Pronto, habían pasado 25 días.
Estos veinticinco días habían transcurrido tranquilos y pacíficos. Habían llegado hasta el Monte Han.
Frente a ellos estaba la Montaña Fría de mil li. Mientras cruzaran esta Montaña Fría de mil li, llegarían a Ciudad Vista de Luna, que quedaba a un viaje de cuatro a cinco días.
—¡Entremos en las montañas y montemos el campamento! —Lu Ming dio la orden.
El Ejército de veinte mil hombres avanzó hacia el Monte Han.
Después de unas pocas docenas de millas, encontraron un área plana para acampar y cenaron.
Al caer la noche, los rugidos de las bestias se podían escuchar desde las mil li del Monte Han.
Lu Ming pidió a algunos que patrullaran y a otros que descansaran.
Ya entrada la noche, más de veinte figuras saltaban a gran velocidad en las mil li de las frías montañas.
Más de veinte personas, todas vestidas con túnicas negras, se movían a una velocidad aterradora, como fantasmas en el bosque por la noche.
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