Capítulo 86: murales

Al abrir los ojos, lo primero que vi fue un rostro mirándome intensamente. Recuperando el sentido, pude ver que era Eirlys, que me estaba sosteniendo con sus piernas como almohada. 

 Cuando mi vista e ingenio volvieron completamente recordando lo último que paso, intenté levantarme, lo cual fue muy fácil. Al mirar alrededor, pude ver que estábamos a las afueras de un templo. 

 mientras observaba a mi alrededor. Vi a los nueve niños que estaban a mi alrededor mirándome, e inmediatamente noté dónde estábamos. Aunque variaba de laberinto en laberinto, los ocho laberintos tienen en común que el lugar de recompensa es igual. Al mirar más de cerca, pude ver que era un templo hecho con cristales de color amarillo que emitían chispas de rayos de vez en cuando. 

Curiosamente, estos rayos no nos hacían daño. Inmediatamente me di cuenta de que habíamos terminado el laberinto. '¿El último ataque que realicé fue suficiente para acabar con el laberinto?'. 

 Según la misión, el objetivo principal era evitar la invasión. Aunque todavía quedaban demonios y monstruos, supongo que durante el tiempo que estuve inconsciente pudieron completarlo. 

"¿Qué pasó?" Les pregunté a los chicos para comprobar lo que había sucedido. 

"Sí, jefe, lo que pasó es que..." 

Clayton me explicó que en el momento en que salí volando y estaba cayendo, una gran lanza de luz apareció en donde yo estaba, golpeando al goblin y al ogro que estaban cerca de la grieta. 

Esto causó una gran explosión que hizo que monstruos y personas volaran por igual. Aun en la confusión, los líderes que se habían recuperado dirigieron sus ejércitos para eliminar a los invasores restantes. 

Por otro lado, Eirlys, junto con sus subordinados y los otros chicos, aprovecharon esto para ir a donde ocurrió la explosión y me encontraron en un estado precario con las extremidades destrozadas y mi cuerpo chamuscado por todas partes. Si no fuera porque aún respiraba, no era mejor que un muerto. Pero, según ellos, comencé a curarme solo, y durante las siguientes horas, la batalla continuó hasta que mataron al último monstruo luego de repente comenzamos a transformarnos en partículas de luz y aparecimos repentinamente aquí, luego de unos segundos desperté. 

'Gracias, Lili,' trasmití mi agradecimiento a la persona que me mantuvo vivo 

['Igual no hubieras muerto de verdad.'] Lili respondió, confirmando mis sospechas de que ella tomó el control de mi cuerpo y curó mis heridas mientras estaba inconsciente y me mantuvo vivo hasta que se completó el escenario. 

De hecho, una de las razones por las que confío completamente en Lili es que desde la primera vez que nos conocimos, tuvo la posibilidad de controlarme y volverme su marioneta con sus rasgos, justo como lo hace como el doopelganger. 

En ese entonces, no tenía los rasgos de voluntad y sagrado que podrían evitarlo, así que fue hasta mucho después que me di cuenta de lo vulnerable que fui en ese tiempo. 

['Además, necesitábamos sacar la energía restante y no me gusta morir, aunque no sea real.']  

Lo que lancé en el último momento no era un hechizo de sexto nivel, sino uno de séptimo nivel, un Hechizo Arcano de nivel bajo que es imposible para unas tres estrellas realizar. Pero lo que me sorprende es que ni eso pudo terminar con el maná resultante de comerme el núcleo de seis estrellas. 

De hecho, había entendido la esencia del laberinto en el último momento. Si no fuera por mi fuerza, aunque lo hubiera completado, no me gustó cómo estaba por terminar. 

Si no hubiera intervenido, según lo que vi, Hayato usaría el artefacto para sacrificarse junto con la mayor parte del ejército de Tenjin para activarlo y cerrar la grieta, mientras que Kai hubiera sido asesinado por Sakura, usando su vida como sacrificio para activar el collar y ganar poder temporal, y usando la piedra que le daba la ventaja para derrotar al orco. 

Así hubiera terminado y hubieran establecido el concepto de cada reino a la perfección. En mi vida anterior, este laberinto tardó mucho tiempo en ser completado por primera vez desde que lo descubrieron, fui arrogante en creer que podría hacerlo a la primera y encima poder hacer misiones secundarias. 

La razón por la que no dejé que terminara naturalmente no es porque esté hambriento de las recompensas, sino que, en ese momento, las cosas pasando, sentí que representaban las cosas que llevo a la humanidad a la extinción. 

Aunque solo fuera un laberinto, sentía que era una pequeña representación de lo que sucedió en el pasado y no podía quedarme quieto. No importa que sea un escenario ficticio; quedarme al margen era algo que ya había hecho y lamenté profundamente. Al final, se puede decir que solo estoy siendo testarudo con respecto a algunas cosas, pero esto es lo que elegí hacer, sin arrepentimientos, incluso si moría. 

 Moviendo mis pensamientos, empecé a caminar hacia el interior del templo seguidos de los chicos. Mientras caminaba, miraba las paredes con dibujos que representaban algún tipo de historia. Variaba de laberinto en laberinto, pero todos comenzaban igual. 

La primera gran imagen era de un planeta que se veía desde el espacio. Era una imagen desconocida para mí, que veía los mapas actuales del mundo a menudo. Pero según los historiadores, así se veía nuestro planeta hace 500 años. En ese entonces era llamado Tierra y tenía seis continentes y no existía la magia. 

Seguí caminando y la siguiente representación mostraba cómo muchas personas eran rodeadas de luz mientras se elevaban, con unos ojos mirando desde el cielo. Según lo que escuché, era el momento en que los humanos y animales comenzaron a despertar. 

Los teólogos dicen que estos ojos son del Dios de la luz que nos bendijo con el despertar. Los chicos que me seguían detrás estaban mirando las paredes con asombro mientras yo miraba la tercera pintura, donde estaba el mundo nuevamente, pero esta vez con una imagen más familiar en donde el mundo tenía nuestra apariencia actual, con un solo continente llamado Neo-Pangea. 

Se dice que luego del primer despertar, después de unos años, los continentes comenzaron a moverse, causando caos y muerte. Esto duró alrededor de cien años, llamado el siglo oscuro, donde los países y reinos que existían en ese momento cayeron, creando nuevos. 

Las fronteras se desdibujaron y comenzó otra era donde los humanos que sobrevivieron a la destrucción del siglo oscuro lucharon contra otros y contra las bestias. En ese momento, muchos países y reinos se crearon y muchos cayeron. 

Continué caminando. Ahora las imágenes suelen empezar a ser diferentes entre laberintos, así que las estudié, aunque no entendía todo lo que mostraban ante mí. algunas incluso explican eventos futuros, donde veo a humanos arrodillados pidiendo ayuda al cielo, pero los cielos estaban vacíos. 

Ya sabía esto, aunque no había despejado este laberinto en mi vida pasada, sí había delejado otros, así que no me sorprendió que dijeran el futuro. Seguí caminando sin detenerme, tomando imágenes con la cámara que saqué de mi tienda para estudiarlas luego con calma. Mientras caminaba, me congelé al ver la última imagen del muro. 

"¿E-esto es?" 

 En el mural podía ver la figura de un hombre cuyos ojos eran rojos, pero tenía el cabello blanco con toques dorados, aunque no tenía rasgos definidos, exudaba un aura única. 

Estaba parado sosteniendo una lanza dorada que parecía brillar, aunque solo fuera un dibujo. Estaba cargando contra un ser que no era humano y que creo reconocer. Un escalofrío recorrió mi cuerpo, no podía quitar la vista de la imagen. 

"Lili, esto es..." Perdí tanto la compostura que hablé con Lili en voz alta. 

['Sí, parece que ese eres tú ... qué curioso.'] 

"Lili, ¿quién es Lili, jefe?" 

"..." 

Escuché a Clayton hablar, pero no le tomé importancia. 

"Pero esta imagen es impresionante. Ese guerrero de luz se ve poderoso, jefe. Da un aura imponente, ¿no es así, jefe?... Jefe... ¡jefe!" Clayton comenzó a sacudirme al ver que no le contestaba. 

"... Ah! oh, no es nada. Sí, se ve genial. Por ahora, continuemos." 

Le tomé una foto y continué. Esto dejó muchas preguntas en mí, pero eso siempre ha pasado. Así que, después de recuperar mi ingenio, solo le tomé una foto y continué. En el centro del templo había un pedestal. Ya había hecho esto antes, así que me adelanté y comencé a pensar qué escoger. Puse mi mano en la esfera que estaba en el pedestal.