Todo comienza un sábado por la noche del año 1997. Como todos los fines de semana me tocaba trabajar en el Paradis una de las cafeterías más renombradas de Francia, reconocidas por su increíbles cafés de fina selección.
Como era de esperarse teníamos trabajo hasta por los codos, la demanda los fines de semana es grande y no me quedaron mas opciones que aguantar esta insoportable jornada laboral hasta que terminara mi turno. De todas formas ya quedaba poco para cerrar el local y así irme a mi acogedor apartamento a tener mi merecido descanzo.
Había mucho trabajo pero en la última hora en un abrir y cerrar de ojos dieron las 9. Sasha la barista por fin cerro el local y yo afortunadamente deje de limpiar las malditas mesas manchadas con el tedioso café, eso fue un gran alivio.... Estaba tan cansado que mis energías se habían esfumado de mi cuerpo así lo hace el humo del cigarrillo, lo único que realmente quería era tirarme en el sillón en lo que restaba de la noche y beberme completa esa botella de Vodka que esperaba por mi en casa y de esa manera olvidar de una maldita vez todos mis malditos problemas y aflicciones.
-Buen trabajo chicos-Exclamo Sasha mientras saltaba alegremente
la barra, rayos que mujer mas irritante.... Como odio cuando me agarra del cuello y le dan estos arranques de afecto tan inesperados.
-Cambia esa cara enano... Ni que fueras Gay, puedes irte si quieres ya que es todo por hoy jejeje. Aprovecha bien de descansar ya que mañana nos vemos de nuevo jajaja que mala suerte para ti ¿no? -Reitero la castaña insoportable a la que habían bautizado mis compañeros como la come papas. Aunque para mi más bien era la "come chorizos"
Obviamente escape de ahí no la pensé ni dos veces. Las piernas ya me estaban matando, estar todo el día parado atendiendo a los clientes es verdaderamente un calvario agotador. Sin siquiera esperar al resto de los engendros de mis compañeros me fui a los casilleros a retirar mi abrigo, si era sincero lo único que quería era irme de la maldita prisión que me abrumaba más aún por que odiaba a cada uno de los clientes que llegaban día tras día a este maldito café.
-¿Ya te vas cariño?-me preguntó Petra apareciendo de la nada logrando que mi corazón saliera prácticamente del pecho por el maldito susto. ¡Que hace esa mujer justamente aquí dios! fue lo primero que se me vino a la cabeza al tener que ver su maldito rostro por enésima vez.
¿Como podía esta desgraciada seguirme buscando después de lo que hizo? ¿Acaso no conocía la vergüenza? ¿Será que nunca podría quitármela de encima? ¿Por qué mierda su recuerdo aún me persigue?
-¿Quién te dejo entrar hasta aquí? ¡Maldición ahora nisiquiera en mi puto trabajo puedo estar tranquilo!-
Le dije exaltado rodando los ojos mientras le daba la espalda, solo escuchar su maldita voz arruinaba aún más mi noche. Esa mujer había logrado convertirse en una maldita piedra en mi zapato, no soportaba ni verla no después de su maldita traición.
-Fue historia, por favor cariño no te enojes con ella... Escúchame tengo que explicarte tantas cosas, créeme que si supiera que lo nuestro no tiene arreglo no seguiría insistiendo como lo he hecho por tanto tiempo-Me dijo suplicante pero le ignoré, ya sabia que tipo de excusas me iba a dar, esta no era la primera vez que esa mujer me ponía los cuernos ya había adquirido una especie de coraza frente a ella... Aunque verla aún me resultaba difícil.
-Tú y yo no tenemos nada más de que hablar, vete. Entiende no quiero ni necesito verte, para mi desde el día que te vi con el ya estas muerta. No tienes ninguna posibilidad de volver conmigo. Para mi no existes ni eres nadie, solo eres basura, solo eres una mujerzuela de la cual me quiero deshacer en cuanto antes-Tan solo recordar todo el mal que me había hecho me causaba repulsión, en el fondo si era sincero conmigo mismo no quería lastimarla, pero sabía que si no le decía estas palabras esa mujer jamás se alejaría de mí. Era necesario no verla si es que quería olvidarla, tenerla día y noche en mi memoria no era sano.

-Levi.... Cariño... No digas esas cosas, me lastiman... Sabes que no puedo vivir sin ti. Déjame ir a tú casa esta noche la pasaremos bien, tenemos que arreglar lo nuestro, nosotros nos íbamos a casar ¿Recuerdas?- insistió Petra como si entre nosotros no hubiera pasado nada. ¿Como es que esa mujer podía ser tan sinica acaso aun no se daba cuenta del daño que me causo con sus traiciones y mentiras?
-No me hagas reir por favor, sabes que prefiero estar solo a tener que volver contigo. ¿Cuando es que lo entenderás Petra? Es mas, hazme el favor y lárgate de mi vista, estoy cansado de que me busques, no hagas de mi día un día de mierda ten un poco de dignidad mujer de lo nuestro no quedan ni las cenizas, así que largate y no vuelvas más-contesté fríamente mientras sentía que esa maniática rompía en llanto a mis espaldas.
-¿Cómo puedes ser así de cruel? , un error lo puede cometer cualquiera. Deja de juzgarme y escúchame, si no te amara tanto no me estaría aqui humillandome frente a ti. Se que me odias pero mi corazon se resiste a perderte, dame una oportunidad te juro que esta vez no te pagare mal. Te amo Levi... ¡Vuelve conmigo! -Reitero Petra mientras se aferraba a mi cuerpo y me agarraba las manos buscando mi perdón.
-¡Sueltame! ¡No te atrevas a tocarme! ¿Te parece que lo que me hiciste fue un error ?-Le dije mientras me soltaba de sus garras y le brindaba una mirada profunda llena de odio - ¡Vienes a mi trabajo para decirme este tipo de mierda! ¿Enloqueciste o que demonios? ¡No seras cara dura y sin vergüenza Petra! ¡Me das asco! ¿De verdad crees que es un error acostarte con mi maldito hermano? ¡Por favor! ¿De que estamos hablando mujer? no te hagas la ingenua, ya no... Es más, no se ni como tienes las malditas agallas para pararte frente a mi, si yo hubiese cometido ese " Supuesto Error" como el que tú has cometido ni siquiera podría mirarte a la cara, eres una maldita sin vergüenza por no decir otra cosa ¡Aunque ya sabes que es lo que opinó de ti!
¡LARGATE Y NO VUELVAS SI ES QUE AÚN CONSERVAS ALGO DE DIGNIDAD, ES LO MEJOR POR TI Y POR MI!- Le dije mientras me dejaba llevar por la ira. El despecho me orillo a darle un puñetazo al casillero, sentía tanta cólera en mi interior que por poco creí que iba explotar. Aunque me doliera no podía negar que aún la seguía amando y ese era un peso tan grande que no me dejaba vivir tranquilo.
-Tranquilizate por favor, te digo la verdad, lo que cometí fue un puto error, un desliz que nunca debió suceder, si quieres culpar a alguien culpa a tu hermano. Es él el que se metió por los ojos ¡Por favor creeme! Yo te amaba y te sigo amando tanto al igual que ayer... - Alego Petra mientras seguia llorando sus lágrimas falsas, tan falsas como lo era ella.
¿Que creía que yo simplemente me tragaria ese cuento? ¡Los pille en plena cama por dios! Ni que fuera un completo estúpido.

- Esta bien supongamos que te creo y que lo que dices es verdad... Intentare pensar que Eren te violo o te lavó el cerebro aunque entre nos los dos sabemos que no fue así... Te vi... Y con eso descubrí que nunca me amaste como decías... Que tus promesas de amor solo eran palabras al viento. Vi como gozabas con el, vi como gemias su nombre ¿Cómo pretendes que te perdoné después de eso? Puedes llorar e implorar todo lo que quieras, no te creo ni un carajo. Ya te lo dije Petra dejame en paz por que un día no muy lejano voy a perder la poca paciencia que me queda y creeme te dejare tan mal parada que todos voltearan a verte en la calle, no me importa que me tachen de cornudo si de todas formas tan solo es un secreto a voces, ese maldito perro infeliz de Eren ya se encargo de contárselo a todo mundo. Solo falto yo para afirmar que es cierto-le dije enrabiado mientras buscaba las llaves de mi auto en los malditos bolsillos, lo único que deseaba era desaparecer del área y por fin tener una noche tranquila.
-Levi cariño... Por favor no lo hagas, ya bastante es la vergüenza que me haces sentir cada vez que te busco. Pero entiéndeme tú tambien a mi, ¿como poder enterrar todo lo que vivimos si eramos tan felices? Teníamos tantos proyectos, tantas metas. No puedo... No lo acepto, yo aún te amo, te amo tanto que siento que voy a morir si no estas conmigo a mi lado. Por favor mi vida perdóname vuelve conmigo, eres todo lo que tengo y lo único que necesito para ser feliz- Por un instante sentí como mi corazón nuevamente se partía en dos, escucharla rogar así me desgarrada el alma, tenía que salir de inmediato de ese lugar a toda costa o tal vez terminaría cayendo a sus brazos como un niño.
-¿A dónde vas? ¡No te vallas por favor, quedate conmigo Levi! --insistió ella gritando aferrándose desesperada a mi espalda implorando mi perdón.
-Dejame Petra, no hagas esto más difícil... ya me has fallado demasiado, ya no creo en ti te lo dije y te lo repito- Sin más deje caer una lágrima traicionera mientras camina decidido abrír la puerta de mi coche. Ella se me tumbó encima bloqueandome el paso. Quería escapar como alma que se la lleva el diablo sin dirección alguna sin embargo esa mujer no se rendía, no me soltaba. Lo único que lograba era confundirme aún más de lo que estaba.
-¡Levi! ¡Levi! ¡Espera! ¡No nos hagas esto amor mió ! ¡Se que por mas que me amas lo sé! ¡Todo lo que vivimos no se puede olvidar de un día para otro!- Gritó desesperada mientras se aferraba más y más a mi espalda. Por inercia esos amargos recuerdos nuevamente invadieron mi mente, la vi a ella galopando mi hermano como quisiese fundirse con él.... No... Si ella me hubiera amado jamás se habría acostado con él. No con él.
-¡Dejame en paz Petra, ya basta! ve a acostarte con Eren! ¡Ve a decirle este tipo de mierdas a él que de seguro te las creerá mas que yo! A mi me has perdido por mentirosa, por traidora, por canalla, por burlarte de mi amor sincero tantas veces. Ni creas que daré marcha atrás y volveré contigo, esta es una decisión tomada ya dejame tranquilo.- Le grité despechado y herido mientras me la quitaba de encima. Pise el acelerador y me largue como pude del estacionamiento del horror. Esta era una pesadilla que me atormentaba día y noche, así fue por más de un maldito año.
Si bien era cierto anteriormente ya me había engañado. La perdoné una vez pero tiene un límite, ya estaba harto de sus traiciones de que se acostara con mis amigos. De esa confianza que yo le di ya no quedaba nada, todo murió esa noche que los cogiendose el vi uno al otro en mi propia cama.
Si.... Admito que fui un estúpido, lo acepto y me condenó por eso yo mismo. Quizá si hubiera abierto los ojos a tiempo tal vez no me dolería tanto, me entregue a ella como un idiota y le di todo lo que tenía ¿Pero que mas podía hacer? Caí perdido a penas la vi, jamás creí que esa mujer tuviera esos alcanzes ni que me pagaría de esta manera, me dejó como un imbécil sin saber que hacer sin que rumbo tomar.
Bueno... De todas formas de nada sirve lamentarse ahora que la perdí para siempre, quizás es algo que tenía que pasarme si o si para despertar de este sueño efímero de una buena vez por todas ¿no?