—Tsk, qué tiene de bueno el Clan Qing Yun, ni siquiera vale la pena mencionarlo—. Una voz llena de desdén vino del lado de Jun Wu Xie cuando ella se dio la vuelta y vio al joven descuidado murmurando por lo bajo mientras masticaba una lámina de hoja de bambú con las manos detrás de la cabeza. Le diouna mirada de desprecio a la multitud que rodeaba y admiraba a Bai Yun Xian.
Lo había dicho en voz muy baja, pero Jun Wu Xie había captado lo que había dicho.
Cuando el joven se encontró con la mirada de Jun Wu Xie, él le sonrió y se echó a reír.
—¿No dije que no me interesaban los elixires? Normalmente, tampoco estaría interesado el Clan Qing Yun.
El joven trató de explicar, sin embargo, Jun Wu Xie no le prestó atención mientras ella pasaba por delante de él.
Se echó a reír sin poder hacer nada y no dijo más.
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