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By Red Moonlight.

La mente es un mundo completamente diferente a lo que podemos ver, nos hace pensar, crear, vivir, pero tiene un lado oscuro y es que nos puede engañar, hacernos creer en lo inexistente, nos hace crear ilusiones que nos pueden destruir de manera tan cruel nuestro corazón, así como la realidad destruye nuestros sueños. La trama gira en torno a Laura Christina Truinstra Lostwood, una chica de 19 años con un pasado tan oscuro como una noche sin estrellas. Su vida da un giro inesperado cuando se encuentra con Erick Vries Janssen, una criatura que alguna vez creyó inexistente. No solo este encuentro altera su percepción de la realidad, sino que también pone en marcha una serie de eventos que involucran a sus amigos más cercanos. A medida que se enredan en una red de secretos, se ven expuestos bajo la luz de la luna roja. Si tienes curiosidad por explorar las vueltas y revueltas que darán forma a la vida de nuestra protagonista, ¡mantente atento y descubre los intrigantes escenarios que te esperan en esta cautivadora novela web! By: Yileidi Pinales Ig: @551_cccy

yileidi_pinales82 · Fantasia
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38 Chs

Capítulo 20: La amaba demasiado...era una humana, pero aún así la amaba.

—Quiero que me prometas algo... —Susurró con una voz ronca y nostálgica, provocando que por mi cuerpo recorriera una corriente eléctrica cargada de adrenalina.

—sí, lo que quieras. — Hable mientras acariciaba su nuca, enredando inconscientemente algunos de sus mechones de pelo alrededor de mis dedos, dirigiendo luego la mirada hacia el nublado paisaje que se podía admirar a través de la ventana.

—quiero que me prometas que nunca te alejarás de mí. —Mire su cabello y di una pequeña sonrisa a la nada, amaba demasiado a Erick como para dejarlo ir muy fácil, estaría para el en las buenas y en las malas… Justo, así como él había estado ahí para mí, ni en un millón de años me alejaría de él, respire hondo sintiendo como un sentimiento de relajación se expandía por cada uno de mis poros.

—lo prometo Erick, Jamás te abandonare. — Declare sin esperar nada a cambio.

Minutos después Erick y yo nos encontrábamos ordenando la habitación y puesto que habría una cena de bienvenida a las 9.00pm... mientras yo arreglaba las cosas de la maleta Erick miraba perdidamente hacia la ventana.

—aquel accidente debió ser muy traumático para ti y para Patrick, Erick. —Comente casual colocando en la columna de ropa la última prenda que debía ordenar,

—no tienes idea de cuánto. —Respondió dirigiendo su mirada a lo lejano de las montañas, como si allí se encontrara la razón de todas sus desgracias.

—¿quién fue esa persona tan especial para ti y para Patrick...? —Cuestione con curiosidad colocándome a su lado frente a la gran ventana.

—era su hermana y ...mi prometida, todo por culpa de esos malditos. —decía con tanta rabia que de cierta forma me asustaba y a su vez me dolía porque verlo así de esa manera tan quebrada hacía que mi corazón se rompiera en mil pedazos.

—lo siento tanto Erick, si lo necesitas puedo darte mi hombro para que te desahogues. —Digo dejando lo que estaba haciendo y me acerco a su lado para ver juntos el oscuro paisaje que se ve en la ventana, entonces siento su frente caerse en mi hombro...

—tranquilo...a veces las cosas suceden por alguna extraña razón...quizás esa razón vale la pena.

—la amaba demasiado...era una humana, pero aun así la amaba...—aclaro, pero de manera inmediata su voz se quebró como una fina copa de cristal al escuchar un fuerte ruido, acaricie su mejilla alentándolo a que continuase la historia, recorriendo con mi mano desde su mejilla hasta su nuca, envolviendo luego su suave cabello en ellos. —ella conocía todo acerca de nuestro mundo, sabía todo...podía leer cientos de libros y nunca se aburría, entonces llegó el día de su cumpleaños número 24, entre el consejo, su hermano y yo habíamos decidido llevarla al castillo pero, ese mismo día llegaron ellos, la masacre, destruyendo todo lo que se les atravesara, antes de que ocurriera la tragedia mataron a uno de nuestro clan...el hermano de Patrick, Patrick perdió el control de su poder volviéndose loco casi por completo, tanto que la ira lo cegó y rompió la presa deñ enojo.

Todo se vino abajo, todos entraron en pánico algunos caminaban de aquí hacia allá, otros peleaban con los integrantes de la masacre, Patrick no reaccionaba y no podía controlar el agua que arrasaba con todo lo que encontraba. Decidí buscar a Siren por todos lados, pero no la encontraba, hasta que el agua vino por nosotros y tuvimos que desistir de la búsqueda y elevarnos en el aire. Al pasar todo el agua teníamos la esperanza de encontrarla. —De la nada empecé a sentí una punzada en el pecho, tragué grueso y seguí escuchando con atención.

buscamos a lía por todas partes, pero lo peor que pudo ocurrir fue cuando la encontramos, partida a la mitad debajo de un árbol, sentí como mi pecho ardía en llamas al ver el cómo sus órganos estaban tirados por todos lados y el cómo su piel yacía en el suelo pálida y llena de barro, fue la primera vez que lloraba en mucho tiempo, ya no quería existir, deseaba ser mortal y acabar con el dolor… desde ese día Patrick y yo no volvimos a ser los mismos Christina. Pensaba que si la encontraba ahogada aun podía salvarla mordiéndola, ni siquiera me rendi en su búsqueda, pero verla así... fue como si pateasen y escupieran tus esperanzas.

Fue hasta ese punto en el cual me había dado cuenta que derramaba lagrimas como enormes gotas de lluvia, como si el dolor de Erick atacara mi corazón como un virus letal, Erick se había enamorado y no recibió una desilusión amorosa, sino una perdida, una perdida que le costo mucho tiempo no verse afectado físicamente por su mención, porque a pesar de que lo conto con mucha calma, el hecho de que un vampiro no puede llorar ocultaba todo su dolor emocional, porque se que perder al amor de tu vida es peor que una patada en donde el sol no brilla.

—Erick...—Pude pronunciar antes de que se me cortase la voz. —lo siento...tanto, seguro debe haberte dolido… joder. — Me coloque frente a el para observarlo con detenimiento mientras me secaba las lágrimas, así que no me detuve a pensar y lo abrace fuertemente aferrando mis brazos a su cuello como si fuese lo último en este planeta.

—no llores por favor...no tienes la culpa...—Se separo del abrazo y coloco sus manos en mi rostro y seco mis lágrimas, mientras lo hacía nos miramos a los ojos haciendo que me perdiera en ellos y para cuando me di cuenta, ya lo había besado. Este correspondió al instante y se sintió justo como nuestro primer beso, podía experimentar sensaciones indescriptibles que me volaban la cabeza y que me hacía sentir como si el tiempo se detenía y pasaba a velocidades vertiginosas.

No paso mucho tiempo en el que me separe de él, este frunció el ceño en confusión y tan estático que no salían palabras algunas de sus deliciosos labios.

—¿que- —Pudo articular luego de un rato.

—Lo siento Erick, pero te amo demasiado… quizás siquiera te sientas igual, pero ya no lo soporto y entiendo si no te sientes de la misma manera. — Pensaba que iba a decir algo, pero el simple hecho de ver su reacción de pánico hizo que aquella misma sensación se extendiera por mi cuerpo como un virus letal, salí corriendo hacia el baño y sin dudarlo dos veces me derrumbe detrás de la puerta empezando luego a llorar en silencio, adiós bonita relación con mi niñero.

💫💙Erick Vries💙💫

Recordar aquel accidente me hacía sentir tan vulnerable, tanto que de alguna manera no quería alejarme de Christina, más aún porque era en mucho tiempo la primera vez que me sentía tan cómodo con alguien a mi lado y odiaba el hecho de que por mi culpa todo eso se arruinara, pero mientras más pasaba el tiempo sentía el cómo cada vez más me encontraba entre la espada y la pared.

Y pensaba cada vez más que la única solución a todos mis problemas con respecto a Christina era simplemente morderla, no porque era una tortura tenerla cerca con el fuerte olor de su sangre, sino porque así estaría protegida en caso de que no este, pero todos en el palacio, incluyendo mi jefe dicen que no se puede porque mandaron una amenaza que decía que si la mordía emp0ezarian la dichosa guerra con los del consejo involucrando al mundo humano.

Aumentando mi angustia y frustración Christina luego de contarle lo ocurrido me beso, recordándome todos los sentimientos que me hacía sentir, recordándome que solo ella podía hacerme sentir de esa manera y recordándome además que sin ella solo soy un cero a la izquierda y eso me jodía por completo. Odiaba el simple hecho de que no podía probar sus labios todos los días a cada momento con libertad, que no podía hacerla mía de una vez por todo e importándome una reverenda mierda lo que esos monstruos asesinos devoradores de almas pensaran. Recordándome que a excepción de ella, el mundo no era más que una mierda.

—¿qué sucede? —Cuestiono desanimada, maldita sea no sabía que hacer...no podía negar que sentía algo que jamás había sentido en mi larga vida por Christina, pero no podía decirle o gritarle que no era así, que la amaba más que a mi propio ser, que correspondía sus sentimientos y que estaría a su lado para siempre, pero simplemente no pude porque sabía que estábamos en una situación en la que solo Dios sabía si saldríamos de esa.

si llegaba a decirle lo que sentía por ella iba a querer que tuviésemos algo y no podíamos porque si los que la buscaban se enterasen pensarían que ya la mordí y acelerarían la búsqueda no con el fin de torturarla, sino con el fin de desaparecerla y armarían una guerra masiva, así que prefería dos corazones rotos a que esos malditos se la llevaran para destruirla y jamás la pondría en peligro.

—no es cierto lo que dijiste hace rato ¿cierto? —Cuestione deseando que fuera mentira lo que dijo.

—es en serio Erick, igual entenderé si no sientes lo mismo por mí, además se de nuestra situación, así que no te preocupes mucho por eso. —su voz se entrecorto, pero quiso hacer que no pasara nada soltando una pequeña sonrisa. Joder incluso me dolía algo que ni siquiera latía, el corazón.

—Lo siento, prometo que todo va a mejorar y si todo esto pasa y me sigues amando como ahora créeme que nadie nos va a separar nunca.

—Gracias Erick, por todo y lo siento mucho colocarte en esta situación. —escuche la ducha abriéndose.

—no te disculpes, Christina realmente eres una chica increíble, pero...

—no sientes lo mismo, creo que lo mejor sería que nos olvidemos de esto... solo te estoy dando problemas con mis sentimientos. —Hablaba con voz suave, su voz más que ser suave era desanimada y acción seguida la habitación se quedó en un rotundo silencio, pero ella no sabía que todo era al contrario, joder la amaba, era lo mejor que me había pasado en un siglo.

holaaaa,espero este pasando unos buenos dias,tarde u noche dependiendo del lugar desde donde me lees, espero que te este gustando mi historia y si no es mucho para ti te pido que votes.

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