CAPITULO 37: KIRO

Se van introduciendo en la abertura de la montaña, cada paso dentro de ella alberga oscuridad. El viento se escucha colándose por las paredes del acantilado que se ha formado por aquella división.

El cual, provoca que algunas rocas pequeñas se vayan desprendiendo de las partes altas. Van concentrados en los ruidos para estar alerta a algún movimiento enemigo.

Si bien, no han visto enemigos en algunas horas, como están cerca del territorio hacia NANEKI, es imposible que no se topen con algunos.

Han avanzado hasta medio camino para cruzar la montaña, cuando, escuchan un rugido muy fuerte, resonando en lo alto de la montaña, seguido de esto, hay un crujido fuerte proveniente del suelo de afuera de la montaña, desde donde proviene una grieta que se va expandiendo hacia ellos, la tierra se va partiendo, de las paredes de la montaña, empiezan a caer pedazos grandes de piedra y tierra, el equipo reacciona a tiempo, tratando de esquivar y /o destruir los trozos a medida que avanzan hacia la salido.

Al poco rato, entre la polvareda del deslave, se quedaron sin visibilidad, sin embargo, la más desesperada es KEKI que, se ve obligada a usar algunos hechizos para cubrirlos y seguir avanzando, corren hacia la salida, es seguida por TOIRE, luego por los demás, se detienen a prudente distancia de la salida, no se distingue muy bien, pero se ve entre el polvo, parte del monstruo gigante que está provocando los ruidos.

El grupo decide salir sigilosamente, sin hacer ruido, de momento no son vistos, salen uno a uno internándose entre los arbustos cercanos, es un gigante deforme llamado KIRO, es mitad troll y mitad humano, de apariencia algo deformada en cuerpo y rostro, sus ojos expresivos, hacen saber que es un ser racional, el no tiene la capacidad de hablar, solo gruñe y grita enojado, su corpulencia lo hace lento sin embargo, la fuerza de sus golpes puede resultar mortal.

En su mano porta un látigo mágico que se extiende a gran longitud y guarda un enorme poder.

KEKI reconoce el látigo, perteneció a un hechicero de CHOSEN.

Furiosa por no saber la razón de que ese látigo esté en manos de un troll, la llena de ira.

Quiere recuperar el látigo.

Ella decide atacar, sus compañeros la apoyan enfrentándose al troll, saben que la única manera de avanzar es destruyendo al troll, a pesar de ser lento de movimientos, los golpes que da no son al azar, es como si predijera los movimientos de algunos de ellos, están batallando para esquivar los golpes porque al mismo tiempo, con la otra mano, usa el látigo, que le da ventaja sobre ellos.

En uno de los ataques, TOIRE ve la oportunidad de encajar su espada en la mano del troll, este reacciona soltando el látigo, la idea es simple, ellos quieren quitarle el látigo, lo peligroso del asunto, es que, el troll lo sabe.

OKE corre a tratar de tomar impulso por la pared ahora que el troll está muy cerca de ella, al ver que ha soltado el látigo, ella se lanza para atraparlo pensando que, aunque es grande, si lo aparta de él, es una oportunidad para vencerlo.

Justo en el momento en que el troll lanza un tremendo puñetazo hacia ella, es INKU el que encaja su pincel en la espalda del troll, causando que este se encorve de dolor, su reacción es dejarse pegar en la espalda contra la montaña para matar a INKU.

Al contacto de OKE con el látigo, este se envuelve de luz y cambia de tamaño amoldándose al de un humano, INKU apenas y pudo saltar sobre la espalda del troll, quien va alzando los brazos, NAIFU, UISUKII Y NEMU lo están atacando con armas cortantes para desgarrar sus tendones y así no pueda ponerse en pie.

TOIRE, usa su espada a seguir dañando sus brazos.

KEKI se ha detenido a mirar, WAPURO Y ESU están junto a ella.

KEKI se encuentra en aparente calma pero no es así, no puede fingir demasiado, ella se arrodilla, a esperar que ellos puedan librar esta batalla solos.

Como usó mucho poder durante la huída de la montaña, para no morir aplastados, está muy agotada.

Siente que su cuerpo ha sudado del esfuerzo, aunque, ella lo trate de esconder.

Se ve un poco sonrojada.

El troll está enojado y adolorido, OKE se acerca y golpea al troll con el látigo, el suelo se parte desde el lugar donde toco el suelo hasta donde está el troll.

TOIRE, INKU, NAIFU y NEMU aún están sobre el troll, al acercarse el ataque electrificado, se hace un hueco tremendo como de 20 metros en el suelo y el troll cae, ellos han tratado de saltar, pero solo TOIRE y NEMU han alcanzado a salir.

INKU y NAIFU no lo lograron, están cayendo, justo en ese momento TOIRE le lanza su espada a INKU que se entierra justo un poco debajo de él, INKU, logra agarrarse y a tomar a NAIFU de su ropa que, se aferra a él.

Lo malo es que el filo de la espada le está causando heridas en la mano a INKU, tanto por el peso de los 2 como el choque del freno de la caída. Los demás se apresuran a ayudarlos.

KEKI trata de correr, pero, casi tropieza, WAPURO la detiene, le dice que no es necesario que vaya.

KEKI, la ve con un poco de desdén, le dice mientras se levanta que, ella no descuida a los que están bajo su protección.

Camina lo más rápido que puede.

Con la ayuda de los dos látigos, logran llegar hasta ellos, la primera en tomarlo es NAIFU, liberando a INKU de su peso, el con la otra mano, se agarra y rescata la espada de TOIRE.

Ya arriba KEKI atiende a INKU, realiza la curación en la palma y dedos rebanados de INKU, quien le agradece.

INKU en voz baja, comenta a KEKI que no se esfuerce tanto o tendrá que cargarla, ella con una mueca de enojo, le agradece, aunque, no cree que llegue a hacer falta.

Se separa de INKU.

TOIRE la mira, su rostro se ve cansado y está sonrojada, como cuando le da fiebre, quizá ella no esté tan bien como dice estar, mas, no quiere entrometerse mucho.

ESU toma el látigo para examinarlo, NAIFU, NEMU Y KIRO también se acercan, les parece una herramienta única y en lo que dice KIRO emocionado, dice que, si se usara poca fuerza... mientras lo toma con su mano, este se le cae al piso, provoca un derrumbe del suelo, tal el estruendo causado que quedan inconscientes, cada uno de ellos, sin saber que un peligro los acecha.

Cerca de ahí, hay alguien que, ha estado viendo todo, el hombre encapuchado sale de su escondite y va hacia ellos, el hombre trae una carreta jalada por un caballo.

Al acercarse a ellos, les lanza un hechizo y como si no pesaran, sus cuerpos comienzan a levitar a baja altura, el hombre los guía a la carreta y los acomoda uno a uno dentro de ella.

FIN DE CAPITULO 37