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DE OTRO MUNDO

Esta es la historia de una humana y un ser de otro universo (alien), que se emprenden a un camino lleno de obstáculos y misterio. Durante ese largo transcurso por recorrer ambos se enamoran; se dejan llevar por esas emociones, esa humana es consciente que tal hombre no es normal pero inesperadamente...

Dianiis_1417 · Ficção Científica
Classificações insuficientes
122 Chs

Sangre y celos

Caleb despertó de su aturdimiento cuando sus oídos captaron el estrepitoso sonido que había provocado el romper del vaso de vidrio.

Lou lanzó su mirada magnética justo a la mano ensangrentada de Mey, dónde el vaso se había hecho añicos.

Era una atmósfera pesada y tensa para respirar.

Caleb rápidamente se levantó y se acerco a Mey.

- ¡Oye! Estás sangrando...oye ¿me escuchas?. - preguntó Caleb confundido por todo lo que sucedió en segundos.

Sin embargo, Mey estaba fuera de sí, no era consciente como su mano derecha brotaba sangre y los vidrios estaban incrustados en su piel pálida.

Lou desprendió una aura indescriptible que dejó a Rubí perpleja por esa fuerza anormal y el frío que percibía a su alrededor. Lou quitó los brazos de Rubí y con grandes pasos avanzó hasta Mey.

Ella seguía de pie con su mano tendida goteando sangre el cual fluía lentamente hasta caer en el piso de mármol. Ni si quiera creí que Lou se postró delante de ella.

Caleb también se dio cuenta de la presencia enigmática de Lou y se hizo a un lado, percibiendo ese aire glacial en toda la habitación.

- Está sangrando demasiado. Hay que detenerlo. - mencionó Caleb pero Lou solo ignoro tales palabras. Su mirada sólo se concentraba en Mey.

- Yo te sanaré. - dijo Lou con una determinación impecable.

Caleb frunció su ceño en señal de incredulidad. Mey por su parte, aún no era consciente de la frase que mencionó Lou.

Al siguiente segundo, Lou agarró la mano de ella y siendo muy sigiloso con su vista, hizo una inspección rápida para saber el nivel del problema.

<<Lou... ¿La va a curar? Pero se darán cuenta de lo que es capaz de hacer...>>, pensó Rubí con mucha angustia y temor de lo que pudiera acontecer a continuación. No podía negar que se desánimo saber que Lou la dejó a un lado pero ahora todo podía cambiar drásticamente.

Caleb siendo sólo un expectador más en la sala de estar, se alejo teniendo la curiosidad de lo que haría Lou.

Él sólo se encaminó hacia Rubí y tan pronto llegó a su lado, él dijo con desdén: - En serio que tú si sabes ocasionar problemas. Eres una chica problemática. Espero qué ahora puedas saber que te conviene.

Rubí se encogió de hombros al escuchar las duras y frías palabras de él. Le dolía más que Caleb le hablará de esa forma a que Lou la ignorara. Jamás se había imaginado que encontraría a Lou viviendo con una chica humana.

Mientras tanto, Lou tomaba la mano de Mey con mucha precisión y cuidado; siendo minucioso, quito los pequeños pedazos de vidrio. La sangre era incontenible, la mano de Mey tenía cortes poco profundas.

Mey parpadeo y regresó a sus sentidos al ver que Lou le removia los últimos pedazos de vidrios.

- Déjalo, lo haré por mi misma. - entonces dijo Mey con una mirada vacía. Quito su mano de la de Lou y enseguida sintió un terrible dolor que la quemaba.

Dicho eso, ella se movió con rapidez hacia el baño pasando de largo a Caleb y a Rubí que se encontraban en el umbral de la sala. Ella iba dejando diminutas huellas de sangre en el piso. No podía creer lo que ella mismo se produjo, estaba enojada consigo misma; molesta por sentirse celosa que esa chica abrazara a Lou de esa manera tan familiar. Entonces se preguntó para si misma, qué era Lou para ella; por qué se sintió celosa provocando que se lastimara por su furia interna.

Giro el grifo y coloco su mano sobre el agua y la sangre aún no cesaba. El dolor de su corazón era más que su cortada en su mano. La frase "Yo te sanaré", no dejaba de repetirse en su cabeza, haciendo que se cuestionara por qué él había dicho eso.

Por otra lado, había algo brotando en el interior de Lou y de nuevo esa sensación que lo invadía y no sabía qué era; su corazón latía y sentía un dolor que lo ponía en una encrucijada. Sin más preámbulo, él se giro y fue directo donde Mey había ido.

Mey seguía perdida en sus pensamientos y sus lágrimas brotaron por no saber qué hacer; no tenía idea que pasaba con sus emociones. Lou entró, siendo imprescindible como siempre, Mey ya sabía que era él.

Así que conteniendo sus lágrimas y escondiendo su rostro, le ordenó: - Lou, vete. Quiero estar sola.

Sin embargo, Lou no hizo caso y se acerco a ella, decidido a sanarla.

Mey apretó sus dientes por saber que Lou se acercaba a ella. Se encogió de hombros y cerró el grifo, cubrió su mano con una toalla blanca para intentar detener el sangrado. Cuando estaba a punto de salir corriendo a su habitación, emocionalmente se alteró por las palabras de Lou.

- Mey...algo punza aquí. Tu semblante me causa un sinfín sensaciones que no comprendo. - dijo Lou palmando su pecho, justo donde se encontraba su corazón.

Mey: - ¡¡...!!

Para ella fue un shock total esas palabras que la volcó más de la cuenta. Solo podía verlo confusamente como él tenía la mirada sobre su mano herida.

Lou no tenía tiempo que perder y sin más preámbulo, agarro la mano de ella y descubrió que su mano seguía sangrando. Mey no podía ser nada al respecto, no tenía caso de impedirle a Lou que la soltara. De inmediato el enigmático Lou con un poder extraordinario y magnífico fuera de la realidad envolvió la mano de ella con la de él y así de manera sorprendente y veloz cerró las heridas y finalmente la sangre se detuvo.

Mey sólo percibió que ese terrible ardor en su mano derecha había desaparecido y cuando Lou le soltó su mano; se dio cuenta que no tenía rastros de marcas ni sangre y todo había desaparecido en un santiamén.

Mey: - N-No...puede ser... - dijo incrédula ante lo que veía. Sus lágrimas se detuvieron a causa de la impresión de ver su mano totalmente sanada.

- Te dije que te sanaría. - afirmó Lou con su ceño fruncido. Mey levantó su cara y vio como Lou la miraba fijamente. Su imponente altura la seguía intimidando.

Mey: - ¿Por qué...lo has hecho? No es posible, tú... - quedó a medias a recordar las escenas en donde Lou la había atacado sin previo aviso y donde siempre la amenazaba de eliminarla de la faz de la Tierra.

Sin embargo, ahora no comprendía por qué Lou se había atrevido a curarla; simplemente para ella era difícil de creer.

Mientras tanto en la sala de estar...

Caleb tenía una expresión sombría por el inesperado suceso que aconteció, aún no podía creer que Mey rompiera el vaso cristalino con una ímpetu sin igual.

Rubí estaba conmocionada por el extraño suceso y más porque Lou había seguido a la chica humana para sanarla. Seguía de pie, inmóvil viendo a lo lejos a Caleb quien se mantenía encorvado en el sofá.

<<Fue mi culpa, cometí un error correr hacia Lou... ¿Qué hago?>>, se cuestionó Rubí con incertidumbre. Una parte de ella se sentía mal consigo misma y la otra parte tenía miedo de cómo las cosas se fueran a presentar.

Caleb: - Quiero qué me digas exactamente qué eres y cómo conoces a ese hombre. - preguntó con una voz fuerte y dura. Él ya estaba llegando a su límite de tolerancia. Quería respuestas y ahora.

Rubí respingo por la inesperada voz de Caleb. Se abrazo a sí misma al no saber qué responder. Otra vez Caleb lo estaba poniendo en aprietos y ella no sabía si, "sí" o "no" revelar su verdadero origen y eso se significaba romper por completo su código y una regla inquebrantable.

- Yo... Er...yo soy u--

- Negativo. No puedes revelar esa información. - interrumpió Lou con una voz sumamente potente y autoritaria.

Rubí bajo su mirada ante la magnética presencia de Lou.

Caleb por su parte frunció su entreceja. Era claro que ambos se conocían más de lo imaginado.

Mey detrás de Lou camino hasta el sofá. Se sentó, intentado poner en orden su mente ya que aún no se recuperaba del shock. Caleb vio con cautela su mano de ella y se asombro al ver que su mano no tenía ninguna herida. La sangre seguía ahí, en el piso con todo el vidrio a su alrededor.

- Ustedes...¿De dónde provienen?. - preguntó Caleb dirigiéndose hacía Lou y Rubí.

El silencio era abrumador y tenso.

Rubí sólo inclinó más su cabeza mientras que Lou estaba inexpresivo.

Caleb no soportó más que no obtuviera una respuesta; '¿quién era ella y ese hombre con aura de superiodad?' '¿acaso eran seres con dones especiales enviados por dios?', eran preguntas que se hacía Caleb internamente ya que no sabía que más pensar sobre ambos.

Mey por su lado solo podía escuchar la voz de Caleb con mucha atención sin embargo, se despabilo cuando ella era ahora la interrogada.

- Tú... ¿Sabes lo qué es él? Respondeme. - entonces pregunto Caleb con una voz más determinante.