Dos pares de ojos se entrecruzaron entre sí a través de una piscina que contenía una niebla débil. Xiao Yan se recuperó un momento después. Inmediatamente dejó salir una intensa tos seca cuando vio el rojo rostro de vergüenza de Xiao Yi Xian, y desvió rápidamente la mirada.
La tos de Xiao Yan hizo que Xiao Yi Xian fuera sacada de su ligera sensación de mareo que era transmitida desde su cabeza. Su adorable cuerpo desnudo era como una hermosa sirena mientras entraba en la piscina de roca con un sonido de salpicadura. Finalmente, su atractivo cuerpo, que hacía soñar a uno, fue cubierto por esa piscina de agua negra.
Xiao Yan también se sintió algo avergonzado cuando vio las corrientes circulares en la piscina de roca. Ese asunto realmente no tenía mucha relación con él. El Dou Qi en su cuerpo acababa de completar un ciclo cuando inesperadamente abrió sus ojos ante esa escena.
*¡Splash!*
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