—Al final, ella educadamente rechazó la invitación del vicepresidente.
—Mientras caminaba sola a casa después del trabajo, no pudo evitar pensar en el rostro del vicepresidente.
—A primera vista, parecía un poco como Bai Di, pero si uno lo observaba durante mucho tiempo, se daría cuenta de que eran completamente diferentes.
—Pensando en Bai Di, Huanhuan no pudo evitar pensar también en Shuang Yun, Sang Yue, Xue Ling y los niños. Se preguntaba cómo estarían.
—Huanhuan suspiró.
—¡Bip! ¡Bip! ¡Bip!
—Un coche de repente comenzó a tocar la bocina, sacando a Huanhuan de sus recuerdos.
—Miró en dirección al sonido y vio un coche pequeño conduciendo hacia ella.
—Huanhuan se quedó inmóvil.
—En el momento crítico, un caniche marrón de repente salió corriendo y la golpeó fuerte, haciendo que retrocediera unos pasos.
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