretodo bajo fósiles enormes que formaban una sombra conveniente.

Al atardecer, se pudo notar el brusco cambio de temperatura. Lo cual afectó más a Gokú quien cayó al suelo.

"Haaaah", Gokú suspiró con la garganta seca, "Aaaaaggggguuuuaaaaa", lamentó como si de un espíritu en pena se tratara. Bulma corrió a socorrerlo y notó lo caliente que estaba su piel.

"¡Qué! ¡Estás ardiendo!", Bulma dijo asustada, sacó de una cápsula agua fresca que se apresuró a darle a Gokú.

Glu, glu.

Tras beber bastante Gokú recuperó su complexión saludable, aunque se le notaba bastante débil. Bulma lo miró preocupada, ella no estaba tampoco mejor, así que tomó por su parte agua, invocó la casa y acostó a Gokú en la cama.

"Hah", Bulma suspiró, que día tan agotador, era la primera vez que se sentía así de drenada, Bulma rápidamente se puso a distraer su mente viendo televisión. Poco después, fue a dormir.

Fuera, en la fría atmósfera del desierto, alguien los observaba.

Un muchacho varios años mayor que Bulma, de cabello oscuro como la noche y con unos ojos negros que reflejaban frialdad. Vestía una túnica de desierto y bajo ésta se podía ver un traje de artista marcial junto con varias espadas ligeramente curvas, unas espadas de tipo chafarote.

Detrás de él, un camello, aunque éste tenía el pelaje azul y tenía una mirada calmada.

"Heh", el muchacho sonrío con ligera sed de sangre. "Nuevas víctimas, eh, Púar".

"Así parece, Yam", el camello respondió con una sonrisa parecida.

"Acerquémonos, Púar", dijo el muchacho apodado "Yam". Éste se subió sobre el camello y este caminó hacia el hogar de Bulma.

La luna se posaba sobre el cielo, estaba en su fase creciente, bastante cerca de la llena.

Gokú dormía plácidamente, mientras un extraño proceso sucedía en su cuerpo, su piel en específico, estaba moviéndose rápidamente lo que lo hacía emitir algo de calor, simultáneamente la luz de la luna golpeó suavemente en el rostro de Gokú, su cola se movió ligeramente a éste hecho, aunque luego se quedó aterradoramente quieta, pero de esto, una ligera emoción salvaje comenzó a fluir por fuera del cuerpo.

"Grrr", la garganta de Gokú emitió un sonido suave, y su rostro se frunció por un instante, volviendo a ser la calmada expresión de Gokú al dormir, Bulma movió su brazo en su sueño y cayó sobre la cabeza de gokú.

Como si esto significara algo, la emoción y los extraños fenómenos se retrajeron y detuvieron. Como si no hubiera pasado nada en primer lugar.

Sin embargo, afuera, los recién nombrados Yam y Púar se detuvieron con una expresión seria. Vivir tanto tiempo en el desierto, peleando y asaltando a comerciantes ignorantes, a artistas marciales aventureros y a practicantes de las artes místicas viciosos, todo eso había afinado su sensibilidad, así que la emoción que Gokú llegó a emitir, aunque sutil, les recordó a aquella de una viciosa bestia que buscaba destruirlo todo.

Ambos bandidos sintieron ligero miedo y sudor frío recorrer sus espaldas.

"Mejor mañana", concluyó Yam.

Y así, tan silencioso como llegó, silencioso se fue, una noche en la que nadie sabría si pasó algo, o pudo haber pasado algo.

La luna se ocultó en el oeste y el feroz sol se comenzó a asomar por el horizonte.

Inusualmente, Gokú no se había despertado en la madrugada esa vez, era distinguible que la caminata de ayer lo había cansado bastante. Debido a esto, Bulma fue la primera en despertarse.

Notando los rayos del sol golpearla, ésta abrió los ojos soñolienta.

"Ahm", Bulma parpadeó lentamente, y de costumbre movió su mano a su entrepierna, pero ese movimiento le hizo percatarse de algo: No estaba sola.

Bulma se levantó y giró su mirada. Su rostro se volvió rojo como un tomate y se apresuró a salir de la cama, vistiéndose rápidamente con ropas parecidas a las de ayer, salió de su cuarto y fue a la cocina a prepararse algo.

Claro que el pensamiento de casi haberse masturbado al lado de su amigo la comenzó a atormentar a partir de ahí.

Gokú se levantó debido al hambre, así que se bajó de la cama y…

"¿Oh?", Gokú se miró los brazos. Lo primero a notar es que su piel se había oscurecido un poco, pero eso era mera cuestión visual, lo que realmente sorprendió a Gokú fue la sensación. Gokú movió sus brazos y todo su cuerpo en general.

Se sentía más sólido, eso era lo primero que logro distinguir, lo segundo era…

"¡HOP!", Gokú lanzó un puñetazo al aire y sintió que se formaba una muy sutil brisa, lo segundo era que era capaz de ejercer más "Fuerza", o, en otras palabras, su poder se había fortalecido, "¡Genial!", Gokú dijo contento, su insistencia de ayer había dado resultados "Después de todo mi abuelito tenía razón…", Bulma llegó al cuarto con ligera timidez

"¿Qué pasó?", Bulma preguntó curiosa.

"¡Soy más fuerte!", respondió Gokú con una gran sonrisa, a lo que Bulma reaccionó sacada de onda.

"¿Tú? ¿El que puede matar dinosaurios de un golpe? ¿más fuerte?", pese a su tono sarcástico, Bulma realmente estaba sorprendida.

"Sip", Gokú asintió entusiasmado, y de ese modo sintió hambre rugir en su estómago, "¿Hay algo de comer?" Preguntó Gokú tocando su panza.

Bulma le enseñó a Gokú los productos que había en el refrigerador, los cuales eran bastante, y decidió cocinarle, simplemente porque se sentía un poco apologética, cuestión que Gokú claramente no notó, pero aun así se sintió agradecido por el gesto de Bulma.

De ese modo Gokú comió alegremente un micro banquete, sintiéndose aún más revitalizado, y del cual Bulma casi se arrepiente, principalmente porque vació prácticamente medio refrigerador.

De ese modo, partieron a su segundo día en el Desierto.

Gokú notó que la cantidad de energía que era drenada de su cuerpo era infinitamente menor, y la sed que el sol le daba era casi nula, detalle al cual sonrió agradado. Sin embargo, decidió continuar el viaje a pie porque tenía un buen presentimiento, y porque quería ver cuál era su nuevo límite.

Así que, caminaron a buen paso.

Bulma notó que Gokú andaba con menos problema, a lo que arqueó ambas cejas, sin embargo, el pensamiento de lo que pasó en la mañana le volvió a asaltar.

'Maldita mente', se reprendió a sí misma.

A lo lejos, Yam y Púar observaban atentamente.

- - -

Poco después de mediodía, Gokú y Bulma fueron interceptados por una persona montada en un camello azul.

Sudando, Gokú y Bulma miraron a dicha aparición. Bulma, principalmente tenía un mal presentimiento.

Yam se bajó del camello y éste se volvió una criatura extraña que tenía 4 piernas organizados como las patas de un caldero en la forma de unas manos, con unas cimitarras de gran tamaño en sus manos, tenía un rostro grotesco, como el de un espíritu vengativo.

"Eeh", Bulma gañó espantada por la apariencia grotesca que había adquirido el camello.

"¡Oh!, Se puede transformar como Úlo", dijo Gokú sorprendido.

"Hnf", Púar se burló a la mención 'Úlo, el cerdo pervertido, je', se burló en su mente, y tanto él como Yam avanzaron, su sed de sangre surgió directamente de sus venas y Yam, cubierto bajo una vestimenta de desierto, no pudo evitar sonreír emocionado. ¡Nuevas presas!

Yam desapareció de su posición y ésta fue la señal, el grotesco ser embistió directamente hacia Bulma, quién sorprendida esquivó hacia un lado, mientras que Gokú sacó su bastón con velocidad y bloqueó un tajo veloz propinado por Yam. El muchacho reaccionó sorprendido, pues, era la primera vez que su chafarote había sido bloqueado, y más era sorprendente porque el bastón no estaba imbuido con algún tipo de energía, aunque dicha emoción fue reprimida y reemplazada por un bufido, por lo que el muchacho se apresuró a lanzar otro tajo con otro de sus chafarotes.

Gokú lo evadió retrocediendo, mantuvo su mirada fija sobre el muchacho, y su expresión se aseveró.

'Éste tipo va en serio', y cuando ese pensamiento apareció, una sonrisa brotó con naturalidad.

Mientras tanto Bulma evadía como podía los bruscos ataques del ser grotesco. Ella podía notar que dejaba profundos cortes en la arena. Para este punto, Bulma ya sabía que éstas personas eran los rumoreados bandidos del desierto blanco.

'No puede ser mi suerte más desagradable', Bulma se lamentó, y miró al ser grotesco.

"Hnf, Hnf", se burló.

Bulma sintió un poco su orgullo ser lastimado a esa burla, pero no se dejó afectar por esto, quién diría que el calor le ayudaba a mantener la cabeza fría.

'Esto te enseñará a no meterte con una bonita y super genial genio', Bulma pensó, sacando con velocidad su Arma láser de su mochila y apuntándolo hacia el ser, que la miraba con curiosidad.

Sus instintos rápidamente tomaron control de él y éste se tiró hacia un lado, un rayo masivo de energía fue propulsado desde el arma y alcanzó a llevarse uno de los brazos del ser.

"AAAAAARRGHH", Púar exclamó con ligero horror en su rostro, '¡QUË CARAJOS!', maldijo en su mente y se transformó en un artista marcial aleatorio, mostrando un rostro enfurecido. Sangre salió a borbotones de su brazo cercenado.

Volviendo con Gokú y Yam, éste último había comenzado a atacar con más violencia, en principio porque consideró que la sonrisa de Gokú significaba burla, y ahora era porque pudo notar que su amigo había recibido una herida seria. En cuanto a Gokú, éste no había comenzado a atacar, pero evadía y defendía impecablemente.

"Ngh, Púar", Yam maldijo en voz baja y miró a Gokú con severidad, "eres más resiliente de lo que creía, niño", halagó, "pero hasta aquí acaba tu suerte", Yam lanzó uno de sus chafarotes, lo cual tomó a Gokú con sorpresa, y cuando iba a defenderse, un tajo horizontal se acercaba peligrosamente por su costado derecho, pero con su visión aguda notó el mejor camino, corriendo hacia su atacante, sosteniendo su brazo atacante con la cola e impactando un bastonazo en la mandíbula de Yam, el chafarote lanzado, perdido, la táctica del muchacho había fallado estúpidamente.

"Ey, una pregunta", Gokú retrocedió, poniéndose en posición de combate, prácticamente en óptimas condiciones, "¿Quién eres?"

Yam frunció el ceño, sacó su otro chafarote de su funda, ignorando la pregunta, ésta vez, fijó a Gokú con ojos sanguinolentos, y éste distinguió unos extraños brillos reunirse alrededor de las hojas del muchacho. Éste volvió a abalanzarse contra Gokú.

"¡HAAA!", Yam dio un doble tajo vertical cuando estaba cerca de Gokú, Gokú lo bloqueó con su bastón, pero notó como el ataque contenía un peso inesperado lo cual lo hizo ser presionado hacia abajo, y notando esto, el muchacho sonrió, soltó los chafarotes y alejó su mano derecha haciendo un amago de agarre al aire, y lanzó un potente puñetazo con la mano izquierda, un puñetazo que contenía el mismo brillo que los chafarotes hace un segundo.

"Ugh", Gokú se encogió al recibir el golpe y sintió como una extraña sustancia atacaba brutalmente su interior y se dispersaba al acto siguiente, miró a Yam con un ojo cerrado y una expresión de dolor ligero. Podía ver la seriedad y concentración en los ojos de su oponente.

'Golpe Colmillo del Lobo', pensó con ferocidad el muchacho.

Y acto seguido, Gokú recibió una serie de ataques imbuidos de aquella desconocida energía, consistiendo en ataques de garras propinados de distintos ángulos y formas… recordando a la ferocidad de un lobo, Gokú retrocedió adolorido y miró a su oponente respirando un poco agitado. Gokú se enderezó tomando posición de combate, lo cual hizo que éste adquiriera una expresión sombría.

De vuelta a Bulma, el artista marcial de un brazo atacó con ferocidad, evitando que Bulma pudiese lanzar otro haz de energía.

Los golpes le dolían a Bulma, después de todo éstos eran dados en partes sensibles de sus brazos y torso, mientras el combate avanzaba, el miedo de Bulma aumentaba, pero contrario a lo que uno pensaría, contrario a lo que incluso ella pensaría, su frialdad de cabeza también aumentaba. Aun así, eso no quitaba que estaba en apuros.

"Niña bonita… Niña bonita"; rugió Púar enfadado. Si no fuera por la falta de brazo, ya la habría capturado e incluso asesinado, pero contrario a su apariencia, ella esquivaba los intentos de someterla o de arrebatarle el arma, no sabía si era suerte o algo más, pero si sabía que estaba muy molesto.

En éste pequeño combate de esquives, Púar vio una oportunidad, se alejó un poco y convirtió su brazo restante en una pistola de redes, logrando tirar a Bulma en la arena y, por tanto, logrando detenerla.

"Por fin", gruñó, Púar vio como Bulma le apuntaba y éste se transformó en un gato regordete azul en cuanto Bulma disparó la pistola.

"Oh mierda", Bulma maldijo con miedo.

"Debería de usar tu misma táctica para acabar contigo", dijo Púar con una voz más o menos aguda, mirando a Bulma con calma, la pata restante de Púar se volvió un arma de un calibre moderadamente alto y lo apuntó a Bulma, y ésta simultáneamente buscó por algo en su mochila, en ese momento se acordó de algo. "esa esfera en particular (la de 6 estrellas), tiene la capacidad de interrumpir el flujo de energía psíquica, o de ayudarla", Bulma tocó una de las esferas. El gato achicó sus ojos.

'Por favor, que sea la de seis, que sea la de seis', y sin flaquear, Bulma sacó la esfera rápidamente y la lanzó contra el gato, ésta impactó contra su cabeza, aunque no hizo gran cosa. El gato que había estado a punto de disparar el alma se quedó mirando a Bulma confundido.

"¿Qué fue eso?", el gato miró la esfera, y Bulma también, era la esfera de 2 estrellas, 'Carajo', Bulma maldijo en su mente. Sin embargo, contrario a sus expectaciones, el gato si tuvo un cierto efecto, y es que este pensó en Yam, y al mismo tiempo que pensó, por mero instinto volteó a ver en dirección de la pelea entre el muchacho y Gokú.

Bulma también volteó.

Ambos vieron lo mismo, Yam, había decidido usar otra técnica y ésta reunía aquella energía desconocida manifestando una esfera, después, la lanzaba y manipulaba la esfera, creando una matriz de ataques simultáneos intencionados con hacer mucho daño.

Tanto Púar como Bulma vieron esto, pero ambos vieron cosas distintas.

Gokú estaba recibiendo los ataques de lleno, se podía ver algo de sangre salir de su boca, eso fue lo que vio Bulma, y preocupación surgió en su corazón.

Yam, en cambio, el perpetrador del ataque, estaba moviendo su brazo con ferocidad, pero tenía los ojos inyectados en sangre, jadeaba con mucha frecuencia y temblaba, no había recibido muchos ataques, pero los pocos que había recibido, le habían hecho un daño considerable. Eso fue lo que vio Púar, y desesperación llenó su corazón, y, por tanto, su mirada.

"¡Yammer!" El gato corrió lo más rápido que pudo, el muchacho no respondió al grito, pero su brazo se detuvo finalmente, la esfera se dispersó en el aire.

"¿Cómo eres tan resistente?", Yammer preguntó con molestia en sus ojos, según su plan, éste iba a ser un asalto con botín fácil, pero todo había estado yendo en vano.

Bulma notó como la red en sus piernas desapareció, por lo que se apresuró a levantarse, tomar la esfera del dragón y correr persiguiendo a Púar.

"Siempre he sido resistente", Gokú volvió a poner su pose de combate con su bastón, "Yammer… éste combate ha sido divertido", dijo el pequeño con una ligera sonrisa, "Pero no puedes ganarme", Púar apareció y se transformó en una especie de moto con un manubrio faltante.

"Es cierto", Yammer dijo en ese medio segundo que Púar lo agarró, "Nos veremos… si el destino permite", y de ese modo, el par de bandidos escaparon en el horizonte. Bulma llegó al lado de Gokú, con tanto combate, a Bulma se le había caído el gorro de desierto, revelando su rostro ligeramente cansado y su cabello que se le habían escapado algunos mechones, se veía entre graciosa y tierna.

"Escaparon", dijo Bulma suspirando. "¿Por qué los dejaste ir?"

"No podían hacer nada más", dijo Gokú tocando el suelo con su bastón.

"¡Pero nos estaban intentando matar!"

"¿Lo lograron?", Gokú preguntó con una sonrisa inocente.

Bulma suspiró.

Ese episodio de su vida había finalizado por fin.

En cuanto al par de bandidos, su suerte no fue tan buena. El gato con su extremidad faltante comenzó a sentirse mareado tras un tiempo sin tratar la herida, se estaba desangrando '¡Mierda! Mi herida está muy grave… no… no creo…' Los pensamientos del gato se detuvieron y se destransformó cayendo en el suelo caliente del desierto y cayendo parcialmente inconsciente, frente a él, el cuerpo de Yammer cayó revelando su rostro, tenía una asquerosa cicatriz en su mejilla izquierda, él también estaba inconsciente, pero algo de sangre salía de su nariz. El bastonazo que Gokú le había propinado en el mentón habría sido suficiente como para destrozar su cerebro, pero él había aguantado mantener el daño como para no morir o no caer desmayado, eso decía mucho de su valor, pero por desgracia, no era una herida de la que salir vivo.

De ese modo, los bandidos quedaron recostados en el ardiente suelo del desierto blanco, muriendo finalmente.