Incluso su mirada, no se atrevió a moverse del Alma de Llamas lo más mínimo.
Hua Yao inmediatamente trajo una Piedra Espiritual de alto grado de color azul que había preparado ante los ojos de Fan Zhuo. Fan Zhuo dejó la espada plateada que sostenía en su mano y recuperó un pequeño conjunto de pinzas de su túnica para sostener la Piedra Espiritual en su agarre, antes de colocarla sobre el anillo espiritual que se solidificaba gradualmente.
El tiempo pasó, como arena entre los dedos. Aparentemente, en un abrir y cerrar de ojos, varias horas pasaron desapercibidas y se pudo ver un claro brillo de sudor cubriendo la cara de Fan Zhuo.
—¡Esta terminado! —Cuando la sonrisa que apareció en los labios de Fan Zhuo se puso, inmediatamente usó las pinzas para quitar el anillo espiritual reforzado, cerró la bola de bronce para guardar el Alma de Llamas de manera apropiada, y procedió a poner el anillo espiritual todavía ligeramente humeante sobre la mesa en un lado.
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