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Lumina

La forma en que los humanos vemos las cosas es diferente por cada cabeza. Un dicho dice que cada cabeza es un mundo. Observan a alguien para ver como se hace esto, como se hace aquello, y luego, hacen su propia práctica a partir de esa información.

Primero ves a alguien haciendo un ejercicio de matemáticas, luego tomando ese ejemplo haces el tuyo. En casos de matemáticas probablemente quede igual o ciertamente parecido.

Si me preguntas, ¿Haces eso? ¿Mirar a alguien primero y hacer las cosas a tu manera? En ocasiones lo hago, en otras hago lo que un poco número de personas harían, hacer las cosas a mi manera desde 0 después una explicación.

Es un método arriesgado porque podría salirte mal, o ser erróneo a lo que esperaba la otra persona. Pero la vida se trata de tomar desafíos, ¿No?

La primaria, secundaria, preparatoria y universidad, y más allá después a los trabajos legales, se aventuran con eso. No sabes si tú trabajo estará bien hecho si lo entregas a tu manera, la escuela es un buen ejemplo de eso; puesto que usualmente los ejercicios de matemáticas tienen su propia forma de resolverse.

En un principio, tomas el ejemplo que te da el maestro y lo haces.

Normalmente eso sucede porque tienes la creencia de que como es mayor, sabe más que tú, lo cual es cierto en la mayoría de las casos.

Entonces, ¿Debes seguir lo que te dicen tus mayores al pie de la letra porque se supone que así es? Honestamente, espero que no.

Porque, de ser así, no estaría de camino a donde voy.

Tengo la certeza de que llegaré alto, pero aún así me da algo de tristeza.

1

La gran preparatoria Lumina New World, es una escuela gubernamental hecha por el gobierno japonés desde 2010. No obstante está aislada del mundo desde su creación. A pesar de eso, todos los estudiantes graduados de ella han sido un éxito en cada trabajo que han buscado.

La cantidad de estudiantes que se gradúan de ahí es baja comparada a cualquier otra preparatoria vista; Pero sus estudiantes consiguen éxitos mucho mayores a las demás escuelas, con todo y honores incluidos, así que se ha considerado que su método de estudio es la causa de la poca cantidad de graduados.

Si pocos se gradúan pero sus resultados son excepcionales, entonces no habrá quejas por parte de los que los reciben como empleados. Con eso la escuela a ganado toda su fama y se ha mantenido a flote.

Aunque está en una isla de Japón, también acepta estudiantes de otras partes del mundo. Cómo Rusia o América Latina por ejemplo. Por supuesto, para entrar debes saber el idioma básico japonés porque la gran parte son de ahí.

La brisa marina está rozando mi piel mientras camino por la proa del barco que nos lleva a todos a la isla. Estaré ahí los próximos tres años. Compitiendo con mi hermana gracias a nuestro padre.

A pesar de que nos separamos desde niños, volvimos a vernos una semana antes de venir a Lumina. Aunque no estuvimos en contacto por los 11 años que ella estuvo siendo entrenada.

No sé con certeza porque mi padre acepto eso; Ella fuera entrenada por el gobierno para ver hasta que punto una persona pueda llegar, por mi parte, fui criado normalmente. Sin madre, pero con un padre atento y frío. No tuve problemas en aprender todo lo que se necesita a un nivel récord para ser calificado como un genio.

Por supuesto, estoy orgulloso de eso.

Su punto fue que compitiéramos en esta escuela. Ver si la genética pura puede superar un entrenamiento duro hecho por el gobierno. ¿Talvez quieren crear super soldados si ella gana? No estoy seguro de eso; y particularmente tampoco me importa.

Los dos teníamos una misión clara. Y estoy perfectamente decidido a cumplirla.

Tengo mis objetivos claros; primero quiero llegar a mi clase y tomar el control para tener mi propio territorio. Si puedo conseguir algún guardaespaldas también sería una buena opción. Aunque no pueda asegurar nada hasta que no llegue ahí.

Desde mi posición puedo ver la isla a lo lejos. El uniforme morado y la chaqueta blanca de la escuela está sobre mi cuerpo. Da algo de calor con el sol en medio del mar, pero me gusta el morado. Combina con el plateado de mi cabello.

Me gustaría buscar gente y comenzar con mis planes, pero sería peligroso hacerlo si no puedo asegurar que son de mi clase. En tal caso estaría revelando mis estrategias a otras clases incluso antes de entrar a la escuela.

Talvez estoy actuando algo paranoico respecto a esto, ¿Es raro considerando que el método de estudio de aquí debe ser lo suficientemente letal para que todos se gradúen con honores? Debe serlo, no encuentro otra razón para que no lo sea.

Veamos~ mi hermana; Kyoto, está cerca de la punta de la proa del barco mirando el océano. A su lado está otra chica de tez morena. Parece que hizo una amiga incluso antes de llegar. Me sorprende un poco porque normalmente parece un robot sin emociones.

¿Debería tratar de encontrar a alguien? …..no, creo que mejor esperaré hasta llegar a la isla.

2

El viento salado del mar golpeó mi rostro cuando baje del barco. En cuanto nos bajamos del barco nos dieron una tarjeta de identificación conforme a la clase correspondiente de cada estudiante. A, B, C y D.

Esas tarjetas, además de unos pocos datos personales, también tenían un número marcado como 0000 en la esquina superior derecha. Además, también nos habían dado otro teléfono. Tenía todos nuestros archivos y datos anteriores. Lo único es que no tenían los contactos. Fuera de eso, su diseño era solamente un morado con negro y la insignia de la escuela detrás.

No parecía haber algún tipo de juego oculto con ello. Era simplemente una forma de mantener a los estudiantes organizados. No resultó en alguna meritocracia rara, afortunadamente.

Estoy en la clase A; Kyoto en la D. Si hubiera resultado en que estuviéramos en la misma clase habría sido un problema. Probablemente los del gobierno hayan tenido que ver algo, no me interesa en este momento de todas maneras.

El suelo bajo mis pies se sentía más firme mientras más caminaba, señal del fuerte peso que daría en cuanto pusiera un pie ahí dentro. La competencia empezaría oficialmente; el objetivo aquí, derrotar a mi hermana de la manera que pueda. Nunca nos dieron alguna explicación de como funcionaban las cosas aquí, supongo que las descubriremos.

Los estudiantes a mi alrededor tenían sus propias reacciones de emoción, nerviosismo, seguridad o desinterés. O algunos otros tenían una combinación extraña de varias de esas emociones. De hecho hasta hay una chica de baja estatura que ha estado jugando con una mini consola.

Siento un poco de todas esas emociones dentro de mi, aunque mi rostro nunca las demostraría. Mantengo la postura firme que tanto me define, mientras daba cada paso para acercarme al gran portón de la escuela con la misma tenacidad que la reputación que le precedía.

Solo puedo decir una cosa.

—Lumina… será divertido~.

La conferencia de bienvenida para la escuela fue algo aburrida. Había una cierta cantidad de estudiantes prestando atención al presidente del consejo estudiantil, la otra parte estaba empezando a hacer amistades o encontrándose con gente que ya conocía al parecer.

La única persona que yo conozco actualmente era mi hermana. Aunque no importará demasiado en las condiciones en las que estábamos.

Además de los nuevos de primer año que entramos a la escuela, los senpais de años superiores también están presentes. Parece algo obligatorio para todos. Pero si veo el número de los de tercero y segundo comparado a nosotros, son muy pocos.

Haciendo unas cuentas rápidas, somos 100 en total por las cuatro aulas de primer año, repartidor equitativamente a 25 entre cada una. En cambio, segundo año tiene un aula menos y tercero apenas tiene dos aulas con un número más pequeño.

El sistema parece tan letal como lo mencionaron. Especialmente porque aquí hay gente capaz, o al menos eso se supone. Si aún con eso esa poca cantidad se gradúa, entonces podrían haber problemas para la mayoría.

Por supuesto, no estoy incluido en esa mayoría.

Por otra parte, no hay nada más que destacar. Nos darán más información sobre la escuela cuando estemos en la primera clase.

3

Cómo era el primer día de clases en un área totalmente nueva, la clase A estaba medianamente llena de murmuraciones y nerviosismo. Los asientos ya estaban marcados con nuestros nombres, así que afortunadamente no tendría que apurarme en la mañana para conseguir una silla.

Lumina hacia que sus estudiantes se quedarán dentro de sus instalaciones. Así es como mantenían su método de estudio en secreto, haciendo que cada persona que se internara a estudiar aquí firmara un contrato de silencio; si saliera de la escuela y dijera alguna palabra, recibiría una denuncia y una orden de silencio mas firme.

Desde la esquina izquierda al lado de la ventana, estoy uno hacia la derecha. Y desde mi lugar, pude notar que tengo una chica a cada lado después de leer el nombre en la etiqueta de las sillas.

Aún estaban vacías, así que tardaría otro poco en conocer a mis vecinos de clase mientras esperábamos al maestro.

Observé a mi alrededor con una expresión de calma calculada. Primeramente, quiero encontrar a alguien capaz de ser mi mano derecha. De ser posible un guardaespaldas. Ahora sí puedo tener la confianza de hacerlo sabiendo que ellos son mis compañeros. La clase A parece tener estudiantes óptimos, al menos a simple vista.

El peso de las expectativas empezaba a caer aún sin el maestro presente. Cualquiera lo sentiría al estar en una escuela de este calibre.

—…

Un pequeño ruido llegó y llamo mi atención. Rápidamente note a uno de mis vecinos de silla sentándose a mi lado.

Una chica de baja estatura de cabello gris y una expresión de total concentración estaba jugando con su celular. Absorta totalmente en el juego que jugaba, parecía totalmente ajena a todo aquello fuera de su pequeña burbuja y el bullicio en el aula.

Para ser honesto, me sorprende la valentía que tiene para ser tan descarada.

—¿Enserio vas a jugar durante la primera clase? —Inclinándome ligeramente con algo de cautela, decidí aventurarme a tratar de tener una conversación.

Sin necesidad de apartar los ojos de su celular, ella levanto la vista para responderme.

—¿Acaso hay alguna regla que lo impida? La conferencia ya terminó, y es francamente aburrido sentarse y esperar a que empiece la verdadera clase.

—No es exactamente lo que esperaba encontrar aquí, pero es curioso a su manera.

—Supongo que un niño bueno de preparatoria es tan raro de ver como una chica jugando en mitad de clase.

Parece del tipo multifuncional, al menos con los juegos que si parecen interesarle. Ni siquiera se inmutó ni un solo momento a mi voz, manteniendo su vista en la pantalla de su celular.

La primera persona con la que hablo en esta escuela, y resulta ser una adicta a los juegos. Bravo.

—Tienes razón. Supongo que eso concuerda con lo inquieta que parecías en la conferencia, ¿Estabas ansiosa por jugar?

—No me importaba escuchar al presidente, solo quería continuar con mi juego. Tampoco me interesa tanto la reputación de la escuela, es realmente otra situación molesta, ¿Sabes?

—¿En verdad? —pregunté con un tono que pretendía sonar interesado, aunque en realidad me sorprendía su franqueza. Sus respuestas eran directas, casi desinteresadas y eso me hacía preguntarme si estaba revelando más de lo que pretendía.

Sin apartar la vista de su celular, asintió ligeramente, como si la conversación fuera solo un ruido de fondo para ella.

—Sí, todo ese alboroto sobre la reputación de Lumina… —dijo, su tono carente de emoción—. A la mayoría de los estudiantes les importa tanto porque piensan que afectará su futuro. Para mí, solo es otra regla del juego.

Su comentario me hizo detenerme por un momento. "Otra regla del juego", había dicho. Esa forma de ver la vida como un juego me recordaba a algo, pero no logro ubicar qué.

—Eso suena… pragmático —respondí cruzando los brazos mientras la observaba con más detenimiento—. Pero ¿qué sucede cuando las reglas se vuelven en tu contra?

Finalmente, ella levantó la mirada de su pantalla, encontrándose con la mía por primera vez desde que comenzamos a hablar. Había algo en sus ojos grises, un tipo de desafío mezclado con indiferencia.

—Entonces, simplemente cambias de estrategia —replicó con una pequeña sonrisa que era más un gesto de costumbre que de alegría verdadera—. Siempre hay una forma de ganar, incluso cuando el juego parece imposible.

Su respuesta me dejó ligeramente intrigado. No era solo una adicta a los juegos, era alguien que veía el mundo a través de ellos, buscando siempre la ventaja, la siguiente jugada.

—Interesante forma de pensar —murmure.

Aunque lo que realmente pasaba por mi mente era cómo alguien con esa mentalidad podía encajar en esta escuela, donde era significativamente difícil de sobrevivir; si tomábamos en cuenta los ejemplos de años superiores, por supuesto.

Pero antes de que pudiera profundizar más, ella volvió a su juego, como si la conversación nunca hubiera ocurrido.

Creo que no es un mal comienzo para tener a alguien con quién hablar. Tampoco es que hayamos molestado al otro de alguna manera como para ser incómodo estando al lado en cada clase. Sumar eso a qué estaríamos juntos 3 años lo haría más molesto de lo usual.

—¿Cuál es tu nombre? —Pregunte en un tono algo más silencioso.

—Sirius Yuki. Llámame como quieras.

Muy bien, ahora mi pequeña reputación podía empezar con mi vecina de asiento. La cual resulta ser una adicta a los juegos que tiene poco interés en aprobar. Ahora solo me queda esperar a conocer a mi otra vecina y tomar el liderazgo de la clase cuando la maestra venga.

Necesito tomar a la clase A bajo mi ala, con eso podré tener un lugar al que llamar territorio. Así tendré la opción de actuar con más confianza sabiendo que tengo a mi aula de mi lado, por supuesto, no espero que lo acepten tan fácil, especialmente porque aun no sabemos sobre los detalles de la escuela, por lo tanto se convertirá en una apuesta.

—Asagami Shirou.

Dejé que mi nombre se registrara en silencio, justo cuando otras dos personas entraron al aula. Una de ellas resultó ser la chica que se sentaba a mi lado, tal como había sospechado. Tenía el cabello magenta corto y emanaba una aura de seriedad que no pasaba desapercibida. La otra resulto ser la maestra.

De todas las personas posibles, mis vecinas de asiento resultaron ser dos mujeres con un aire marcadamente antisocial. Tendría que aprovechar otros métodos para ganar terreno, aunque al menos tenía a Sirius hasta cierto punto, por ahora.

La profesora se posicionó en el podio frente a la pizarra. Su largo cabello oscuro caía libremente hasta un poco más allá de su espalda. La forma en que sus ojos azul oscuro nos escudriñaron fue como si estuviera evaluándonos minuciosamente, antes de cambiar a una suave y ligera sonrisa.

—Un gusto conocerlos a todos, clase A. Mi nombre es Yamauchi Shizu, no hacemos cambio de maestros en los años, así que seré su maestra hasta que se gradúen.

Parece el tipo de profesora amable. Es agradable saber eso. Aunque a Sirius no parece importarle, sigue en su propio juego sin prestar atención. Por otro lado, todos los demás aquí parecen a gusto con nuestra profesora.

—Ya obtuvieron la mayoría de la información de la escuela en la conferencia, pero les daré una explicación más a detalle de algunos otros ámbitos. Pueden hacer cualquier tipo de pregunta que deseen.

Yamauchi-sensei tomo un marcador de su podio, dándose la vuelta y comenzando a escribir en la pizarra a su espalda.

—Como ya saben, esta escuela no permite el contacto con el exterior; Por lo tanto, aquí tienen todas las cosas necesarias para poder vivir con comodidades durante estos 3 años. La escuela incluye cines, karaokes, tiendas de comida, ropa, juegos y demás. Así que no tienen que preocuparse porque les falte algo.

No permitir el contacto con el exterior era una opción viable para esconder su sistema de estudio. Supongo que por eso se tiene que firmar el documento de silencio.

Al ofrecer todos los recursos necesarios para sobrevivir, no habría quejas de parte de los estudiantes. Más talvez solo los que sean más arraigados a sus padres. Además, supondré que también por eso nos dieron un teléfono totalmente nuevo con nuestros datos anteriores.

—Disculpe, Yamauchi-sensei. —Una chica, de cabello negro corto y liso alzo la mano y se levantó de su asiento para tomar la palabra—. Entiendo que nos den todas las comodidades para vivir aquí, pero mantener a tantos estudiantes no debe ser barato, ¿Cuál es la forma de la escuela para no llegar a la quiebra?

Solo contando a los estudiantes de primer año hay 100 en total; 25 en cada aula, por lo que se debía satisfacer las necesidades de comida, agua y techo de 100 personas. Incluso para una escuela financiada por el gobierno, que recibía donaciones, subvenciones y exportaciones sería una cantidad demasiado alta.

Además, eso es solo contando a los de primer año. Aunque los de segundo y tercero no sean muchos comparados con nosotros, aún así la cantidad aumenta.

—Oh, me alegra que preguntes eso, ¿Cómo te llamas? —Manteniendo su sonrisa mientras se daba la vuelta, Yamauchi-sensei se dirigió a la chica.

—Harae Mio, sensei.

—Bien, Harae, con respecto a tu pregunta, la respuesta es que ustedes tendrán su propia moneda para usar dentro de la escuela. Pueden verlo en sus tarjetas de identificación o en su celular. Son puntos que tienen el nombre de Jades, la cantidad que recibirán de ellos mensualmente dependerá totalmente de sus notas, por lo tanto, mientras más baja sea menos puntos recibirán.

Sacando mi celular para comprobarlo, note que tenía 100,000 Jades. Sirius y la chica a mis lados hicieron lo mismo. Esto si pareció haberla interesado por ser algo de tecnología, o talvez porque así podría comprar todos los juegos que quisiera solo sacando buenas notas.

—En este momento acaban de recibir 100k Jades en total. Cada jade equivale a un yen, considérenlo su recompensa por lograr ser admitidos aquí, felicidades a todos.

Yamauchi-sensei junto sus manos en un aplauso silencioso. Una felicitación silenciosa vino junto con eso. A la vez, los pequeños murmullos entre mis compañeros comenzaron a surcar. Recibir este tipo de pagos solo por estudiar parecía un sueño, pero parecía legítimo.

—Además de las clases normales, también pueden hacer 2 trabajos extras semanalmente. La cantidad de Jades que reciban de ellos dependerá de su magnitud, pero esas oportunidades para trabajos con altas recompensas solo se les daran a gente que necesite dinero, en otro caso, no esperen recibir mucho de eso.

—Sensei, ¿Cómo determinarán quien necesita esos trabajos con mayores recompensas?

Mientras continuaba, una chica al otro lado del aula levantó la mano. Su expresión era seria, centrada, y cuando sensei le dio la palabra, su voz fue directa.

Yamauchi-sensei la miró con una ligera sonrisa, como si valorara la pregunta bien formulada.

—Se basará en sus progresos académicos y su comportamiento general. Los resultados de sus exámenes trimestrales también serán tomados en cuenta. Aquellos que destaquen recibirán menos oportunidades de trabajos adicionales, ya que se espera que su rendimiento les proporcione suficientes Jades. Pero si enfrentan dificultades, esos trabajos estarán disponibles para equilibrar sus recursos.

La chica asintió, aparentemente satisfecha con la respuesta, aunque podía ver en sus ojos que seguía evaluando la información.

Decidí aprovechar la pausa en la conversación para hablarle, inclinándome ligeramente hacia adelante, lo suficiente para que solo ella me escuchara.

—Parece que tendrán mucho cuidado en cómo manejan estas recompensas, ¿no crees? —Mantuve mi tono con un aire casual, pero lo suficientemente interesado como para entablar una conversación.

Ella giró la cabeza hacia mí, sus ojos reflejando una seriedad inusual. Era difícil leer lo que pensaba, pero no parecía del tipo que tomara las cosas a la ligera.

—Es lo lógico —respondió en voz baja—. Tienen que asegurarse de que el sistema funcione como debe, sin beneficiar a aquellos que no lo merecen.

—Aunque eso podría significar que cualquiera de nosotros podría quedarse sin apoyo si no maneja bien sus recursos —Decidí probar su reacción. Si había algo que sabía sobre personas como ella, era que siempre había una lógica detrás de sus palabras.

La chica me observó por un instante antes de responder, evaluando mis intenciones.

—Eso es cierto, pero eso solo significa que la competencia será más dura. Solo los más capaces se mantendrán arriba.

Asentí ligeramente, sintiendo que había logrado captar un poco más de su enfoque. Esta chica no estaba aquí solo para pasar el rato; estaba aquí para ganar, como todos los demás.

La conversación cesó cuando Yamauchi-sensei retomó su explicación. Aunque no había durado mucho, este pequeño intercambio me dio una visión interesante sobre lo que podría esperar de mis compañeros.

Mientras continuaba hablando sobre los aspectos más formales del sistema de recompensas, mi mente no podía dejar de dar vueltas a la conversación que acababa de tener. Siento que había logrado un avance, aunque pequeño en comprender la mentalidad de mis compañeros, o al menos de esta chica. Sin embargo, había algo más que necesitaba aclarar.

—Por cierto —Musite en voz baja, inclinándome un poco más hacia ella—, mi nombre es Shirou. Asagami Shirou.

Ella me observó por un instante, como si evaluara si compartir su nombre o no. Pero finalmente, asintió levemente.

—Bazett. Kuonzaki Bazett —respondió, su tono manteniendo esa seriedad característica.

Un nombre fuerte, que se correspondía bien con la imagen que proyectaba. Era el tipo de persona que sabía lo que quería y cómo lo iba a conseguir. Hacía bien en mantener un perfil alto con ella.

Antes de que pudiera continuar la conversación, la maestra retomó el control de la clase, esta vez con un cambio en su tono. Se volvió un poco más seria, casi imperceptiblemente, pero lo suficiente para captar la atención de todos.

—Deben entender algo importante —dijo, su mirada recorriendo el aula—. Aquí en Lumina, no solo buscamos que sobresalgan, sino que alcancen su máximo potencial, sin importar las circunstancias. Este es un lugar donde cada error cuenta, y cada decisión tiene sus consecuencias. Y recuerden, el fracaso no es una opción aquí.

La sala quedó en silencio total, y pude sentir cómo todos se tensaban un poco. La forma en que Yamauchi-sensei lo expresó no dejaba lugar a dudas: esta escuela no iba a tolerar mediocridad. Pero aparte, también pareció otra advertencia y amenaza combinadas.

—Tengan en cuenta que cada trimestre traerá sus propios desafíos, algunos más duros que otros. Y aunque hay espacio para mejorar, aquellos que no logren mantenerse al nivel de las expectativas tendrán que enfrentar las consecuencias de sus decisiones.

Un murmullo inquieto recorrió la sala, pero Yamauchi-sensei no hizo nada por calmarlo. Si acaso, parecía querer que esa inquietud se asentara en nosotros.

—Así que asegúrense de estar siempre preparados —concluyó ahora, una ligera sonrisa en su rostro—. Aquí, cada uno de ustedes está siendo moldeado para ser lo mejor de lo mejor. No se equivoquen: el precio de no cumplir con esas expectativas puede ser más alto de lo que imaginan.

Normalmente si las expectativas no se cumplen terminas expulsado, pero no creo que sea solo eso. Simplemente expulsar a gente que tiene poco rendimiento no parece suficiente para reducir tanto la cantidad de estudiantes.

A menos que la mayoría resulten ser unos tontos, podría ser cualquiera de las dos.

Miré de reojo a Kuonzaki, quien parecía haber captado el mismo mensaje. Sus ojos estaban fijos en sensei, calculando, sopesando lo que acababa de escuchar.

—Ustedes pueden comprar todo lo que quieran con los Jades. Claro mientras puedan pagarlos, si tienen el dinero suficiente pueden darse los gustos que quieran comprando lo que quiera.

Si es lo que quiera… eso me da una idea.

—¡Espero que todos nos llevemos bien! Ahora empecemos con la primera clase, ¿De acuerdo?

¿Debo alegrarme por tener una profesora de este tipo? me agrada. Es del tipo que si parece escuchar opciones exteriores. Si hubiera sido de carácter duro habría sido más difícil.

4

La primera clase del año fue corta. Sería solo por esta ocasión para darnos tiempo a acostumbrarnos al ambiente nuevo dentro de las instalaciones de Lumina.

Los dormitorios de los hombres y las mujeres están separados. Al igual que los grupos de cada año están separados en diferentes pisos y edificios. Mi habitación esta en el segundo piso, después de dejar algunas cosas ahí, fui a comprar despensa y demás cosas para mí.

En dirección a la sección de compras, el campus era perfectamente tan grande como una mini ciudad con todos los edificios alrededor. Esperable siendo una isla de Japón. Y como lo habían dicho, hay de todo. Desde los centros comerciales, centros de entretenimiento, bibliotecas hasta spa y más.

Si tuviera que adivinar, probablemente encontraría casi cualquier cosa que necesitara en cualquier lugar de aquí. Incluso hay centros de mantenimiento para aparatos electrónicos.

Los precios de las cosas en las máquinas expendedoras o en las tiendas de comida estaban en la línea de lo normal. Aunque algunos de alta calidad sobrepasaban esa barrera sin mucho problema, solo en la primera visita para conseguir comida para el mes gaste 18k Jades. Incluso aún comprando la despensa de precio normal.

Preferiría conseguir otras pocas cosas para mí, pero con ese gasto voy a tener que medir más correctamente sobre mis gastos mensuales hasta el próximos mes. Si 100k es lo máximo que podemos obtener, entonces las notas deben ser proporcionales al 100% de nota perfecta para poder obtenerlos. Así que esperaré al próximo mes para darme una idea de los pagos y ordenarme.

Me gustaría saber que está haciendo Kyoto, pero por el momento voy a dejar que las cosas fluyan. Aún con lo grande de este lugar nos encontraremos en algún momento. Tengo otras ocupaciones por ahora.

Mientras recorría la cafetería, noté a un joven de cabello rojo sentado solo en una mesa, desde mi posición no podía ver sus ojos. Estaba absorto en lo que parecía ser un complicado ejercicio en un cuaderno. Su postura y el hecho de que se mantuviera alejado del bullicio me indicaron que era alguien que valoraba su espacio, pero decidí acercarme porque su figura era lo suficientemente fornida para que se notará un poco en su uniforme, sería perfecto para ser un acompañante y ser mi mano derecha.

Decidí que era el momento adecuado para acercarme. Me dirigí hacia su mesa con pasos firmes pero no apresurados, consciente de que no quería interrumpir de manera brusca. Cuando estuve lo suficientemente cerca, detuve mis pasos y, con una sonrisa amigable, le hablé.

—Disculpa, ¿Estás ocupado? —pregunté, tratando de captar su atención sin parecer intrusivo.

El joven levantó la vista de su cuaderno, y sus ojos rojos se encontraron con el dorado de los míos. A pesar de la sorpresa inicial, su expresión se mantuvo calmada y alerta.

—¿Qué quieres? —su tono era directo, pero no grosero. Evidentemente no estaba acostumbrado a ser abordado por extraños durante su tiempo de estudio.

—Mi nombre es Asagami Shirou. —dije, presentándome mientras me inclinaba ligeramente hacia adelante en señal de respeto—. He estado observando y parece que tienes habilidades que podrían ser de gran ayuda para mí. Estoy buscando a alguien que pueda actuar como mi guardaespaldas y, al mismo tiempo, ayudarme con unas cuantas cosas.

Me miró con una mezcla de curiosidad y desconfianza. Se inclinó hacia atrás, cruzando los brazos sobre el pecho, estudiándome durante unos momentos.

—¿Y qué te hace pensar que yo aceptaría? —Me devolvió la pregunta, su tono era más inquisitivo que hostil—. Soy Ryu Takeda.

—Estoy dispuesto a ofrecerte una compensación justa. Además de protegerme, me encargaría de ayudarte con tus estudios y te pagaría un poco por tus servicios.

Para mostrar lo que podía ofrecer, decidí demostrar mi habilidad en el área que parecía estar trabajando. Me incliné hacia el cuaderno de Takeda y le eché un vistazo al problema que estaba resolviendo. Era un problema de matemáticas bastante complejo. Sin esperar más, resolví el ejercicio en menos de un minuto, mostrando el resultado y el procedimiento.

Takeda observó cómo resolvía el problema con rapidez y precisión. Sus ojos se abrieron un poco más, claramente impresionado por mi habilidad. Se inclinó hacia adelante un momento después, examinando la solución que había presentado.

—¿Así que eres bueno en esto?

En su tono se incluyo un ligero sonido de interés, es un buen camino para lo que quiero tomar.

—Sí, y no solo en matemáticas —Fue mi respuesta acentuada con una sonrisa—. Estoy bien versado en varias áreas académicas y también en estrategias. Mi propuesta es que tú me ayudes con la protección y, a cambio, me encargaré de tu rendimiento académico y te pagaré por tu tiempo.

Takeda se quedó en silencio mientras procesaba la oferta. Parecía estar evaluando no solo mi propuesta, sino también mi capacidad para cumplir lo que prometía. Finalmente, asintió lentamente.

—Podría estar dispuesto a escuchar más sobre tu propuesta. —dijo—. Pero necesito más detalles sobre cómo planeas compensar mi tiempo y qué esperarías de mí exactamente.

—Por supuesto. Vamos a buscar un lugar más tranquilo donde podamos discutir los detalles sin interrupciones.

Nos levantamos de la mesa y nos dirigimos a un rincón apartado de la cafetería, donde la conversación podría fluir sin distracciones. Mientras nos movíamos, sentí que había dado un primer paso importante hacia la formación de una alianza estratégica.

Al llegar al rincón tranquilo, me volví hacia Takeda con una expresión de determinación.

—Así que, empecemos a hablar de cómo podemos hacer esto funcionar. Quiero asegurarme de que esta asociación sea beneficiosa para ambos y que estemos claros en nuestras expectativas.

Mientras comenzábamos a discutir los detalles de nuestra futura colaboración, el primer día en la escuela se cerraba con la promesa de nuevas oportunidades. Mi propuesta había sido bien recibida, y con Takeda como aliado, estaba listo para enfrentar los desafíos que vendrían. La primera etapa de mi plan estaba completa, y el camino hacia una colaboración efectiva había comenzado.

Supongo que no tardará mucho para encontrarme con Kyoto. Pero estoy perfectamente listo para ello, aunque no he tomado liderazgo de mi clase, no tardaré en hacerlo a este paso. Me doy media semana o menos a lo mucho.

Le método real de Lumina aún está inquisito, y será mejor ya tener a la clase unida para algún momento crucial como el principio del siguiente mes. Además, aún tengo que conseguir información sobre las clases B, C y D.

Era el primer día y ya había muchas cosas pendientes, es un indicativo de lo posiblemente estresante que será estar aquí.