webnovel

CAPITULO 28

Ellis nunca caminó tan rápido en su vida como lo hizo hasta llegar a la cocina. Ella volvió a su lugar en la mesa y luego tomó algunas verduras de la vasija que su suegra había puesto delante de ella. La joven comenzó a cortar rápidamente para poder fingir que estaba entretenida con la comida que no había escuchado su conversación. Pero en su mente sólo pasaba las palabras intercambiadas entre ellas. Ellis intentó encajar las piezas de aquella situación entre Antonietta y Eleonora, y la única persona que podía ayudarla era Jason a quien llamó y comenzó a contar todo lo que oyó:

—Por lo visto la rubia fue novia de Vittorio y lo engañó con el tal Tommaso... - Comenzó a hablar, repasando las informaciones. - Pero lo hizo para conseguir algo para la madre de Vittorio... algo que si él lo sabe, se va a enojar muchísimo con su madre. ¿Cómo puedo usarlo en mi favor? Mira si en la copia del contrato que dejé ahí hay algo al respecto que pueda ayudarme?

— Bien, hermanita, un momento. - Pidió a Jason en la línea. - Oha la cláusula 5.1.1. dice que puede renunciar a las obligaciones de carácter excepcional y solicitar la disolución del matrimonio y la aprobación de la gestión... Tal vez el camino es...

- Hacer que Vittorio vuelva con la rubia. - Concluyó Ellis, animada. - Si a Amorielle le vuelve a gustar, él puede acabar con eso.

- Pero ella lo traicionó... no sé... - dijo Jason.

- Pero lo hizo por orden de Antonietta. - Argumentó Ellis. - Fue Antonietta quien armó todo esto.

— ¿Qué hice, querida? - preguntó Antonietta apareciendo en la cocina con Eleonora. Ella miraba a la nuera que estaba al teléfono sin entender la conversación que captó al final. - Con quién está al teléfono.

— Mi hermano. - Respondió Ellis rápidamente mientras colgaba el teléfono en la cara de Jason. Ella sonrió a las dos mientras elaboraba en su cabeza una mentira convincente. - Él se despertó ahora y me preguntó dónde estaba... Entonces le expliqué que vine a almorzar aquí con ustedes... Y luego me preguntó por qué no había venido conmigo... y le dije que tú habías preparado todo esto.

-Lo sé... - Soltó a Antonietta estrechando los ojos.

-Y invitado no invita, ¿verdad? Eso es una regla de etiqueta, ¿no? - preguntó Ellis, nerviosa.

— Lo es, querida. - Respondió Eleonora en lugar de la matriarca. Ella caminó hacia la morena, mirando de abajo hacia arriba y entonces le dijo a Antonietta: - Hasta que ella no es una persona tan... simple.

— Si eso es un cumplido, gracias. - Soltó a Ellis, tratando de controlar su irritación, al final la rubia a su frente con su traje rosado , bolso verde esmeralda y Scarpin marfil era su puerta de salida de la vida de Vittorio.

- Ellis, quizá no lo recuerdes, esa es Eleonora, hija de una de las familias más cercanas a la nuestra. - Presentó a Antonietta.

- Y ex prometida de Vittorio. - Completó Eleonora con una sonrisa maliciosa.

- Mi hijo no llegó a oficializar... - Explicó Antonietta acercándose. - Ella vino a aprender la receta de nuestra familia.

— Me lo pidió y me negué. - Explicó Eleonora en tono de desafío. - Por supuesto, si hoy en día me retracto, creo que lo aceptaría con un chasquido de dedos.

- Entonces empieza a chasquear los dedos. - Dijo Ellis sonriente a la rubia.

- Estás de buen humor, ¿verdad? - Soltó a Eleonora. Miró la ropa de la morena y continuó: - Sin duda es para compensar algo.

- Una de mis mejores cualidades. - Soltó a Ellis.

Contrólate, Ellis. no le des en la cara, no la desfigures, la necesitas, pensó Ellis mientras le sonreía a la rubia.

— ¿Podemos empezar? - preguntó Antonietta para suavizar la situación. - Como ya le expliqué a Ellis, cada minuto perdido en esa receta cuenta. Y ya vamos a perder mucho tiempo con la oveja cocida, pues lleva horas para estar lista, ya que la carne es de una oveja vieja y por eso muy fibrosa.

— Está bien. - Dijo Ellis acomodándose en la tribuna para darle más espacio a Eleonora para acercarse. Se preguntaba cómo iba a cocinar la rubia vestida así y con esas uñas enormes.

- Hoy, ustedes dos descubrirán que ese plato posee todos los elementos fundamentales de la Mafia. - Dijo Antonietta.

— Ah, sí, sin duda servirá especialmente para la persona que no nació en nuestro medio. - Alfinetou Eleonora. - Lo que yo tengo ventaja, ya que soy nacida y criada.

- Genial. - ¿Soltó a Ellis que ya estaba llegando a su límite. - Puedo hacerle una pregunta?

- Sí.

- ¿Vittorio ha cocinado para ti?

- No, no tuvimos mucha oportunidad. - Respondió Eleonora.

— Maldición. - Susurró Ellis, pero no lo suficiente para pasar desapercibido para las otras dos. Antonietta disipó su sonrisa mientras Eleonora no entendía el motivo de la pregunta.

- ¿Por qué me preguntas eso?

- Nada no. Sólo verificando una cosa. - Soltó a Ellis, decepcionada. Ella miró a Antonietta y pidió: - Por favor, suegra, continúe.

— Continuando, este plato servirá para entender la lógica de la organización de nuestras familias. El plato representa lo despiadada y dura que es la vida de un mafioso, así como que necesita controlar incluso la anarquía, aunque todo esto sea contrario a toda forma de ley, pues esa es su vocación natural.

Ellis abrió levemente los labios, pues finalmente entendió el motivo de aquel ser el plato favorito de Vittorio: él representaba exactamente lo que el mafioso necesitaba ser. Entonces una duda surgió en la menta de la morena: ¿Será que él era capaz?